lunes, 15 de diciembre de 2014

Galería Marlborough en Madrid, "COLECTIVA DE INVIERNO", Chirino y Albacete entre otros


4 diciembre  2014 – 3 enero 2015


Blanca Muñoz. Escultura


L.M.A.

Alfonso Albacete, Pablo Armesto, Juan José Aquerreta, Joaquín Barón, Martín Chirino, Rafael Cidoncha, Alberto Corazón, Juan Correa, Carlos Franco, Manuel Franquelo, Hugo Fontela,  Juan Genovés, Luis Gordillo, Abraham Lacalle, Francisco Leiro, Antonio López García, Blanca Muñoz, Lucio Muñoz,  Juan Navarro Baldeweg, Pelayo Ortega, David Rodríguez Caballero, Sergio Sanz, Manolo Valdés y Tadanori Yamaguchi.

La exposición ha sido configurada con un amplio número de obras de los artistas habituales en Marlborough Madrid, para acercar al público universos de importantes pintores y escultores de distintas generaciones. Bajo esta presentación colectiva e intergeneracional, la muestra plantea la fuerza de cada una de las propuestas individuales, fieles a modos muy personales de entender la creación artística contemporánea. Cada propuesta aporta un sinfín de sugerencias donde, ante todo, priman las calidades plásticas. Desde el compromiso con los tiempos y su evidente eclecticismo hablan de la creación bien entendida, lejos de cualquier dogma o prejuicio.


Para Alfonso Albacete (Antequera, Málaga, 1950) el cuadro se convierte en un diálogo, en un debate  y es en estas piezas donde podemos encontrar  interrelacionados  las inquietudes que movieron al desarrollo de su última exposición en el pasado mes de octubre: la pintura, las proyecciones, el proceso creativo y el diálogo en torno al arte.

Para Juan José Aquerreta (Pamplona, 1946), la pintura está  fuera del tiempo, con su inconfundible paleta silenciosa nos muestra composiciones que suponen un equilibrado remanso de espiritualidad y paz, lo apreciaremos en  “Puente de Cuatro Vientos “  y  “Naturaleza muerta con una medida” .

En la obra de Pablo Armesto (Schaffhausen, Suiza , 1970) , la arquitectura y la luz están presentes;  su construcción de espacios  ligados a la luz como continuación de lo sensorial, el discurso creativo generado con argumentos filosóficos y simbólicos podemos apreciarlo en la rotunda pieza “En clave blanca”. Su trayectoria se ve avalada por tres exposiciones individuales realizadas en la Galería con un lenguaje que continúa adentrándose entre lo pictórico y lo tecnológico.

Joaquín Barón ( Ciudad Real, 1970 ), tras su incursión en Marlborough el pasado mes de septiembre con gran éxito, continúa mostrando su particular iconografía. En esta ocasión sus dos piezas “Milk Shape I” y “Milk Shape II” traen sus reconocibles “antropos” a un vacío en el que la inquietud existencial no deja de mostrarse de manera irónica.

El protagonismo del viento, la espiral, el bronce y el hierro crean una poética propia en la escultura del reconocido Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925), en esta ocasión una rotunda pieza realizada en plomo sobre papel “Viento”, nos acerca de nuevo a su lenguaje: intenta desvelar el misterio de la espiral, un motivo habitual en la naturaleza y en el arte de los aborígenes de su tierra canaria que condensa en sí mismo multitud de conceptos. Actualmente Chirino despliega una antológica “Crónica del viento” en Santa Cruz de Tenerife donde demuestra por qué es uno de los grandes protagonistas en la historia de la escultura española.

“Aracena “es la pieza que Rafael Cidoncha ( Vigo, 1952 ) presenta. Es uno de los artistas más representativos de la vigorosa vertiente figurativa mantenida en la pintura española de las últimas décadas. Es a partir de un árido paisaje, donde la fuerza de la luz nos demuestra que una aparente sencillez oculta una grandiosa maestría.

En la obra pictórica de Alberto Corazón (Madrid, 1942) se despliega su exquisita reinterpretación de los temas clásicos del bodegón con su peculiar y aparente pintura espontánea. Los trazos y la pincelada suelta, impregnados de un color apasionado, logran unas composiciones de gran contundencia que emergen entre matices. “ Cesta con tierra de Siena”  es una vuelta de tuerca más a su proceso creativo.

Juan Correa (Zamora, 1959)  tras su reciente exposición, demuestra en “Pureza y espejo” la poesía en estado puro. El hilo conductor de sus obras se despliega desde el arte de la Antigüedad hasta el contemporáneo, su personal estilo pictórico de superposición de capas puede entenderse como una metáfora de ese paso del tiempo, como la labor de un arqueólogo actual que descubre en cada capa de un terreno diferentes elementos que le sirven para indagar en el pasado.

Desde su personalísimo lenguaje realista -alejado de cualquier academicismo manierista-, Manuel Franquelo (Málaga, 1953) con “Sin Título ( 25 yrs, Fragm.1 )” logra capturar la metafísica de cada objeto. Inmerso en el afán de transmitir con sus obras la mágica y grandiosa riqueza de los detalles de la realidad,su pintura parece trasladarnos a un mundo casi desconocido, el mundo de una realidad obsesivamente meditada y asimilada.

En “ A este lado del arrecife” de Carlos Franco vemos la  gran voluptuosidad que tiene su pintura. Un gran gusto por los mitos, la magia y el inconsciente dotan a su pintura de la evocación de lo clásico, la serenidad y equilibrio de sus composiciones.
Hugo Fontela ( Grado, Asturias, 1986 ) aporta con “Big white painting” ejemplo de poética minimalista; su depurada técnica y  experiencia, pese a su juventud, hacen de él un artista con gran proyección a todos los niveles.

