miércoles, 9 de julio de 2025
MARÍA ÁNGELES LÓPEZ MORA. Tertulia de damas sobre recuerdos históricos en Tuy: sor Lucia, vidente de Fátima; monseñor López Ortiz, san Josemaría Escrivá, Álvaro del Portillo, Isidoro Zorzano...
JUAN DIEGO ROLDAN. Entre la pintura y el dibujo crítico de la situación política y social del país
Dibujo de Juan Diego Roldán
Julia Sáez-Angulo
Fotos J.S.A.
9/7/25 .- El Escorial.- El pintor Juan Diego Roldán sigue imparable entre la pintura y el dibujo crítico. Últimamente está con los bodegones, uno de los géneros con el que logra mayor reconocimiento entre su marchante sus amigos. “He vendido muchos en América, por medio de mi representante. Hoy, la situación está más moderada. He tenido un coleccionista que siempre me encargaba un bodegón como regalo de boda, para todos sus sobrinos. También he pintado muchas flores, en otra etapa de mi trayectoria.”.
Roldán no deja de “hacer mano” y todos los días, con disciplina espartana, hace uno de sus dibujos críticos en color, sobre la política y la sociedad española. "Tengo ya unos 500". dice. Últimamente sigue su serie “Retablo del Maese Pedro”, en el que su abigarrando mundo de figuras se desahoga hasta la saciedad, en sus bocadillos de comics. No olvidemos que el cómic es otra de las Bellas Artes, según se dispuso hace unos años.
Somos bastantes los que le decimos que Juan Diego tiene que exponer estos dibujos y así lo quiere el alcalde, pero lo intentó una vez hace unos años y se quedó estupefacto:
Lo recibió en su despacho la concejala de Cultura, una joven poco menos que veinteañera situada en un gran despacho y después de pedirle a él los datos, le dijo que le enviaría una carta. Así fue. Le ofrecía en ella las fechas y, al final, se le decía que en dispondría de una escoba, cubo y fregona para que dejara limpio todos los días el local.
“Si así se trata a los artistas en El Escorial… mejor dejarlo. No supe si romper la carta de la concejala o enmarcarla. Opté por guardarla, porque es única”.
Roldán habla de que cuando pinta o dibuja se mete tan de lleno en el trabajo, y que se ve abstraído por lo que hace. Soy capaz de pintar un bodegón en tres días, pero de modo concentrado, de modo total. Necesito ver el resultado final cuanto antes. Algo similar me sucede con los dibujos críticos diarios”.
El pintor me recuerda que Velázquez pintó “Las Meninas"en un mes y que no acaba de comprender el largo tiempo que se toman algunos pintores para acabar sus cuadros.
Le provoco con el caso de Antonio López
“No es normal que como maestro, se tire veinte años para entregar el retrato que hizo a los Reyes Juan Carlos y Sofía y sus hijas. Para mí, es como si no le gustara pintar, ver la solución de su caudro. Estuve viendo la película “El sol del membrillo” sobre una pintura de Antonio López y me aburrió. Solo demuestra que el movimiento o el cambio de de luz, le impiden pintar el cuadro. Un artista cuando le falta la misma luz que el día anterior, se la inventa, lo mismo que si una rama la ha movido el viento”.
Roldán, que en su vida profesional más activa residió en Madrid -buen amigo de Úrculo-, ahora lo hace en El Escorial, donde tiene el estudio en una buhardilla encima de su casa. Allí trabaja. Recuerda con afecto a sus colegas vecinos, Miguel Ángel Sáez y al desaparecido pintor ruso, Ruslán. De este último cuenta diversas anécdotas sobre cómo se conocieron.
“Acabo de enviar un bodegón a Dubai, regalo para unos amigos", me cuenta.
Sus dibujos críticos nos llevan a hablar de política, durante el desayuno al aire libre, y esa es la peor conversación que se puede tener, pero en estos tiempos es inevitable.
El café y la napolitana estaban buenos, y hemos quedado en volver a desayunar juntos, a finales del verano.
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https://lamiradaactual.blogspot.com/2023/08/juan-diego-roldan-de-los-bodegones.html
Dibujo crítico de Juan Diego Roldán
OBITUARIO. Rosa Yagüe, artista multidisciplinar, ha fallecido en Barcelona
Rosa Yagüe Martín, artista interdisciplinar
Dibujo y pintura de Rosa Yagüe Martín
L.M.A.
9/7/25 .- Madrid.- La artista multidisciplinar Rosa Yagüe (Barcelona 1947-2025), dibujante, pintora, ceramista, escultora, instalacionista, ceramistas, escritora, cantante… falleció en Barcelona el pasado mes de junio. Su lema era "El arte es vida. No hay vida sin arte".
