martes, 16 de febrero de 2010

Kupka expone en el Museo Picasso de Málaga las obras del Centro Pompidou

L.M.A.



Llevó la pintura hasta sus últimos elementos: el plano, la línea y el punto. A lo largo de su vida, František Kupka desarrolló una obra personalísima y singular, que aún hoy desafía cualquier intento de clasificación dado su interés por la ciencia, la filosofía y el misticismo, a la vez que sugiere nuevas consideraciones sobre el nacimiento y la evolución del arte moderno.

La exposición que el Museo Picasso Málaga le dedica desde el 15 de febrero hasta el próximo 25 de abril reúne cerca de 90 obras entre óleos, dibujos, gouaches y grabados que recorren el trabajo de este artista único, desde sus primeros trabajos academicistas hasta sus pioneros descubrimientos en la historia de la pintura abstracta.

František Kupka. Obras de la Colección del Centre Pompidou está comisariada por Brigitte Léal, directora adjunta del Musée National d’Art Moderne-Centre de Création Industrielle (MNAM-CCI) y coproducida con la Fundación Joan Miró de Barcelona.

Formado en la Escuela de Praga

Nacido en Bohemia en 1871, František Kupka comenzó su formación en la Escuela de Bellas Artes de Praga, donde aprendió las formas académicas de la pintura, y más tarde en la Viena del fin de siglo, entonces capital del Imperio Austrohúngaro y apasionante escenario habitado por pensadores y artistas como Sigmund Freud y Gustav Klimt. Allí, sus tempranas aspiraciones espirituales lo llevaron pronto a interesarse por el simbolismo, que defendía la búsqueda de la verdad universal, la metáfora como expresión de ideales y la introspección. Este intenso interés por lo metafísico, así como el compromiso que siempre mantuvo con sus orígenes, marcó toda su trayectoria artística, que desarrolló principalmente en París, ciudad en la que, atraído por su halo de modernidad, se instaló en 1896 y donde permaneció hasta su muerte en 1957.

Artista de su tiempo pero de difícil clasificación, se relacionó con los movimientos artísticos que se fueron perfilando durante la primera mitad del siglo XX, pero siempre supo mantener una trayectoria personal, lo que a menudo le valió ser tildado de "rebelde, insubordinado y seguidor de su propio camino", en palabras del pintor y teórico Félix Del Marle. Nunca se sintió cómodo con los límites que imponía la pertenencia a un movimiento en concreto, razón de que su pintura desafíe los relatos clásicos del desarrollo de las primeras vanguardias e invite al espectador a nuevas consideraciones sobre el nacimiento y la evolución del arte moderno.

Refugio en Francia con otros artistas

Su carácter independiente encontró durante cierto tiempo refugio en los grupos de artistas de Puteaux, junto a los hermanos Duchamp-Villon, y la Section d'Or, próximos a lo que Guillaume Apollinaire llamó cubismo órfico –variante poética y colorista del cubismo— y también interesados en la existencia de una cuarta dimensión, las proporciones matemáticas, el movimiento y el espiritismo. En este entorno el artista llevó a cabo una reflexión que lo empujaría, ya en 1911, a una personal abstracción, que irá progresivamente desarrollando en dos líneas principales que desde entonces convivieron en su obra.

Por un lado, Kupka investigó el ámbito de lo orgánico, es decir, de la consonancia de las formas y la armonía, de las vibraciones y las formas fluidas. La segunda de las direcciones tendió hacia una abstracción más geométrica, con una profunda exploración de la relación entre los planos, la idea de centro, las líneas, los colores y el ritmo. "Llevé la pintura, mi pintura, hasta sus factores, sus elementos, como hubiera dicho Poussin. Y, como podéis ver, se trata siempre del plano, la línea y el punto. Ésas son las razones de la evasión que he buscado en completa soledad", explicó el pintor, cuyo método de creación fue siempre meticuloso, sistemático y profundamente reflexivo.

