Las cinco obras que componen la colección 'Un gozo en mi pozo'. (Foto M G. Diario de Sevilla)
* Obras concebidas íntegramente desde el mundo de la imagen.
L. M. A.
8/2/25.- Madrid.-
Dentro de la colección Un gozo en mi pozo, estas son las primeras ediciones mundiales ampliamente ilustradas de estos cinco nuevos títulos:
Soledades de Luis de Góngora, El mal poema de Manuel Machado, Voy de Vuelo de San Juan de la Cruz, Primero Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz y Gilgamesh, un poema sumerio. Están concebidas íntegramente desde el mundo de la imagen. Suponen una importante aportación gráfica que transportan las obras a una dimensión visual hasta ahora inéditas.
La colección Un gozo en mi pozo, dirigida por Pedro Tabernero, enlaza la creación de grandes autores con algunos de los mejores ilustradores y diseñadores de nuestro tiempo, teniendo el referente gráfico como tema subyacente: Manuel Garcés, Roberto Sánchez Terreros, Rafael Leonardo Setién, Javier Hermida Ruiz y Francis Marchena.
SOLEDADES de Luis de Góngora.-
Como comenta Vito Domínguez Calvo: “Las Soledades, como bien sabemos, fue junto con el Polifemo las dos aventuras poéticas más ambiciosas de don Luis de Góngora. Poemas largos, de tono heroico, que a pesar de estar ambas sujetas a un argumento narrativo bien estructurado, se puede decir que no obedecen al noble arte del “contar” y sí a la intención siempre lúdica y subjetiva del “decir” No es lo que se cuenta, es cómo se dice. Y ahí reside toda la alquimia bien orquestada del poeta, del verdadero poeta que no duda en inventar, en crear un lenguaje propio, nuevo y diferente para dar forma a su empresa. Y es que son la forma y el ingenio los dos grandes pilares en los que se apoyan estas dos obras cumbres salida de la mesa de trucos de nuestro gran poeta cordobés, elevándose ambas hacia las fronteras, nunca antes traspasadas, del arte de la agudeza, y el arte de lo sublime.”
EL MAL POEMA de Manuel Machado.-
Javier Salvago nos relata: “El mal poema es un libro moderno, en el mejor sentido de la palabra moderno, un libro innovador, germen de buena parte de la poesía moderna española, que inaugura una nueva manera de entender la lírica, incorporando, frente al retoricismo hueco, el lenguaje callejero y el tono urbano, irónico y coloquial, como ya hiciera Bécquer a su manera y en su momento. Es decir, poemas con olor a calle, a gente, a vida, a mala vida, retratos de un hombre de mundo y de su mundo, de un hombre de su tiempo que gozó, sufrió, jugó, ganó, perdió, soñó, se despertó, bebió, vivió, pecó, se arrepintió, y nos lo contó de una manera nueva que escandalizó a buena parte de la crítica y de la sociedad un tanto puritana de su época, tanto por el provocador contenido de sus “malos poemas “como por su descarada y canalla expresión.”
VOY DE VUELO de San Juan de la Cruz.-
Según Lutgardo García Díaz, “la poesía de Juan de la Cruz es un misterio. No hay un caso en nuestra lengua que esconda, bajo una aparente claridad temática y formal, tantos secretos ocultos. Debajo de estos versos hay galerías inexploradas, cuevas maravillosas por las que corre el agua y se ocultan piedras preciosas. Juan comenta concienzudamente sus poesías, expone de forma minuciosa sus textos para que veamos en ellos un injerto con las Sagradas Escrituras, que no hay en ellos nada nuevo que no haya sido ya anunciado ya en la Biblia. A pesar de la labor de exégesis que hace Juan de sus propios poemas, su obra sigue siendo objeto de interpretaciones y explicaciones, alguna de ellas sorprendentes, como las psicoanalíticas o las que ven en el Cántico claves esotéricas basadas en la hermenéutica cabalística. No lo sabemos. Pero Juan de la Cruz es un misterio y las raíces de su misterio están, según se explica el santo, en esa gran égloga que es el Cantar de los cantares.”
PRIMERO SUEÑO de Sor Juana Inés de la Cruz.-
Sofía Sánchez Martínez explica: “Publicado en 1692, Primero sueño es el poema primordial de sor Juana Inés de la Cruz. Según su testimonio, el único que escribió por gusto, y es su construcción de 975 versos, sus peldaños, que admiramos la reconstrucción de la mente humana, a través de su construcción literaria, su alquimia a golpe de sonido, esa magia atómica, triádica (como el principio platónico de verdad, bondad y belleza), porque todo tiene tres, en la estructura interior del poema -el dormir, el viaje y el despertar- pero también sus símbolos mitológicos, “del orbe de la diosa / que tres veces hermosa / con tres hermosos rostros ser ostenta”; o también “Y de este corporal conocimiento /haciendo -bien que escaso-fundamento / el supremo pasar maravilloso /compuesto triplicado / de tres acordes líneas ordenados”
GILGAMESH, poema sumerio.-
Y para el último título, José Antonio Antón Pacheco comenta: “Muy probablemente la Epopeya de Gilgamés es el primer libro de la humanidad, y como tal, un modelo arquetípico de presencia, tratamiento y desarrollo de figuras y argumentos determinantes. Decía Gaudí que solo es original quien vuelve a los orígenes, pues tenía conciencia clara de las grandes constantes que alimentan el espíritu residen allí donde aparece lo frontal. Ese es el caso de Gilgamés. No entraremos en cuestiones de historia, de cronología, de arqueología, de lingüística o de muchos otros problemas que lleva aparejado el poema sumerio.
En la Epopeya de Gilgamés encontraremos símbolos fundamentales del espíritu y de la literatura, y por eso el poema nos proporciona prístinos arquetipos que propician estudios literarios comparados. Los grandes temas de todos los tiempos los hallamos aquí: el amor, la muerte, lo divino, la iniciación, la inmortalidad,... y asimismo encontramos las figuras personales como invariantes: el héroe, el compañero, el sabio anciano, el monstruo,... “
Más información: www.pandoragrupo.com
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