jueves, 21 de abril de 2022

MERCEDES RUBIO: El filósofo Leonardo Polo renovó la metodología de la Filosofía a partir del descubrimiento que denominó el “límite mental humano”

Mercedes Rubio, profesora e investigadora

Leonardo Polo, filósofo

Julia Sáez-Angulo

        Jerusalén, 22/4/22.- Mercedes Rubio estudió la licenciatura en Filosofía en la Universidad de Navarra. Tras recibir el Diplome Européen d’Études Médiévales en Roma se trasladó a la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde obtuvo el Doctorado en Filosofía con una tesis por la que obtuvo en Israel el Premio Shlomo Pines (2002) y que fue posteriormente publicada por la editorial Springer con el título Aquinas and Maimonides on the Possibility of the Knowledge of God. Sus investigaciones cubren un amplio espectro de temas, destacando sus publicaciones en el área de la filosofía clásica y medieval griega, latina, árabe y hebrea. Entre sus principales intereses especulativos se encuentran la teoría del conocimiento, la filosofía del lenguaje y los recientes descubrimientos en el campo de la semiótica. Han sido precisamente sus estudios sobre la gnoseología clásica y medieval los que le han llevado a profundizar en los últimos años en la teoría del conocimiento de Leonardo Polo, a quien tuvo como profesor durante su estancia en la Universidad de Navarra cuando éste estaba todavía preparando para su publicación los dos últimos volúmenes de su Curso de Teoría del Conocimiento y estaba trabajando en las tesis de su obra cumbre, la Antropología Trascendental.

Ha sido investigadora visitante en varias universidades de Europa y Estados Unidos. Actualmente es profesora de Filosofía en el Instituto Polis de Lenguas y Humanidades de Jerusalén e Investigadora Asociada de la Universidad de Navarra. Recientemente se ha incorporado al Grupo de Investigación “Continuación al Pensamiento de Leonardo Polo” de esta universidad, así como al equipo del Leonardo Polo Institute of Philosophy de Chicago. Es miembro de la Societé Internationale pour l’Étude de la Philosophie Médiévale (SIEPM) y de la International Association of Semiotic Studies.

1. ¿Quién era Leonardo Polo?

Fue un filósofo, profesor universitario y escritor español nacido en Madrid el 1 de febrero de 1926, y fallecido el 9 de febrero de 2013. Tras la Guerra Civil española su padre, que había sido Fiscal general de la ciudad de Albacete, tuvo que marchar al exilio, viviendo primero en Nicaragua y después en Chile, donde murió en 1946.

 De su época de bachiller recuerda la lectura de la Filosofía Fundamental de Balmes, que leyó con 15 años. La idea básica que saca de esta obra es la importancia de los primeros principios en filosofía. Su lectura posterior de la Suma Teológica de Tomás de Aquino le hace pensar que este autor puede ser corregido o ampliado en algunos puntos, en contra de lo que pensaban la mayoría de los tomistas. Otro autor al que leyó por aquella época es Ortega. Le gustaba especialmente El espectador, su estilo literario y la brillantez de su prosa. También leyó a Zubiri, en concreto, la obra titulada Naturaleza, Historia y Dios. Asistió a un curso de Zubiri dado en la Cámara de Comercio de Madrid, y a otro de Ortega sobre Toynbee.

Su pensamiento está marcadamente influido por Aristóteles, cuyas obras leía directamente en griego. Además de sus lecturas filosóficas de este período también dedica tiempo a la novela y a la poesía, sobre todo en lengua francesa y española.

Termina el bachillerato en 1945 (19 años) y obtiene premio extraordinario en el examen de Estado. Por razones familiares, tras haberse planteado hacer matemáticas decide estudiar Derecho, ya que esta carrera le brindaba la posibilidad de incorporarse al bufete de un tío suyo.

En 1949, al terminar la carrera, decidió matricularse en los cursos de doctorado en Derecho. Terminados los cursos de doctorado, prepara unas oposiciones a las que no llegó a concursar y termina decantándose por la investigación. En este período lee la Filosofía del Derecho de Hegel, Ser y Tiempo de Heidegger, la Crítica de la Razón Práctica de Kant, así como escritos de Aristóteles y de Leibniz, la Ética de Spinoza y otros, y se matricula en la licenciatura de Filosofía y Letras.

En 1950, Polo comienza a reflexionar sobre una cuestión que marcará su obra como filósofo. Se trata de su comprensión de la naturaleza de lo que llama el límite mental y de la posibilidad de superarlo para conocer la existencia extra-mental, que influirá de algún modo en pensadores como Trías.

En 1952 viaja a Roma con una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas para investigar sobre filosofía del derecho. En Roma entra en contacto con juristas como Del Vecchio y Capograssi, y se dedica a desarrollar su hallazgo de 1950, que intenta vincular con el tema de su tesis doctoral "El carácter existencial del Derecho natural". Paulatinamente va centrándose en la filosofía, alejándose de los enfoques jurídicos.

En 1954 vuelve de Roma y se incorpora a la Universidad de Navarra para impartir Derecho natural y, más tarde, Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos, como catedrático de Historia de la Filosofía. Se matricula en la Universidad Central de Madrid como alumno libre de Filosofía y obtiene en 1961 el grado de doctor con una investigación sobre Descartes. En ella lo presenta como un voluntarista frente al tópico habitual de encuadrarlo como racionalista. Esto llamó la atención de pensadores como Paul Ricoeur, que a su paso por Navarra en 1967 preguntó por Leonardo Polo, aunque no le pudo hallar, pues en esas fechas Polo ocupaba ya la cátedra de Fundamentos de Filosofía en Granada, obtenida por oposición en 1966. La tesis doctoral sobre Descartes, editada en 1963 bajo el título Evidencia y realidad en Descartes, obtuvo el premio Menéndez Pelayo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En 1966, dejó la Universidad de Navarra y aprovechó para presentarse a las oposiciones de Catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad de Granada. Tras obtener dicha plaza, permaneció dos años en Granada impartiendo su magisterio. En 1968 regresó a la Universidad de Navarra como Profesor Ordinario. Allí fue director de Estudios de la Facultad de Filosofía y Letras (1968-1972), y Director del Departamento de Historia de la Filosofía y de las Ciencias. En 1996 fue nombrado Profesor extraordinario en la Universidad de Navarra, y al año siguiente, Profesor Honorario.

2. ¿Qué aportó a la Filosofía?

Su pensamiento propone una renovación metodológica de la filosofía a partir de un descubrimiento: lo que él denomina el límite mental humano (que radica en el pensamiento objetivador). A diferencia de lo que propusieron pensadores como Descartes, Kant o Hegel, Polo demuestra que dicho límite puede abandonarse, y al hacerlo se afrontan los grandes temas de la filosofía de una nueva y más fecunda manera.

La detección del límite mental se corresponde con el descubrimiento de la inserción del operar intelectual en el ámbito de la persona que lo ejerce. El pensamiento no es algo absoluto, incondicionado, que se imponga de suyo a la subjetividad individual, como propone el Idealismo moderno; sino una manifestación de la persona que lo aporta. El abandono del límite, entonces, permitirá acceder al ser extramental, en cuanto que independiente del pensamiento humano y no referido a él. Y también, por otro lado, al propio ser personal, que no se agota en la mera índole pensante de la persona, ni se refiere tampoco a ella.

Al hilo de su método filosófico, Polo descubre que la vía privilegiada de acceso al ser es la penetración en la intimidad de la persona. Por ahí se desvela que al ser personal más que existir le corresponde co-existir. Polo describe el ser del hombre como ser-además, siempre además. Añadirse, acompañar, aportar, y así mantenerse siendo es lo propio de la libertad: la persona es existencialmente libre. Por ello mismo, la persona tiene intimidad, no se cierra en sí misma, y se manifiesta en su esencia: dispone según ella es. La persona es intimidad donal y libre.