Aunque durante su vida había gozado de cierta notoriedad, no fue hasta los años treinta cuando comenzó un período de reconocimiento que, aunque tardío, lo situó como pionero del arte abstracto. Sin embargo, Kupka siempre orientó sus aspiraciones fuera de este ámbito: "Aunque no logre un gran éxito en vida, no me molesta pensar que éste vendrá después de mi muerte. Mi ser no se reduce a mi cuerpo y, en ese momento, navegará muy lejos, al reino del espacio".

La exposición que le dedica el MPM incluye 91 obras entre los 42 óleos, 21 dibujos y 28 obras gráficas que pemiten entender la trayectoria de Kupka, desde sus primeros trabajos simbolistas hasta su última etapa creativa. Las obras provienen de los fondos que el Centre Georges Pompidou posee de este artista checo, en gran parte legados en los años 1959 y 1963 por Eugénie Kupka, viuda del pintor. František Kupka. Obras de la Colección del Centre Pompidou es la primera exposición retrospectiva en España, que tras haber sido mostrada en la Fundación Miró de Barcelona, llega al Museo Picasso Málaga para ahondar en el trabajo de un artista que fue clave en el devenir del arte del siglo XX, en el que el propio Picasso desarrolló la mayor parte de su obra.

La exposición se complementa con un conjunto de 21 documentos entre los que se incluyen cartas, publicaciones con ilustraciones del artista, fotos y libros escritos por Kupka que contribuyen a la comprensión de su obra. Estos fondos proceden de la Biblioteca Kandinsky del Centre Pompidou, la colección personal del galerista Pierre Brullé y del Musée de Grenoble, en Francia.

Espacio educativo, seminario y actividades paralelas

Como complemento a la exposición, en la planta baja del MPM se podrá visitar Kupka. Hacia otra dimensión, un espacio en el que el espectador podrá adentrarse en la vida y obra de la artista, así como introducirle en las diversas investigaciones e influencias que están presenten en su trayectoria. A este respecto, mostrará una selección de objetos del siglo XIX procedentes de la colección del cineasta alemán experimental Werner Nekes, entre los que se encuentran unos discos de color de Newton o una peonza calidoscópica. Se trata de instrumentos que investigan los sentidos y cómo se procesan las impresiones que llegan del exterior.

En el espacio educativo, el visitante podrá también asistir a la proyección del documental František Kupka. Sinfonista del color y pintor del cosmos (República Checa, 2008). Dirigida por Daniela Gébová, la cinta indaga en el significado de la obra de Kupka, con explicaciones del propio artista y testimonios de aquellos que le conocieron.

La comisaria de la exposición es Brigitte Léal, directora adjunta, responsable de las colecciones del Musée National d’Art Moderne-Centre de Création Industrielle (MNAM-CCI). Será precisamente ella la encargada de abrir el jueves 4 de marzo el ciclo de conferencias Kupka o el origen telepático de la abstracción, en el que también intervendrán Francisco Jarauta, de la Universidad de Murcia (11 marzo); Pascal Rousseau, de la Universidad François-Rabelais de Tours (18 marzo); y María Teresa Méndez, de la Universidad de Málaga (25 marzo), que también es la coordinadora académica del seminario. La entrada será gratuita hasta completar el aforo y en esta ocasión, para facilitar el acceso, será posible inscribirse previamente para reservar plaza.

En la Biblioteca MPM, el segundo y cuarto miércoles de cada mes tendrá lugar, bajo el título de Cabaret literario: Kupka, en el reino del espacio, una tertulia sobre textos artísticos propuestos en torno a la obra y el contexto de al artista checo. Para participar tan solo es necesario inscribirse en la Biblioteca MPM (tel. 952 12 76 12).

La exposición asimismo el tema de las Charlas en el Museo, la visita guiada que cada jueves a las 18.00 horas se celebra en el MPM. Esta actividad es gratuita con la adquisición de la entrada.

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