Rosa Yagüe Martín residía en la Ciudad Condal. Su vida artística ha transcurrido principalmente entre Barcelona y Brasil. Ha expuesto su obra artística en numerosos foros internacionales. Ejerció la docencia en Bellas Artes y el canto en la Universidad de Brasil, país donde vivió lo más granado de su carrera. Dibuja en un sin parar croquis, cuadernos y libros de artista… La Biblioteca Nacional de España adquirió uno de ellos. La mujer es tema principal de su iconografía. La poesía es también motivo de su creatividad y publicó un hermoso libro de haikus titulado Momentos/Moments (2014), que recitó y cantó en la Tertulia Ilustrada. Madrid, donde presentó el libro. Formación Artística: Antigua Llotja. Escuela de Artes. Barcelona; Escuela de Cerámica. Esplugas del Llobregat. Barcelona; Delineante calquista. Escuela Profesional P.P.O. Barcelona; Cursos de Dibujo. Escola Sant Lluch. Barcelona; Taller Ymagos, con Octavio Pereira. Sao Paulo. Brasil; Cursos de Historia del Arte Contemporáneo. Casa Macaya. Barcelona.
Series pictóricas.- Trabaja por series y utiliza con frecuencia textiles, como en la denominadas “Maniquíes” y “Banderas” (1984-86) y otras como “Colores y formas de la música” (1979-84); “De vuelta a las raíces” (1985-86); Investigación sobre Frida Kahlo (1987-88); Fragmentos (1990); Mandalas (1994); Mujeres Islas (1995); Maternum nomen y Maternitá e Donne; Cares partitas... Sus homenaje a la poetisa Gloria Fuertes se tradujo en una gran instalación que se expuso en la Sala Barquillo de Madrid.
Las figuras femeninas de Gloria Fuertes, Frida Khalo, María Callas, entre otras, han pasado por el homenaje de sus pinceles y collages, al lienzo, textil o intalaciones.
Instalaciones: La casa de Bernarda Alba (1996); Glorierías de Gloria Fuertes (1998 – 1999); Las Fridas. En torno a Frida Kahlo (1988); La avaricia. Trilogía de Valle Inclán
Más de un centenar de exposiciones individuales y colectivas en España y América.
Premios y Galardones: -1984 Itapoarte Diploma. Salvador de Bahía. Brasil; 1983 Medalla y diploma. XIX Salón Femenino. Río de Janeiro. Brasil, -1983 Medalla y diploma. Salón de Mayo. Río de Janeiro. Brasil; -1983 Medalla y diploma. VI Salón de Artes Plásticas Almeida Junior. Itú. Sao Paulo. Brasil; -1968 Beca Gobierno Español. Curso de Dibujo. Escuela del PPO. Barcelona; -1967-69 Premios Final de Curso. Escultura, Mosaico y Vitrales. Antigua Llotja. Barcelona; 1967-69 Becas Ministerio de Educación y Ciencia. Antigua Llotja. Barcelona
Museos e Instituciones (Selección): Museo de Arte de Sao Paulo (MASP). Sao Paulo. Brasil; Museo de Arte Moderno (MAM). Sao Paulo. Brasil; Museo de Arte Contemporáneo (MAC). Sao Paulo. Brasil; Museo Nacional de Bellas Artes. Río de Janeiro. Brasil; Museo de Arte Moderno. Salvador. Bahía. Brasil; Museo del Grabado. Chicago. Estados Unidos; Museu Monjo. Vilasar de Mar. Barcelona; -Museo del Dibujo. Castillo de Larrés. Sabiñánigo. Huesca; Museo de Arte Contemporáneo Mayte Spínola. Marmolejo. Jaén; Casa Museo Flávio Imperio. Sao Paulo. Brasil; -Banco de Santander. Sao Paulo. Florianópolis y otras ciudades. Brasil;Banco Español de Crédito (Banesto). Sao Paulo. Madrid; Banco Hispano Americano. Sao Paulo. Brasil; Banco Banespa. Sao Paulo. Brasil; Banco Itaú. Sao Paulo; “La Caixa”. Barcelona; - Caixa de Catalunya. Barcelona; Caja España. Valladolid; Caja de Ahorros de la Inmaculada. Zaragoza; Biblioteca Nacional. Madrid; Biblioteca Nacional Mario de Andrade. Sao Paulo. Brasil…
Bibliografía : Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del siglo XX. (Madrid, 1999); Enciclopedia de Arte Contemporáneo. Narciso Martíns. Sao Paulo. Brasil; Enciclopedia Catalans d´América. Generalitat de Cataluña; Enciclopedia Rafols. Barcelona; Enciclopedia Temática Mexicana. México; Enciclopedia Aglo Ediciones. Madrid; El Císter por artistas catalanes. ED 2000. Milenario del Cister...
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https://lamiradaactual.blogspot.com/2020/08/rosa-yague-artista-interdisciplinar.html
martes, 8 de julio de 2025
RECUERDOS FAMILIARES VIII.- Las familias son felices o desdichadas a su manera
Julia Sáez-Angulo
6/7/25 .- El Escorial.- Publicar estos recuerdos familiares está provocando distintas reacciones en mi familia. Una tía me dice que nosotros hemos sido siempre muy discretos y lo que yo estoy haciendo le resulta un tanto impúdico. Ella no sabe que la escritura está llena de entregas y, quizás, también traiciones. Un primo me dice que, aparte de mis “percepciones singulares”, él no está de acuerdo en algunas cosas y que hablaremos largo y tendido, cuando nos veamos, porque estas cosas no son para hablar por teléfono. Otros parientes no me han comentado nada, porque no han leído el blog, o porque estas batallitas familiares, a estas alturas, no merecen comentario alguno. Me falta mi hermana Elisín -más joven que yo, pero se fue antes-, porque ella disfrutaba y me comprendía, aunque sus apreciaciones fueran siempre matizadas. Cada mirada a la vida es un mundo de interpretación.
