lunes, 24 de febrero de 2014

Asombroso testimonio de una conversión que arrasa en EE.UU.



Una historia de segundas oportunidades. Un viaje al cielo cargado de esperanza

Despertar en el cielo

Crystal McVea y Alex Tresniowski


Publicado en EE.UU. en mayo de 2013:

· En el Top 5 de las listas de más vendidos de The New York Times
· Más de 300.00 libros vendidos en EE.UU.
· Traducido a seis idiomas
· Publicado en ocho países

Imágenes integradas 3
A la venta el 06/03/2014

«El 10 de diciembre de 2009 me ingresaron en el hospital por un dolor abdominal, y me diagnosticaron una pancreatitis. Sin embargo, estando aún en Urgencias, un dolor terrible se apoderó de mí de tal modo que perdí la conciencia. Una de las enfermeras intentó reanimarme sin éxito, por lo que se vio obligada a declarar el código azul, el máximo nivel de emergencia hospitalaria.

»De los frenéticos minutos que transcurrieron entre mi muerte y el momento en que los médicos lograron devolverme a la vida, sólo recuerdo que me fui quedando dormida, que luego desperté en el cielo y que estuve con Dios.» – Crystal McVea

• Despertar en el cielo debutó en la lista de más vendidos de The New York Times en la posición número quince, y ascendió hasta la cuarta posición; desde entonces no abandona las listas, con más de 300.000 ejemplares vendidos sólo en Estados Unidos.

Imágenes integradas 6

Despertar en el cielo es la historia de lo que vi y lo que aprendí cuando, durante una visita al hospital, abandoné mi cuerpo durante nueve minutos y subí al cielo para estar con Dios. Pero también es una historia que me resistí a contar durante mucho tiempo.
Nunca estaré en una lista de santos. He sido una pecadora desde el principio de mi vida y estoy segura de haber quebrantado cada uno de los Diez Mandamientos. Hasta el más serio de ellos: no matarás. Cuando era más joven cometí un pecado tan grave y tan imperdona­ble que estaba convencida de que Dios, si es que existía, jamás podría perdonarme. Y por lo que a la existencia de Dios se refiere, era escéptica. En el fondo de mi corazón no estaba con­vencida.” – Crystal McVea


No hay comentarios: