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martes, 29 de mayo de 2018

Brassaï: Toda su fotografía completa en la Fundación Mapfre en Madrid


BRASSAÍ : Fotógrafo
Del 31 de Mayo al 2 de septiembre de 2018
Sala Fundación MAPFRE Recoletos   - Madrid





Maica  NÖIS
 Fotos: Noïs
            29.05.18 – MADRID .- Ha tenido lugar la recepción  a la prensa en el auditorio de la Fundación Mapfre de la exposición de Brassaï: fotógrafo . Presidida por el Comisario de la exposición Peter  Galassi , conservador jefe del Departamento de Fotografía del Museum of Modern Art de N.Y  y  el  Director del Área de Cultura de la Fundación MAPFRE  Pablo Jiménez Burillo.
            Es la primera exposición retrospectiva de Brassaï organizada desde  el año 2000 (Centro Pompidou).  Y ,  que tras su paso por Barcelona y Madrid , se expondrá en el San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA) del 17 de noviembre de 2018 al 17 de febrero de 2019.
            La exposición consta de doce secciones: París de día, Minotaure, Grafitis, Sociedad, Personajes, Lugares y cosas, El sueño, París de noche, Placeres,  Cuerpo de Mujer, Retratos (artistas, escritores, amigos), La calle. Ilustrado por más de 200 fotografías en blanco y negro.
            En la exposición de motivos por  el Comisario señor Galassi se resalta la trayectoria  e importancia de este fotógrafo francés de origen húngaro. Nacido en 1899 en la ciudad de Brassó -Transilvania y con el nombre de Gyula Halász al que más tarde cambiaria por el recordatorio de su ciudad de origen (y a la que nunca regresó) . Hijo de un profesor de Literatura Francesa.  Sus estudios primeros se encaminaron hacia la pintura y en su deseo de  hacer carrera en el mundo del arte llega a Paris en 1924, donde por  entonces se acogía a una incesante comunidad internacional. Se mantenía de artículos y entrevistas para la prensa húngara y alemana (idioma que dominaba)  y con dibujos y caricaturas y fotografías. Continuando con sus deseos de convertirse en pintor.
            Sin  embargo,  debido a los encargos de la agencia Maurituis  para quien trabajaba, empezó a hacer fotografías seriamente y según confesó le llevó un año llegar a dominar el medio (1929). Se declaró en  estos trabajos un apasionado de la ciudad de noche. La mayor parte de sus ingresos de subsistencia  procedían de  la reproducción de sus fotografías en libros y revistas.
            Su carrera fotográfica se lanza en 1931 con un contrato para hacer "Paris de nuit".  En sólo tres años,  conocido ya como Brassaï,  es un nombre familiar en el mundo de la fotografía.  Su meteórica carrera incluye retratos a amigos y conocidos,  fotografía publicitaria y proyectos editoriales, fotografía el rodaje de una superproducción "La dame de Chez Maxim´s. Fotografía a Pablo Picaso para la lujosa revista de arte "Minotaure".
            Sin embargo en 1937 emite un cri de coeur  "cuanto más alejado me encuentro en la pintura ....más pintor me siento ....mi verdadera vocación ...". Sus intentos por separarse de la fotografía no se posibilitan y es después de los avatares de la Segunda Guerra Mundial en 1949 cuando, en el país que llevaba residiendo la mitad de su vida, adquiere la nacionalidad francesa, ha de continuar con su trabajo en el mundo fotográfico con enormes ampliaciones de sus fotografías en  obras de teatro. Su collage de alas de mariposa se imprime en una tela de Dior (1950). Hace incursiones como escritor con textos largos para sus libros de fotografía sobre el "Paris secreto" de los años treinta. Los artistas y sus estudios que aparece en 1976 y 1982. El libro póstumo publicado en 1997 se basa en "Marcel Proust bajo la influencia de la fotografía" .
            Henry Miller lo denominó "el  ojo de Paris" sin que debiera olvidarse que era el ojo de un extranjero. En sus primeros años en París  vive rodeado de un idioma desconocido y paseando día  y noche por todas sus calles.  La visualización de Brassaï., que tenia facilidad para establecer amistades y buscar conexiones útiles con las circunstancias que lo llevaron a hacerse fotógrafo son muy variables. Reconoció que "la fotografía era la forma estética que  mejor se correspondía con el mundo real y con el tiempo presente".
            En  el prólogo de la primera edición de las cartas a sus padres (1978) "Retrato del artista adolescente" dice "el destino, me ha bendecido, o quizás maldecido, con muchas inclinaciones diferentes, todas igualmente poderosas, y cada una exigiendo lo que es suyo". Y reflexiona con contención y humildad en la diferencia entre "mostrar lo que veo" y "expresar lo que soy". En el  libro "Conversaciones  con  Picaso" que  es mucho más que uno de los tantos testimonios escritos sobre el artista, se rememoran  las noches de París desoladas y oscurecidas en que se recortan sobre negro las torres de las iglesias y los edificios. Negrura nocturna y poderosa  con la iluminación eléctrica.
            Las fotos de Brassaï guardan una eficacia plástica con inspiración literaria (el otro mundo que tanto amaba). "Cuanto más escrupulosamente se respeta la independencia y la autonomía de su temática ..... más se incorpora la propia personalidad de la fotografía...."- Brassaï
            Como erudito brillante y a lo largo de su dilatada vida, muere en 1984 (con 85 años) y  al que su amigo Roger Grenier comparaba con Leonardo da Vinci, por el amplio abanico de sus intereses y técnicas experimentales, le dice en una entrevista ( 1980) "Incluso una larga vida es corta y hay que elegir. Cuando uno tiene el don para la pintura o la escultura, el camino está trazado...Pero cuando uno tiene varias  cuerdas para el arco, es casi una calamidad. Uno vive permanentemente dividido por sus dones "  Lamentándose siempre de lo que podría haber hecho y no hizo.










viernes, 25 de abril de 2014

Brassaï fotografía la velocidad y el color de Estados Unidos



Del 30 de abril  al 29 de junio, en la Sala San Benito de Valladolid





L.M.A.


            La Sala San Benito de Valladolid acoge la exposición fotográfica "Brassaï en América, 1957", del 30 de abril al 29 de junio próximos. La muestra, que consta de 57 fotos vintage en blanco y negro y 50 fotos en color, está comisariada por Agnès de Gouvion Saint Cyr y ha sido organizada por diChroma photography con la colaboración del Estate Brassaï. El origen de esta exposición es un viaje que realizó el fotógrafo francés a Estados Unidos en 1957, invitado por la revista Holiday para fotografiar Nueva York y Nueva Orleans. El resultado es un reportaje con imágenes inéditas en el autor, sobre todo por salirse de su ambiente habitual de París y por el medio centenar de fotografías en color que incluye. Brassï cambió de ritmo y pasó de la horizontalidad parisina a la verticalidad y la velocidad de Nueva York. Este proyecto es, asimismo, el resultado del éxito de su exposición neoyorquina sobre los «grafiti» parisinos, que cambió la relación del artista con Estados Unidos. Con posterioridad, su talento sería reconocido en 1968 con una amplia retrospectiva en el MoMA. Acompaña a la exposición el libro del mismo título editado por Flammarion.
¿Brassaï?   
            ¿Brassaï? Todo el mundo en seguida asocia a este inmenso fotógrafo ―que aunque de origen húngaro se hizo tan parisino― las imágenes de un París clandestino, que retrató en los años treinta. Amigo de los surrealistas, cercano a Picasso, dibujante, escultor, escritor, inventor volcánico y multifacético, Brassaï simboliza el espíritu mismo de una fotografía inimitable de la cual es, junto a André Kertéz y a Henri Cartier-Bresson, el más ilustre representante. Supone por lo tanto un auténtico acontecimiento poder descubrir por primera vez en España, más de treinta años después de su desaparición, parte de su obra fotográfica hasta ahora ignorada, realizada en 1957 en América, y en su mayoría en color, algo inédito en alguien como él, únicamente conocido por su trabajo en blanco y negro.
            Ante la insistencia de Julien Lévy para que presente en su galería neoyorquina seis “nocturnos”, es decir, seis muestras de su Paris de Nuit, en marzo de 1932 Brassaï acepta precipitadamente sin llegar a explicar que no va a tener tiempo para realizar el positivado. De hecho, aún inseguro de la calidad de su creación fotográfica y desalentado por la sombría descripción que el escritor Henry Miller ―su más íntimo amigo en ese momento― le hace de Nueva York, Brassaï acaba abandonando la propuesta y asumiendo un fracaso que, como dijo él mismo más adelante, le haría perder treinta años de su carrera artística.
            En efecto, aunque Carmel Snow ―que acaba de hacerse cargo de la dirección artística de la prestigiosa revista de moda Harper's Bazaar, con el apoyo del genial Alexey Brodovitch― le propone un contrato en 1936, Brassaï no visitará Estados Unidos hasta 1957.