Por esa vía se descubre que la razón o inteligencia discursiva y la voluntad no son, como consideraron los clásicos y como mantiene el pensamiento moderno y contemporáneo, el ápice de la persona humana. Son, en efecto, facultades o potencias espirituales del alma, pero el alma -muestra Polo- es tan sólo el ápice de la esencia humana. Por encima de la esencia, que es la manifestación de la persona hacia el mundo exterior y hacia las demás personas, se encuentra el ser del hombre, que se identifica con su núcleo personal. Es allí donde se encuentran los radicales personales humanos: conocer personal y libre, amar personal y libre, coexistencia libre. Estos radicales son los trascendentales personales, es decir los radicales de todo aquel que es persona.

3. ¿Cómo fue su labor docente?

Su labor docente fue callada pero incansable, de una extraordinaria fecundidad. Era muy paciente y receptivo hacia los alumnos y colegas, un hombre que sabía escuchar y que se interesaba por todo y por cada una de las personas que lo rodeaban. Cuando escribió su obra El Acceso al Ser, que es su primer intento de transmitir su propuesta para resolver las aporías de la filosofía moderna, centrada en el sujeto pensante pero carente de una base antropológica y gnoseológica sólida que permitiera afrontar las cuestiones que estaban planteando autores como Descartes, Kant, Hegel o Heidegger, recibió muchas incomprensiones por parte de sus colegas. Lejos de insistir en unas tesis que eran evidentemente revolucionarias en su entorno, optó por callar y seguir pensando. Concluyó que si no le entendían él debería encontrar formas de hacerse entender mejor. Estuvo callado durante 20 años, dedicado a la docencia oral pero sin publicar nada durante ese largo tiempo. Poco a poco, su pensamiento fue calando entre sus estudiantes. Algunos de estos decidieron grabar sus clases y transcribirlas a máquina. Después le daban a revisar las transcripciones, y esos textos de su enseñanza oral corregidos por él mismo fueron lo que empezó a publicar. Éste es el origen de la mayoría de sus libros: cursos de licenciatura, de maestría y de doctorado, conferencias, seminarios… Tuvo la humildad de dejarse ayudar por sus discípulos, y éstos tuvieron la clarividencia del valor que el pensamiento de don Leonardo tenía para el futuro de la filosofía.

4. ¿Por qué le interesó a usted?

Tuve la enorme fortuna de estudiar filosofía en la Universidad de Navarra cuando él estaba todavía activo como profesor. Cuando yo llegué a la universidad estaba a punto de publicar el tercer volumen de su Teoría del Conocimiento. Aunque en aquella época yo me interesaba más por el pensamiento de autores clásicos y medievales y no pude tener una visión de conjunto de su pensamiento, muchos de los que le escuchábamos intuíamos ya que estábamos ante “uno de los grandes”. Después mi vida profesional me ha llevado por otros derroteros pero siempre conservé el deseo de volver a estudiar a Polo en cuanto pudiera. He podido realizar ese sueño recientemente y desde hace un par de años me estoy empapando de su filosofía, que es fascinante. En particular me atraen sus descubrimientos sobre la persona humana. Nadie en filosofía ha llegado tan lejos como él en el desvelamiento de quién es el hombre.

5. ¿Cuál es su bibliografía principal?

En la obra de Leonardo Polo se pueden distinguir cuatro períodos. Tiene un primer período en el que aborda los temas principales de la metafísica desde su método del abandono del límite mental, un segundo período epistemológico de desarrollo de su teoría del conocimiento, un tercer período en el que desarrolla su antropología, que él sitúa en un plano trascendental al mismo nivel de los trascendentales metafísicos descubiertos por los medievales, y un último período en el que completa sus investigaciones con estudios sobre otros temas clásicos y contemporáneos. 