La célebre novela "Ana Karenina" de León Tolstói comienza con la famosa frase: "Todas las familias felices se parecen, pero cada familia infeliz lo es a su manera". Yo no creo que haya familia feliz del todo y todo el tiempo. Las coordenadas del hombre son tiempo y espacio, y en ellas se distribuye la vida con todos sus avatares e incertidumbres. Precisamente la desdicha nos invita a disfrutar los momentos felices que también llegan. Ya lo advierte el Eclesiastés: “Hay un tiempo para todo: tiempo de reír y tiempo de llorar, tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de sembrar y tiempo de recoger lo sembrado…” Una enseñanza sobre el movimiento cíclico de la vida y la alternancia de sentimientos y emociones
La historia de Ana Karenina se inicia con la crisis en la familia Oblonsky, donde Stepan Arkadyevich (Stiva) ha engañado a su esposa Dolly, generando una profunda discordia familiar. La vida va dando vueltas, saltos, y termina de modo trágico para la protagonista.
En el libro “Los ilusionistas” (Anagrama,2025) de Marcos Giralt Torrente, que acabo de leer, señala el autor al comienzo: "La familia es el territorio de la memoria. Memoria de sí misma y del mundo que la contiene. Memoria en construcción y no siempre fiable, donde el amor y el conflicto confluyen".
Marcos Giralt aborda en este libro las vidas de sus abuelos maternos y sus cuatro hijos, entre ellos su madre. Al autor le asombran los destinos tan diferentes de todos ellos. Su abuelo, el escritor Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999), cabeza de fila de todos ellos y quizás responsable de su manera de ser, de su forma de reaccionar. El premio Cervantes 1985 viene a ser la “vaca sagrada” que gravita sobre todos ellos.
Son muchos los libros que tratan de sagas familiares, constituyen un clásico. Sin salirnos de la editorial Planeta podemos citar títulos como: Cumbres borrascosas, de Emily Brontë; Al este del edén de John Steinbeck; El club de la buena estrella, de Amy Tan; La hija italiana, de Soraya Lane; Villa Melania, de Desirée Ruiz; Cazar leones en Escocia, de Cruz Sánchez de Lara; El heredero, de Rafael Tarradas Bultó; Cuando éramos felices, de Rafel Nadal; Dientes de leche, de Ignacio Martínez de Pisón; El corazón helado, de Almudena Grandes; Palmeras en la nieve, de Luz Gavás; Un mar violeta oscuro, de Ayanta Barilli; El loco de los pájaros, de Care Santos; Las hijas de la criada, de Sonsoles Ónega, o, El sueño de la familia Crespi, de Alessandra Selmi.
Y no olvidemos la gran saga familiar de Abraham, Isaac, Jacob y sus doce hijos en la Sagrada Escritura de la Biblia. Esta sí que da para un “Libro de libros”. Los hermanos Esaú y Jacob se las traían, y José y sus once hermanos, ni te cuento.
Contemplar la vida a través de una saga familiar se explica mejor que con una simple biografía académica. Somos genética, estamos marcados, si no predestinados, por nuestros padres. Somos lo que comemos, lo que vivimos, lo que soñamos… con su riqueza y sus carencias, con sus hierros sobre la carne y las marcas en el alma. El recuerdo y la memoria no son nunca fieles, pasan por el filtro de la mente y la escritura, más creativas de lo que pensamos.
Las relaciones con la familia no son siempre fáciles, porque esperamos de ella lo que creemos que deben dar, y no es así. Las relaciones familiares tendrían que ser más cuidadas y respetuosas que las tenidas con ajenos, porque los tenemos más cerca, porque conllevan el secreto de la sangre, un extraño vínculo misterioso, que es, pide, espera y hasta exige. Muy complicado desenredar la madeja, máxime si hay herencia por medio. (Me estoy poniendo predicadora).
En otro orden de cosas, los psicólogos ofrecen orientaciones para que haya armonía en las familias: comunicación sincera y serena, respeto, ágapes compartidos, respetar y disfrutar tradiciones familiares, actividades juntos, respeto de horarios… Son consejos muy razonables, pero no siempre fáciles de seguir, porque los humanos no somos clones, pero sí dignos de reflexionar y tratar de poner en práctica.
La vida es tragicómica para todo el mundo. Y la madurez es el arte de gestionar las dificultades y contradicciones.
Continuaré con mis padres, algunos tíos y amigos
OBITUARIO. Carmen Silva escritora, poeta, ha fallecido en Madrid
lunes, 7 de julio de 2025
Ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla, por el ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía
• Así lo han anunciado el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, en una comparecencia conjunta en el propio museo
• El Palacio de Monsalves y la antigua biblioteca pública de la calle Alfonso XII acogerán esta ampliación del Museo de Bellas Artes, de titularidad estatal y gestión cedida a la comunidad autónoma, cuyas obras irán a cargo del presupuesto del Ministerio de Cultura
• El proceso de ampliación arrancará con la licitación de la redacción del proyecto, que realizará el Ministerio de Cultura en base a las necesidades que traslade la Consejería de Cultura y Deporte
• Además, Ernest Urtasun visitará las obras en el Museo Arqueológico de Sevilla, en las que el Ministerio de Cultura está acometiendo una reforma integral con una inversión de 33,7 millones de euros.
Urtasun, ministro de Cultura
L.M.A.
07-julio-2025.- El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, han anunciado hoy la ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla, museo de titularidad estatal y gestión transferida a la comunidad autónoma. Lo han hecho en una rueda de prensa conjunta tras visitar el museo sevillano.
El Palacio de Monsalves y la Antigua Biblioteca Pública de la calle Alfonso XII acogerán dicha ampliación, tras su rehabilitación y acondicionamiento. El Museo de Bellas Artes se ubica desde 1840 en el convento Barroco de la Merced Calzada. Un edificio que, pese a las rehabilitaciones acometidas por el Ministerio de Cultura entre 1985 y 1993, sigue necesitando espacios complementarios para mostrar el valioso fondo del museo y servicios públicos adecuados. Por esto, el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía han acordado la incorporación del Palacio de Monsalves y la Antigua Biblioteca Pública, de titularidad autonómica, para su adaptación como anexo del museo. Las obras irán a cargo del presupuesto del Ministerio de Cultura.
Esta ampliación, en palabras del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, “no es solo una cuestión de metros cuadrados, sino una oportunidad para convertirlo en un verdadero museo del siglo XXI; y lo haremos con todas las garantías técnicas y con una planificación rigurosa, porque somos conscientes de que se trata de un proceso complejo. Pero lo importante es que el camino se inicia hoy. Y lo iniciamos con decisión, con acuerdo y con recursos”.
Por su parte, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha señalado que “hoy le damos un impulso definitivo a un proyecto que no solo pasa por la ampliación, sino por la definición de un nuevo Museo de Bellas Artes de Sevilla, preparado para la celebración de su segundo centenario en 2035”.
“Esta iniciativa da respuesta a una reclamación ciudadana que se lleva esperando desde hace 15 años”, ha destacado Del Pozo.
La primera fase del proceso de ampliación será la licitación de la redacción del proyecto, que realizará el Ministerio de Cultura en los próximos meses en base a las necesidades que traslade la Consejería de Cultura y Deporte. Con la incorporación del Palacio de Monsalves y la Antigua Biblioteca Pública el Museo de Bellas Artes ganará más de 7.500 m2, pasando de la superficie útil actual de 5.937 m2 que tiene la sede histórica, a 13.526.
El Palacio de Monsalves se compone actualmente del edificio del palacio y de la Antigua Biblioteca Pública Provincial de Sevilla. Originalmente el edificio data del siglo XIII, aunque su imagen actual se debe a una reforma acometida a principios del siglo XX. Tras pasar por diferentes usos, fue adquirida por la Junta de Andalucía, albergando la Presidencia y posteriormente la Consejería de Relaciones Institucionales. En la actualidad el edificio no tiene uso.
Obras en el Museo Arqueológico de Sevilla
Durante su viaje a Sevilla, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun visitará también las obras que el Ministerio de Cultura está acometiendo en el Museo Arqueológico de Sevilla, museo de titularidad estatal y gestión transferida a la comunidad autónoma.
Las obras empezaron en 2024 y supondrán una inversión global de 33,7 millones de euros, de los que ya se han ejecutado 6, casi el 20% del presupuesto. Los trabajos están dirigidos a realizar una adecuación integral del museo. El objetivo de esta intervención es la rehabilitación del edificio histórico, con una modernización de las instalaciones, una mejora de su discurso expositivo y una transformación de los espacios de recepción y circulación del público. Con todas estas actuaciones se persigue convertirlo en un museo que cumpla con las exigencias y necesidades actuales, haciéndolo inclusivo y receptivo para toda la ciudadanía.
Gracias a esta intervención, tal como ha señalado el ministro de Cultura, “el museo podrá mostrar de manera adecuada su espléndida colección permanente y abrirse al bellísimo entorno del Parque de María Luisa; se trata de una actuación imprescindible para conservar los valores patrimoniales del edificio y dar respuesta a los estándares contemporáneos de un museo del siglo XXI”.
Además, ha añadido que esto “es una muestra más del firme compromiso del Ministerio de Cultura con Sevilla, con Andalucía y con su patrimonio cultural”. El edificio que alberga el Museo Arqueológico de Sevilla se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 en el entorno del Parque de María Luisa. En 1942 se trasladaron al edificio las valiosas colecciones arqueológicas desde el Antiguo Convento de la Merced. Con el paso de los años, las colecciones fueron incrementándose con nuevas piezas, lo que llevó, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a realizar diversas intervenciones para adecuar, ampliar, reparar y modernizar el edificio, según lo requerían las necesidades de la institución.
Las actuales obras buscan revertir las sucesivas adiciones parciales realizadas en el edificio y ejecutar una actuación integral que lo acondicione por completo y permitan mostrar adecuadamente su colección permanente, así como abrir el edificio al entorno del Parque de María Luisa.
RECUERDOS FAMILIARES VII.- Felicias Martínez, una abuela que fue bella, una mujer acogedora
Felicias Martínez con su esposo Antonio Sáez-Amezúa
Julia Sáez-Angulo
6/7/25.- El Escorial.- A la abuela Felicias Martínez Martínez (Uruñuela,1878-1961) la conocí ya anciana, con arrugas. Vestía de negro y llevaba su pelo blanco recogido en un moño, peinado habitual de las personas mayores. Al ser yo la hija de su séptimo hijo menor, tenía que suceder lo de conocerla mayor. Pero debió de ser una mujer muy bella a juzgar por lo que todos decían de su hija, la tía Florentina: “Es igual de guapa, como lo fue su madre”. La tía Floren era morena, de ojos brillantes, cabello ondulado y sonrisa lista para ofrecer a quien tenía delante. Llevaba siempre pendientes y collar de perlas, que añadían luz a su semblante, además lucía siete esclavas de oro en la muñeca, que hacía resonar en verano, cuando agitaba el abanico en la iglesia, el cine o el teatro. Una vez, me contó mamá, un espectador de teatro en Madrid, le pidió que dejara por favor de hacer ruido con el abanico”. Era más bien con las pulseras.
La abuela, además de llevar la casa con la ayuda de Concha, la criada, era tan andariega como santa Teresa de Jesús, y, pese a su edad, seguía recorriendo las viñas, porque “el ojo del amo engorda el ganado”. Era una mujer calmada, y cuando veía a algún nieto agitado o llorando repetía: “Sosiégate, sosiégate”
Como tenía cinco hijos varones, y quería guardar su virtud, la abuela Felicias procuraba que sus criadas fueran siempre entradas en años y no precisamente agraciadas. En cierta ocasión, la criada era tan fea, que los chicos la llamaban “la Reguapetona”. Tengo oído que, en cierta ocasión, alojó a una de las maestras de la escuela en su casa, mientras adecentaban su vivienda en las “Casas Baratas”, viviendas unifamiliares construidas y subvencionadas por el Ministerio de la Vivienda, junto a la carretera de Cenicero. Dos de esas viviendas estaban reservadas a los maestros que ejercían en Uruñuela.
La abuela era una mujer acogedora, siempre dispuesta a invitar a comer, si llegábamos a esa hora a su casa o a merendar su especialidad de pan con arrope o mostillo, un dulce a base de nueces hervidas en arrope. En la casa tenía un cesto alto de mimbre con visillos de ganchillo o encaje que no se utilizaban, y nos los dejaba a las nietas para jugar a “las comedias”, a vestirnos de reinas mora y cristiana. Nos zambullíamos así en “Las mil y una noches”, con aquellas vestimentas improvisadas.
La abuela tenía como criada a Concha, una muchacha de 16 años, rezongona y descarada, de quien mi abuela decía: “Me tiene más harta que el buey de paja. Yo la pondría ya de patitas en la calle, pero su madre es una buena mujer, que tiene varios hijos y necesita su sueldo”.
Concha era amiga mía, aunque no me gustaba cuando rezongaba en voz baja: “!Esta mujer está cada día más chocha!”, porque la aludida era mi abuela. A mis ocho años, no me atrevía a contradecirla. Pero Concha era también muy graciosa, conocía todas las historias de la gente de Uruñuela y me las contaba, con todas sus picardías. Su habitación daba a una calleja estrecha que separaba las casas de mi abuela y de Ángeles, una señora soltera mayor, que había servido de joven como criada doméstica en casa de unos “señoritos” muy educados de Portugalete, y de ellos había aprendido modales y palabras, algo por lo que, más de uno en Uruñuela, la calificaba de redicha. De vez en cuando Ángeles iba con casa de la abuela; eran buenas vecinas.
Una tarde de domingo, después de comer, fuimos a la habitación de Concha y desde allí, ella me mostró una ventana de la casa de Ángeles, y en el alfeizar reposaban unas botellas altas de barro. Concha me dijo que, en ellas, Ángeles guardaba cagalera. ¡No puede ser!, le dije. Me aseguró que sí y yo le repetía que no. Para demostrármelo, Concha bajó al corral a por unas piedras, las lanzó contra las botellas y las rompió. Efectivamente un líquido viscoso apareció entre los cascos de las botellas rotas.
Al día siguiente, Ángeles llegó a casa de la abuela y le contó que unos gamberros habían tirado piedras contra su ventana y le habían roto las preciosas botellas de barro en las que guardaba mermelada recién hecha. A Concha, que estaba presente, le entró la risa y salió de la cocina. A mí, por el contrario, se me encogió el corazón. Ángeles continuaba diciendo: “En este pueblo hay demasiado vandalismo y falta instrucción pública. En Portugalete, era distinto”. Ese día yo me sentí la más miserable de la tierra, por haber secundado aquella fechoría.
Un domingo por la tarde, después de asistir al rosario en la iglesia, mis primos y yo fuimos a “las comedias”, que había preparado Concha y su hermana Divi, en una cochera de mi abuela. Las comedias consistían, principalmente, en cantar a capela varias coplas y pasodobles e interpretar algunos bailes. Junto a otros chicos asistentes, fuimos pagando una peseta, para poder entrar y sentarnos en el suelo. La función tardaba en comenzar y los chicos mayores comenzaron a impacientarse y a silbar. Yo sufría por Concha, porque la apreciaba.
Desde el camerino improvisado, con un biombo más improvisado aún, oíamos discutir acaloradamente a Concha y a su hermana Divi. La rechifla general aumentaba. Las hermanas decidieron -no sé por qué razón- no actuar y dijeron que devolverían el dinero. Todos nos pusimos a la fila para recuperar la peseta y, cuando Concha me vio, me fulminó con los ojos y dijo en voz alta: ¡Las ricas, cuanto más tienen, más quieren! Me avergoncé y me fui. Pese a que no recobré la peseta, Concha estuvo sin hablarme dos semanas, cada vez que yo iba a la casa de la abuela.
La abuela Felicias soportó con resignación al abuelo Antonio, su marido en los últimos años, que andaba muy gruñón. "Este hombre tiene mal cerrar", decía para consolarse.
Felicias Martínez murió con locura senil, en la que confundía tiempo y espacio, las dos coordenadas en que nos movemos los hombres. Decía cosas incoherentes, que resultaban graciosas y penosas a la vez. Sufría zozobras a causa de preocupaciones inventadas, por la casa y las fincas. Se sentía propietaria hasta el final. Ella había olvidado su antiguo consejo de “Sosiégate, sosiégate”. Es el triste final de muchos abuelos. Y somos genética.
Una nieta lleva su nombre: Felicitas.
Viñas en otoño. Entre Cenicero y Huércanos
domingo, 6 de julio de 2025
MICHI MUELA prepara su nuevo poemario "Amar para volar"
Ana María Muela, escritora
CAMILO CELA CONDE: "Los cuentos carpetovetónicos de CJC -mi padre- son en mi opinión, la esencia misma de su literatura",
** La fundación Charo y Camilo José Cela celebró con gran éxito el centenario del nacimiento de mi padre
Camilo José Cela, CJC, premio Nobel 1989. Foto Zenda Julia Sáez-Angulo
Fotos: Luis Magán
07.07.2025.- Madrid.- Camilo José Cela Conde (Madrid, 1946) ha sido profesor de Evolución Humana en las universidades de las Islas Baleares y California (Irvine).
Ha publicado numerosos artículos en revistas científicas y libros académicos en las editoriales Siglo XXI, Alianza y Oxford University Press. El último de ellos, con Francisco Ayala, es Humanos ¿o no? Madrid, Alianza, 2021. Además ha publicado dos novelas (Como bestia que duerme, premio Fernando Quiñones 2002, y Telón de sombras), libros de cuentos y libros de viajes.
Es “Fellow” de la American Association for the Advancement of Science” (sección de Biología), distinción concedida en 1999, y miembro del Center for Academic Research and Teaching in Anthropogeny, Salk Institute & University of San Diego, elegido en marzo de 2008. Fue elegido miembro del Colegio Libre de Eméritos en 2022. Es presidente de la Fundación Charo y Camilo José Cela.
1. Recibida la Medalla Mayte Spínola para su padre Camilo José Cela In Memoriam. ¿Cómo resumiría el legado de su padre?
Resumir una vida tan fecunda, variopinta y azarosa como fue la de Camilo José Cela (a quien llamaré en adelante CJC, como solía hacer él al referirse a sí mismo) no es nada fácil. Escribió La familia de Pascual Duarte siendo muy joven pero las dificultades de la postguerra y lo complicado que era vivir del oficio de escritor, incluso si le añadimos el de periodista, llevaron a CJC a probar numerosos caminos: pintor (hizo una exposición en Madrid y en Coruña en 1946), actor de cine (con dos películas que yo recuerde, Facultad de letras y El sótano) e incluso torero (con varias novilladas pero sin lograr nunca rematar la suerte). Comenzó varias carreras, pero, como él mismo decía, logró no terminar ninguna. Fue funcionario (censor) y dios sabrá qué más. Cuando hacia 1950 le echaron del trabajo, le quitaron el carnet de prensa (lo que le impedía publicar artículos) y la censura le prohibió la segunda edición del Pascual Duarte y la salida de La colmena, la familia vivía de las conferencias que daba en América.
Pero sin duda que será recordado como autor de las dos novelas más importantes del siglo XX, esas dos mismas: La familia de Pascual Duarte y La colmena. Y, por supuesto, por el Premio Nobel.
2. ¿Qué obras suyas permanecerán como clásicas?
Además de las ya indicadas, seguro que el Viaje a la Alcarria, Mrs. Caldwell habla con su hijo, Pabellón de reposo, San Camilo 1936, Mazurca para dos muertos... Son muchas las que entran en la apuesta.
3. ¿Tiene ud preferencias en su obra? ¿Cuáles son y por qué?
Dejando de lado las obras que cualquiera indicaría, a mí me gustan mucho su primer libro de memorias, La rosa, y los cuentos carpetovetónicos como son los que quedan recogidos en El gallego y su cuadrilla. La rosa me parece el libro que dice más de la forma de ser de CJC. Y los cuentos carpetovetónicos son, en mi opinión, la esencia misma de su literatura.
4. ¿Quiénes serían los discípulos o seguidores, de alguna manera, de la literatura de su padre?: José Manuel de Prada, Umbral…
No creo que tenga ningún discípulo ni es fácil que aparezca. Sus novelas no crearon escuela quizá por su prosa, que es tan inconfundible como inimitable, salvo que quede claro que se trate de una imitación. Es curioso que los libros de viaje, fórmula a la que CJC le dio una nueva trayectoria en la que son más importantes las personas que los paisajes, hayan sido seguidos de alguna manera por escritores como Llamazares que tienen muy mala opinión de CJC, aunque tal vez sea más por la forma de ser de mi padre, que por su forma de escribir.
5. ¿Qué había de “personaje” en la vida del escritor Nobel 1989? ¿Carácter y amante de su tierra?
Para la prensa, es decir, siempre que había un periodista cerca, CJC representaba a la perfección el personaje que había creado, el de un bárbaro que desayuna niños crudos. Pero mi padre no era así en absoluto. En cualquier caso, está claro que su amor por Galicia queda fuera de toda duda. Como su carácter.
6. ¿Era realmente un hombre muy “gallego”, en el sentido de ambigüedad o era un hombre directo?
De nuevo hay que distinguir el CJC de puertas afuera o adentro. En una ocasión un periodista le preguntó a mi padre si era verdad que los gallegos respondían a cualquier pregunta con otra pregunta y CJC le contestó: "¿Y a usted quién se lo dijo?"
Pero en el ambiente familiar mi padre era mi padre: sencillo y directo, aunque, por supuesto, igual de capaz para el regate corto.
7. ¿Qué tareas hace la Fundación Charo y Camilo J. Cela, de la que está ud cerca?
La fundación Charo y Camilo José Cela celebró con gran éxito el centenario del nacimiento de mi padre, pero la falta de medios no le ha permitido seguir por aquel camino. Estamos buscando la mejor solución para mantener vivo el recuerdo de lo mucho que hicieron mis padres.
8. ¿Sigue de cerca el trabajo de la Fundación en Iria Flavia?
No.
9. Aparte de su propia biografía “Cela, mi padre", ¿Qué otras biografías buenas se han escrito sobre el Premio Nobel?
Cela mi padre (el editor quitó la coma imprescindible) no era una biografía. Era una crónica de mis recuerdos de lo que fue la vida en casa de mis padres. Han salido algunas cosas, una mejores que otras, pero creo que aún no se ha hecho una verdadera biografía de CJC.
10. Ud fue amigo del rey emérito D. Juan Carlos en Mallorca ¿Qué recuerdos guarda de él?
Los de una persona divertida, ocurrente, entrañable y muy poco apegada a los modos aristocráticos.
11. II Marqués de Iria Flavia, ¿Utiliza el titulo?
El verdadero marqués de Iria Flavia fue mi padre, quien se ganó el título. Yo no he hecho mérito alguno para merecerlo. Pero lo respeto, lo agradezco y lo utilizo siempre que resulta conveniente hacerlo.
12. Ud. tiene en su haber una veintena de libros científicos y literarios. ¿Anda actualmente metido en algún otro?
Ando metido en investigaciones que darán lugar a artículos que aparecerán en revistas científicas. Pero libro, no tengo entre manos ninguno.
Camilo Cela Conde con la medalla y el cuadro de Mayte Spínola
sábado, 5 de julio de 2025
RECUERDOS FAMILIARES VI.- Antonio Sáez Amezúa, abuelo paterno de Huércanos. Lector silencioso
Julia Sáez-Angulo
El Escorial.- 3/7/25.- Del abuelo paterno Antonio Sáez Amezúa (Huércanos. La Rioja, 17.01.1878- 23 .07.1957) tengo menos datos, porque él era reservado, no hablaba mucho; tampoco mi padre era una fuente oral abundante, quizás por eso, los pocos recuerdos que guardo de aquel están bien grabados en mi memoria. Como yo era la hija del quinto vástago del abuelo y de su esposa Felicias Martínez, lo traté siendo ya mayor, un “abuelo”, solo durante trece años. Él fue la primera muerte que conocí en familia, algo que me causó un impacto tremendo, pues hasta entonces pensaba que solo morían los otros.
Como mis padres vivían en una casa retirada del centro de Uruñuela, donde estaba la huerta de hortalizas y flores, junto a la casa del hortelano, se construyó una más grande. El abuelo Antonio se daba todos los días un paseo para revisar la huerta y llevarse a casa las lechugas, tomates, pepinos… y otras hortalizas que estimara conveniente, de las que en casa se disponía igualmente con libertad. Al abuelo, más que las hortalizas le interesaban los árboles y logró un gran caqui, varias higueras, tres manzanos, un peral de Longuindo, otro de peras de agua, dos avellanos… Intentó cultivar un granado, protegiéndolo con un cuévano en invierno, pero al tercer año, las heladas lo exterminaron.
Yo bajaba a la huerta para estar con él, siendo muy niña y le saludaba con un hola. Pocas palabras más cruzábamos, salvo sus advertencias, cuando me acercaba a alguno de los tres pozos artesanos que tenía la huerta. Una de las cosas que no olvidé fue su reproche, cuando yo estaba comiendo un racimo de uvas, haciéndolo descender de mi mano directamente a la boca y me dijo en tono sentencioso: “Así comen las uvas los perros. Las personas las van desgranando con los dedos”. Yo debía de ser algo mocita, porque me sentí humillada, pese a que no había testigos. Él era muy recto, lacónico, y no dejaba pasar una en la educación de los pequeños.
