miércoles, 9 de julio de 2025

MARÍA ÁNGELES LÓPEZ MORA. Tertulia de damas sobre recuerdos históricos en Tuy: sor Lucia, vidente de Fátima; monseñor López Ortiz, san Josemaría Escrivá, Álvaro del Portillo, Isidoro Zorzano...

María Ángeles López Mora, busca la foto de la vidente Sor Lucia
Damas de la tertulia con María Ángeles López Mora en el centro


Julia Sáez-Angulo
Fotos: Conchita López y Pérez
9/7/25 .- El Escorial.- Pertenece a una ilustre familia de San Lorenzo de El Escorial, porque su padre fue magistrado del Tribunal Supremo y su tío, fraile agustino de la comunidad escurialense, que llegó a obispo de Tuy, por eso, el Real Sitio cuenta con una Plaza de López Ortiz. Pero ella, María Ángeles López Mora nació en Albuquerque (Badajoz) en 1928, cuando su padre estuvo allí destinado como juez. Era la mayor de ocho hermanas y un hermano.
María Ángeles, fue directora del Instituto Superior de Administración, ISA, directora del Colegio Eskibel de San Sebastián y finalmente, profesora del Colegio Senara en Madrid, y ha sostenido una animada tertulia con un grupo de damas, en El Pinarillo de San Lorenzo de El Escorial, para contar sus recuerdos de los personajes históricos, que conoció, cuando estuvo en Tuy, acompañando a su tío, el recién nombrado obispo, monseñor José López Ortiz, célebre arabista e historiador del Derecho. 
Entre los personajes que conoció y trató María Ángeles:  Sor Lucia dos Santos (1907-2005), última vidente de Fátima, monseñor José María Escrivá de Balaguer, canonizado santo en 2002 por Juan Pablo II; Álvaro del Portillo, beatificado en 2014 por el papa Francisco, e Isidoro Zorzano (1902-1943), ingeniero industrial argentino, hoy venerable.
Cuando M. Ángeles tenía quince años, su madre la envió a Tui con un libro de cocina, para ayudar, en la intendencia de los primeros meses, a su tío, nuevo obispo, que tenía que residir en un vetusto palacio arzobispal del siglo XII, cuando todavía se cocinaba con leña en una cocina económica. Allí conoció M. Ángeles a Sor Lucia, que estaba en las Monjas Doroteas de la ciudad y le ayudó en las tareas domésticas, con gran amabilidad. Le advirtieron a M. Ángeles que no le interrogara nada sobre las apariciones de Fátima, “pero no hizo falta, pues sor Lucia hablaba continuamente de la Virgen y de su ayuda desde el cielo”, explica M. Ángeles.
    José Ángel López Ortiz, O.S.A. (San Lorenzo de El Escorial, 1898- Madrid, 1992) era amigo personal de José María Escrivá, al que había conocido en la Universidad de Zaragoza en 1924, donde fue profesor de Teología Moral de Álvaro del Portillo, José María Hernández Garnica y José Luis Muzquiz —los tres primeros miembros del Opus Dei— que se ordenaron el 24 de junio de 1944. 
    José María Escrivá hizo un viaje a Tuy junto con Álvaro del Portillo y allí se entrevistó con monseñor López Ortiz, en el palacio arzobispal, donde entonces residía María Ángeles y tuvo la ocasión de conocer al fundador del Opus Dei.
    Cuando sor Lucia dos santos conoció en Tuy a José María Escrivá, fundador del Opus Dei, ella le animó a Escrivá a establecer el Opus Dei en Portugal, pero aquel le respondió que no podía, ya que carecía de pasaportes en aquel momento. Lucía llamó a Lisboa y consiguió un documento para que él y su compañero Álvaro, pudieran pasar la frontera. “Sor Lucia tenía cierta influencia en su país”, cuenta M. Ángeles.
    A la vuelta a Tuy de su viaje a Portugal, José María Escrivá le dijo a Álvaro del Portillo que se habían olvidado de un regalo para la niña (María Ángeles) y mandó parar el coche. En la carretera encontró un gatito pequeño que fue el obsequio para la niña. “Don Álvaro lo llevaba en la teja de clérigo, porque el animalito tenía las uñas afiladas”, contaba M. Ángeles.
Desde entonces, M. Ángeles López Mora vio y se entrevistó con monseñor Escrivá en diversas ocasiones, alguna de ellas en El Escorial, como la vez en que su padre enseñó el Real Monasterio al fundador del Opus Dei y sus acompañantes, entre ellos Isidoro Zorzano, cuando éste percibió que López Ortiz estaba triste y se lo comunicó al padre Escrivá, quien le preguntó qué le sucedía. El jurista estaba preocupado por la salud de su madre de avanzada edad, pero Escrivá le dijo que no se preocupara, porque iba a vivir unos cuantos años más, porque a su hermano obispo le iba a convenir su presencia. 
    Sor Lucia, la vidente pasó de las Doroteas a ser monja carmelita.
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María Ángeles López Mora
Sor Lucia dos Santos, última vidente de Fátima

Damas de la tertulia con María Ángeles López Mora en el centro

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