Período metafísico

1. Evidencia y realidad en Descartes. Madrid: Rialp, 1963. Pamplona: Eunsa, 1996, 2007.

2. El acceso al ser. Pamplona: Universidad de Navarra, 1964. Pamplona: Eunsa, 2004.

3. El ser I: la existencia extramental. Pamplona: Universidad de Navarra, 1966. Pamplona: Eunsa, 1997.

Período epistemológico:

4. Curso de teoría del conocimiento, v. I. Pamplona: Eunsa, 1984, 1987, 2006.

5. Curso de teoría del conocimiento, v. II. Pamplona: Eunsa, 1985, 1988, 1998, 2006.

6. Curso de teoría del conocimiento, v. III. Pamplona: Eunsa, 1988, 1999, 2006.

7. Curso de teoría del conocimiento, v. IV/1ª parte. Pamplona: Eunsa, 1994. Conjunta con la 2ª parte, Pamplona: Eunsa, 2004.

Curso de teoría del conocimiento, v. IV/2ª parte. Pamplona: Eunsa, 1996. Conjunta con la 1.ª parte, Pamplona: Eunsa, 2004.

8. Hegel y el posthegelianismo. Piura [Perú]: Universidad de Piura, 1985. Edición española (sin los dos estudios del apéndice), Pamplona: Eunsa 1999, 2006.

Período antropológico:

9. Quién es el hombre. Un espíritu en el tiempo. Madrid: Rialp, 1991, 1993, 1998, 2001, 2003, 2007. Piura [Perú]: Universidad de Piura, 1993.

10. Ética: hacia una versión moderna de los temas clásicos. México DF [México]: Universidad Panamericana / Publicaciones Cruz O., 1993. Edición española (con prólogo de Polo), Madrid: Unión editorial (AEDOS), 1996, 1997.

11. Presente y futuro del hombre. Madrid: Rialp, 1993, 2012.

12. Introducción a la filosofía. Pamplona: Eunsa, 1995, 1999, 2002.

13. La persona humana y su crecimiento. Pamplona: Eunsa, 1996, 1999.

14. Sobre la existencia cristiana. Pamplona: Eunsa, 1996. Reeditado con el título de La originalidad de la concepción cristiana de la existencia. Pamplona: Eunsa, 2010.

15. Antropología de la acción directiva. Coautor con C. Llano. Madrid: Unión editorial, 1997.

16. Nominalismo, idealismo y realismo. Pamplona: Eunsa, 1997, 2001.

17. Antropología trascendental I: la persona humana. Pamplona: Eunsa, 1999, 2003, 2010.

18. Antropología trascendental II: la esencia de la persona humana. Pamplona: Eunsa, 2003, 2010.

Período de vejez:

19. Nietzsche como pensador de dualidades. Pamplona: Eunsa, 2005.

20. Ayudar a crecer. Cuestiones filosóficas de la educación. Pamplona: Eunsa, 2006. 1.ª reimpresión 2007.

21. Persona y libertad. Pamplona: Eunsa, 2007.

22. El conocimiento del universo físico. Pamplona: Eunsa, 2008.

23. El hombre en la historia. Cuadernos del “Anuario filosófico” n.º 207. Pamplona: Universidad de Navarra, 2008.

24. Curso de psicología general. Pamplona: Eunsa, 2009, 2010

25. Lecciones de psicología clásica. Pamplona: Eunsa, 2009.

26. La esencia del hombre. Pamplona: Eunsa 2011.

27. Estudios de filosofía moderna y contemporánea. Pamplona: Eunsa 2012.

28. Filosofía y economía. Pamplona: Eunsa 2012.

29. Lecciones de ética. Pamplona: Eunsa 2013.

30. Epistemología, creación y divinidad. Pamplona: Eunsa 2014.

Tras las primeras ediciones de sus obras recientemente se publicaron en nueva edición sus Obras Completas. En la actualidad se están publicando como parte de esta nueva edición también sus escritos póstumos editados por algunos de sus discípulos que mejor conocieron al autor y a su pensamiento. Otro proyecto es preparar la edición crítica de sus obras, pero eso llevará todavía un tiempo.

6. ¿Quiénes fueron sus discípulos y amigos?

