L.M.A.
7/4/25 .- Madrid .- La pintora Guadalupe Luceño expone “Kindertotenlieder (Canciones por los hijos muertos)”, el X Salón de Arte Abstracto en el Centro Cultural La Vaguada (Avda. Monforte de Lemos, 40. Madrid), organizado por AEPE, del 10 de abril al 9 de mayo.
“Canciones por los hijos muertos” es el título de un conjunto de 428 poemas escritos por Friedrich Rückert tras la muerte de sus hijitos Luise y Ernst en 1833 y 1834, respectivamente, víctimas de la fiebre escarlata.
Gustav Mahler empieza a trabajar en 1901 en una composición homónima inspirada en los sobrecogedores poemas de Rückert cuando aún no conocía a Alma. Tras el enlace matrimonial nace su primera hija María Anna y dos años después Anna Justine. Mahler interrumpe su trabajo en los Kindertotenlieder, pero lo retoma al poco tiempo ante la indignación de Alma que dice comprender que se ponga música a textos tan estremecedores cuando no se tiene hijos, pero no que se haga cuando media hora antes se ha abrazado y besado a unos hijos felices, risueños y sanos, y exclama: “¡Por el amor de Dios, estás tentando al diablo!”. Poco después del estreno de los Kindertotenlieder mahlerianos el 29 de enero de 1905 la advertencia de Alma se tornaría en cruel premonición: la pequeña María Anna enferma de difteria y fallece. Mahler está destrozado. Tiempo después diría que se había puesto en el lugar de un padre al que se le hubiera muerto un hijo, pero que después de perder a su hijita no habría sido capaz de componer esas canciones.
En 2006 Guadalupe Luceño empieza a trabajar en “sus” Canciones por los hijos muertos, un díptico, óleo s/contrachapado de haya, de 60 x 120 cm, inspirado en la música y la letra del ciclo mahleriano y en la guerra del Líbano de julio/agosto de 2006. Esta vez se honraría la memoria de otros hijos, los libaneses. Las esferas simbolizan los ojos de los niños, abiertos de espanto, cruzados por torrentes de sangre en forma de cedro libanés.
La obra se expuso por primera vez en el Centro Cultural Árabe-Sirio de Madrid en septiembre del mismo año. El acto inaugural de la exposición bajo el título Visiones en Casiún, en alusión al Monte Casiún que abraza la mágica ciudad de Damasco que Luceño había visitado en 2003 y volvería a visitar en 2007, fue presidida por el embajador de Siria en España, Makram Obeid. El director del Centro, Rifaat Atfé, amigo entrañable de Luceño fallecido hace pocos años en Siria, pronunció las palabras de bienvenida. La presentación estuvo a cargo de Ignacio Gómez de Liaño, gran conocedor de Siria y del trabajo de Luceño a partir de 1996. Intervinieron en el acto inaugural también el poeta Luis Luna, que recitó su Suite Siria, escrita ex profeso para la ocasión, y Hames Bitar con un recital de laúd árabe.
La obra no se había vuelto a exponer hasta ahora.
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