            Mientras tanto, se va ganando la fidelidad y complicidad de varias personas muy influyentes en el mundo artístico, como Carmel Snow ―que, durante más de treinta años, reserva dos páginas mensuales a las creaciones de Brassaï, aceptando además las condiciones de este de no realizar nunca fotografías de moda― o Edward Steichen y John Szarkowski, con los cuales traba una larga amistad que conduce a estos galeristas a presentar dos grandes exposiciones de Brassaï en su institución, el Museum of Modern Art de Nueva York (MoMA): una exposición en 1956 sobre los grafiti y, en especial, una retrospectiva en 1968.
            Tras la triunfal acogida, por parte del público y de la crítica estadounidenses, de sus «grafiti», Brassaï se siente por fin animado a cruzar el Atlántico. Así, cuando la lujosa revistaHoliday le ofrece una invitación de varios meses para que fotografíe libremente lo que le interese en Nueva York y en Luisiana, Brassaï acepta con entusiasmo y con una punta de inquietud.
            La exposición que ahora nos propone la sala San Benito de Valladolid, acompañada de una publicación internacional de la editorial Flammarion, nos muestra pues el trabajo hasta ahora prácticamente inédito efectuado por Brassaï durante esta visita y que reúne varias peculiaridades. En efecto, desde un punto de vista técnico, el artista va a experimentar el uso del pequeño formato, trabajando inmerso en la muchedumbre, especialmente en Nueva York, para retratar con sus instantáneas su intensa vida urbana; se decanta por el trabajo diurno, fijando un plano antes de volverse para seguir a los transeúntes, construyendo así secuencias muy cinematográficas; de hecho, estas fotografías se sitúan en el polo opuesto de sus imágenes deParis de Nuit, donde acostumbraba a fijar largamente la escena, encarando a los protagonistas y haciéndoles a veces escenificar. Por otro lado, esta visita supuso para él la oportunidad de acercarse al color, en el tratamiento de elementos particulares: los muros empapelados de carteles, las señales y neones nocturnos, las ferias populares, pero también los variopintos atuendos de los años cincuenta, ya míticos. No cabe duda de que esta experiencia americana supuso para Brassaï la oportunidad de mirar la ciudad de forma diferente, sin traicionar por ello la sensualidad de su mirada, siempre fascinada por la presencia de las mujeres, como tampoco su poesía de tintes a menudo surrealistas.
Agnès de Gouvion Saint Cyr

La Sala San Benito
            La Sala Municipal de Exposiciones San Benito cuenta con 400 metros cuadrados (y 145 metros lineales de pared), destinados a exposiciones fotográficas, con proyectos internacionales en su gran mayoría. La sala está situada en la antigua Iglesia de San Benito el Viejo, adquirida por el Ministerio de Educación y Ciencia en un acuerdo firmado en 1999 con el fin de ampliar la oferta cultural de la capital castellano leonesa. Además de las exposiciones periódicas, siempre en relación con la fotografía, se ofrece un programa de visitas guiadas a sus exposiciones especialmente diseñadas para grupos escolares, asociaciones y colectivos.

Sala Municipal de Exposiciones San Benito
"Brassaï en América, 1957"
30 de abril – 29 de junio
C/ San Benito, s/n
47003 Valladolid
Horario:
De martes a domingo y festivos, de 12.00 a 14.00 h. y de 18.30 a 21.30 h.
Lunes, cerrado.
Entrada gratuita