Tuvo y tiene muchos. Entre ellos se cuentan profesores e investigadores de distintas universidades españolas y americanas sobre todo. Tras su fallecimiento se publicó un libro de testimonios y recuerdos de él titulado Filósofo, maestro y amigo: 234 Testimonios sobre Leonardo Polo. Mi modesta contribución en él se puede leer aquí, aunque puestos a elegir recomiendo leer la de Juan Fernando Sellés, uno de los discípulos y amigos de don Leonardo que mejor le conoció y más asiduamente le trató, durante los muchos años en el que le asistió en las tareas de edición de sus escritos. También son muy importantes los testimonios de Ignacio Falgueras Salinas, un alumno que tuvo durante el tiempo que ocupó su cátedra en Granada, y que se trasladó a la Universidad de Navarra cuando Polo decidió volver a ella para seguir estudiando con él. Otros testimonios relevantes son los de Juan A. García, Jorge Mario Posada, Juan José Sanguineti, Fernando Haya, José Ignacio Murillo…

7. ¿Qué proyección internacional tuvo?

A partir de 1979, realizó una serie de viajes por América. Concretamente visitó e impartió su magisterio académico en universidades como la Universidad Panamericana de México (1979, 1983 y 1990); la Universidad de Piura (Perú), a la que viajó diecisiete veces en el periodo 1983-1999, y donde recibió el Doctorado Honoris Causa (1994); la Universidad de la Sabana en Bogotá (Colombia), donde estuvo cinco veces entre 1986 y 1997; y la Universidad de Los Andes (Santiago de Chile), en seis ocasiones entre 1987 y 1998. En Europa, impartió clases en la Universidad de la Santa Cruz en Roma, en tres ocasiones entre 1990 y 1998; la Universidad de Palermo en Sicilia, en una ocasión. En España, visitó catorce veces la Universidad de Málaga, entre 1979 y 1998.

8. ¿Qué continuidad tiene hoy Leonardo Polo? ¿Existe algún proyecto sobre su figura u obra?

Muchos. Recientemente se ha creado un Grupo de Investigación en la Universidad de Navarra titulado “Continuación del Pensamiento de Leonardo Polo”, dirigido por Juan Fernando Sellés y del que tengo la suerte de formar parte. Este grupo tiene varios proyectos en marcha: la edición digital de las obras de Polo con un motor de búsqueda diseñado ex profeso, la traducción de su obra al inglés y a otros idiomas, el impulso de trabajos de investigación en torno a su pensamiento…

Fuera de Navarra existe un Instituto de Estudios Filosóficos Leonardo Polo vinculado a profesores de la Universidad de Málaga que organiza periódicamente congresos y coloquios, y en Estados Unidos se encuentra el Leonardo Polo Institute of Philosophy, con sedes en Chicago y en South Bend.

En cuanto a publicaciones dedicadas a su pensamiento, se cuentan ya 60 libros (muchos de ellos son tesis doctorales posteriormente publicadas), 18 monográficos (de varios autores), 9 revistas y actas de congresos, 13 menciones o voces en obras de historia del pensamiento, 132 artículos y capítulos publicados fuera de publicaciones de inspiración poliana, y un número considerable de reseñas a obras de Polo publicadas.

Leonardo Polo, filósofo

1 comentario:

fer dijo...

Recordar a don Leonardo Polo, muy importante.
También tuve la oportunidad de asistir a 3 cursos de doctorado con él, cuando asistí a la Universidad de Navarra en 1986.
Parecía distraído, pero era alguien que siempre estaba especulando y eso lo hacía en público ante sus alumnos, llevándonos de la mano a consideraciones vivas sobre los grandes problemas filosóficos.
Ahora tengo el tiempo y estoy estudiando su pensamiento, en particular su gnoseología y antropología. Sin duda tiene mucho que aportar a la reflexión filosófica, superando las tremendas aporías y perplejidades en que la dejó el pensamiento moderno y post-moderno.
Fernando Gutiérrez Godinez