Antonio Sáez Amezúa era un hombre lector. Tenía toda la colección de Clásicos Ebro en su armario librería, cerrado con puertas de cristal esmerilado en verde. Cuando hablaba de los escritores, lo hacía ceremoniosamente con el tratamiento de don y sus apellidos: Don Félix Lope de Vega y Carpio; Don Ramón María del Valle Inclán, Don Benito Pérez Galdós, Don Pío Baroja, Doña Concha Espina… Clásicos Ebro era una colección de ediciones de obras clásicas de la literatura española, publicada por la editorial del mismo nombre durante la Guerra Civil Española. La colección fue fundada en 1938 por José Manuel Blecua Teijeiro.
Mi abuelo quiso que todos sus hijos estudiasen en la Universidad. “El campo es muy duro” decía. Abrió un piso en Madrid, en la plaza de Cuatro Caminos, cerca de la Complutense, para que allí estudiasen los chicos y Juanita, hija, residía con ellos para llevar la casa y atender las labores domésticas de los hermanos. Muy propio de aquel tiempo. Eso sí, tía Juanita se casó con el tío Francisco de Pablo, que fue compañero de sus hermanos Santiago y José; llegó a secretario de Ayuntamiento en Nava del Rey. Cuando estalló la Guerra Civil en 1936, se cerró el piso de Cuatro Caminos, y los dos hermanos menores no fueron a la Universidad.
AMEZÚA, UN APELLIDO DE BÉRRIZ
Tarde o temprano, todos los nietos nos preguntábamos por el segundo apellido vasco del abuelo Antonio: Amezúa. Por este apellido se le conocía en Uruñuela y muchos creían que era un apodo. Antonio Sáez Amezúa procedía de Huércanos, pueblo vecino a Uruñuela. Era un hombre de buena presencia, con rica hacienda, pero la tierra de Huércanos no era tan buena para la viña, como la de Uruñuela. Carecía del hierro conveniente. Antonio era un hombre reservado y cauto. Algo desconfiado.
Llegó a Uruñuela al casarse con Felicias Martínez, una bella morena viuda, con dos hijos pequeños, bien situada. El forastero reservado no era de ir al casino ni a bares, era más de leer y quedarse en casa, por lo que se mantuvo con cierto aislamiento en Uruñuela, algo no muy bien comprendido por los de su nuevo pueblo, que lo veían distante y algo estirado.
Su apellido Amezúa venía de su madre Máxima Amezúa, hija única de un maestro cubero vasco, llegado de Bérriz (Vizcaya) para limpiar y adecentar las cubas de la familia, que han de estar siempre impolutas para acoger la cosecha de las viñas. El maestro cubero de Bérriz se casó con Máxima, la hija única del dueño de las cubas y logró un matrimonio ventajoso. Mi primo José Sáez Morga, abogado, conoció a los Amezúa de Bérriz en un viaje que hizo y me habló de ellos. Tenían un negocio de carnes.
El abuelo Antonio heredó numerosas fincas de su madre Máxima, al igual que su hermana Sixta, pero ciertamente no eran tan buenas como las de Uruñuela, por lo que acabó vendiéndolas poco a poco y sutituyéndolas por tierras de Uruñuela que eran mejores y estaban más cerca de la nueva casa, algo que luego provocó alguna diferencia de criterio a la hora del reparto de herencia entre los hijos del primer y segundo matrimonio de la abuela Felicias.
No olvidemos que el mejor terreno del vino se da en los pueblos de Haro, Cenicero, Uruñuela y Fuenmayor, Rioja Alta, unas tierras ricas en hierro y las mejores para cultivar la viña. La Rioja Baja, que se acerca al Ebro, es buena para hortalizas, no para vino. En la actualidad, según decía mi padre, los enólogos hacen maravillas y enderezan los cabezones vinos de Aragón (a veces superaban los 14 grados) o los fuertes de Navarra. Algunos de mis parientes, comentaban entre bromas y veras que los hombres de la Rioja Baja eran “otra cosa”.
Cuando se reunían los siete hermanos Sáez Martínez (Santiago José, Florentino, Antonio y Luis, junto a los yernos Crescencio y Francisco) en el comedor para resolver asuntos familiares, los que paseaban por la carretera los oían y decían: “Ya están los hermanos Sáez discutiendo”. No era así, sino que hablaban muy alto para quitarse la palabra unos a otros, ya que eran muy verbosos. Todos ellos vivieron fuera de Uruñuela, por lo que se acabó vendiendo la casa de los abuelos a los administradores, algo que a mí me producía tristeza cuando pasaba junto a ella.
El abuelo fue generando un silencio casi total y tenía dificultades de movilidad, al final de sus días. Estuvo sentado algunos años en un gran sillón de mimbre con copete de abanico, entre cojines floreados. Parecía un anciano patriarca. Le daban de comer en la boca, la abuela o Concha, la criada. Murió cuando yo tenía 13 año. La noticia me la dio mamá. Fue el primer muerto que vi en la familia. Cuando fui a casa de la abuela Felicias, ella me condujo a donde estaba el abuelo, amortajado con un traje azul marino de rayas diplomáticas. “!Mira, qué buen mozo era!, me dijo. El abuelo muerto parecía elegante y sereno, frente al gesto de hastío que sostenía en los últimos dos años de su vida. Descanse en paz.