Juan Genovés (Valencia, 1930), tras su incuestionable éxito en la Biennal de Paris y con su simultanea exposición en Barcelona, demuestra que su trayectoria es de las más sólidas en nuestro país. Su pintura matérica “ Arranque” está intensificada e impregnada de un vitalismo contagioso que proyecta dinámicas existencias anónimas, dominadas por indomables fuerzas opresivas que las empujan a imprevistos desplazamientos de alienación. La tensión entre la realidad plástica de los cuadros y el sujeto refleja la dualidad de la sociedad.

En la trayectoria de Luis Gordillo (Sevilla, 1934), vemos como el uso de diferentes medios le ha llevado a desarrollar un universo paralelo donde, superando la abstracción, conviven en el mismo plano referencias a la realidad, o a partes de la misma, con elementos imaginados, plenamente abstractos, simbólicos o narrativos y es con “El yo y sus vitaminas “ donde vemos una muestra de ello.

La obra de Abraham Lacalle (Almería, 1962) pauta una diversidad de manifestaciones y referencias que hacen brotar un auténtico manantial de sensaciones dispuestas en un caos necesario. La suntuosidad de color, la vital ironía y las referencias a los grandes movimientos históricos están presentes en “Solo la fachada”

En las esculturas de Francisco Leiro (Cambados, Pontevedra, 1957),” Miguel “ y “Fortunata” se despliega el particular universo habitado del artista en el que se enmascara el sentimiento trágico con el ingenio cómico, mezcla lo dramático con su peculiar pulsión vitalista, de la misma manera que logra hacer convivir la rotundidad con lo liviano.

Presenta Antonio López ( Tomelloso, Ciudad Real, 1936 ) “Carmen despierta “ y “Carmen recién nacida “ ; sin duda un gran ejemplo de lo que supone poder admirar obra de uno de los artistas más relevantes del s. XX. Su minuciosidad, delicadeza y ejecución nos otorgan un momento de quietud y reflexión sobre unas piezas que pueden considerarse obras maestras.

Presenta  Blanca Muñoz (Madrid, 1963) dos esculturas “Ánade” y “Reposada” en acero inoxidable. De nuevo vemos como sus formas etéreas  apenas dan sensación de tener gravedad.  Ambas ubicadas en paramento vertical permiten comprobar como la artista consigue  la sutilidad y el movimiento con un juego de superficies que devuelven el esquema compositivo con gran vigorosidad.

La presencia de la naturaleza es una constante en la pintura de Lucio Muñoz (Madrid, 1929-1998), “Descendió inexorable” puede considerarse una pieza con alto contenido poético y con una gran vinculación con las piezas que realizó en torno al atardecer. Un lirismo que se da no solo en el color sino también en la suavidad de las formas realizadas.

Premio Nacional de Arquitectura 2014, Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939), artista polifacético e investigador, presenta “Puente“  donde se puede apreciar claramente la potencia compositiva y la madurez en la abstracción que lleva acompañándole desde la década de los sesenta.



Pelayo Ortega (Mieres, Asturias, 1956) presentará “Cuatro  caminos “  obra situada entre la abstracción y figuración tan características de su trayectoria. Se plantea el campo de la pintura asumiendo tanto su pasado figurativo, como su interés por el constructivismo y por la abstracción. Esta pieza presenta una gran complejidad compositiva que dota con la paleta cromática una intensidad conceptual no ajena  a la escenografía teatral.

Tras su exitosa exposición en Marlborough Nueva York este mismo otoño, los trabajos más recientes de David Rodríguez Caballero (1970) muestran la evolución de su trabajo, así como la influencia que ha tenido sobre su expresión artística su estancia en Nueva York. El latón dotado de flexibilidad etérea, el brillo, las sombras y las torsiones del material en esta pieza nos hacen apreciar las continuas innovaciones en su trabajo.

La personalísima iconografía de la obra de Sergio Sanz (Santander, 1964), nos deja ver en “La súplica” la fuerza de su imaginario, se levanta a partir de un nutrido fervor lector, cinematográfico y musical. Todo lo inunda una atmósfera onírica, resultado de observar la realidad de fuera hacia adentro y a la vez manteniendo una prudente distancia que teje ese telón o filtro lumínico.

Tadanori Yamaguchi ( Kioto, Japón ) cuando ejecuta las piezas  “ realiza una reflexión en torno a la materia, en torno a la energía asociada a la misma y, en definitiva, en torno a la existencia” como afirma Alfonso Palacio en el texto introductorio del catálogo que tuvo en el Museo  Bellas Artes de Gijón. Tras su exitosa individual  en el mes de Noviembre nos presenta dos nuevas piezas “ Shiroi honeguni” y “Negro lunar “  cargadas de tradición técnica e innovación.


Las obras de los grandes creadores le sirven a Manolo Valdés (Valencia, 1942) de pretexto para sus planteamientos estéticos, en los que la textura, la materia, la representación del cuerpo humano y la expresividad son palpables en su pintura como se puede apreciar en “Retrato de una dama”  “me interesan las texturas. Una vez hecho el volumen, recorro topográficamente la superficie”.  En sus trabajos escultóricos refleja una profunda reflexión sobre la materia y el espacio; el brillo y la pureza del alabastro, en contrapunto al acero otorgan a esta pieza de formato mediano una belleza rotunda.


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