L.M.A.
14/11/25.- Madrid.- El Palacio de los Barrantes-Cervantes presenta la exposición “Elogio de la sombra”, dedicada al artista peruano Fernando de Szyszlo, cuya obra abarca la pintura, el grabado y la escultura. Considerado uno de los principales protagonistas del desarrollo del arte abstracto y una figura clave en la consolidación de la abstracción en América Latina, Szyszlo nació en Lima en 1925, hijo de Witold Szyszlo, científico, físico y diplomático polaco, y de María Valdelomar Pinto, hermana del escritor Abraham Valdelomar. Inició estudios en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería, aunque no concluyó la carrera. En 1944 ingresó a la Escuela de Artes Plásticas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde fue discípulo del artista austriaco Adolfo Winternitz.
A los 24 años viajó a Europa, donde profundizó en la obra de grandes maestros como Rembrandt, Tiziano, Tintoretto, Gauguin y Cézanne, entre otros. Entre Perú y París entabló amistad con destacadas figuras de la literatura y el arte, como José María Arguedas, Emilio Westphalen, Jorge Eduardo Eielson, Octavio Paz, Roberto Matta, Wifredo Lam, Rufino Tamayo, Jesús Rafael Soto, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, André Breton y Mario Vargas Llosa. En los barrios parisinos llegó incluso a encontrarse con William Faulkner y Pablo Neruda. Tras su regreso al Perú en 1951, le preguntaron en una entrevista por qué había decidido establecerse nuevamente en su país. Szyszlo respondió: “…porque, además de mi vocación de pintor, siempre he creído que, si queremos que este país cambie, debemos estar aquí. Hay que empujar el cambio; si no, nunca se producirá…”
La exposición “Elogio de la sombra” reúne una selección de grabados realizados entre 1950 y 2014. Todas las obras conforman un discurso ancestral dentro de la abstracción. Pintor, grabador y maestro del arte abstracto latinoamericano, Szyszlo fue definido por Mario Vargas Llosa con estas palabras: “Quizá no haya mejor definición de la vida que llamarla movimiento, y elogio más grande de un artista que decir de él que está constantemente vivo como creador, que su obra es un continuo cambio. El movimiento, el cambio, son actitudes que han gobernado siempre el quehacer artístico de Szyszlo. Una pintura, una suma, que, como un árbol o un hombre, madura, crece, se mueve y es con el tiempo otra, sin dejar de ser siempre la misma”.
Fernando de Szyszlo falleció en 2017 a los 92 años, y en este año 2025 se conmemora el Centenario de su Nacimiento, celebrado con numerosas exposiciones que rinden homenaje a su extraordinaria labor y a un legado perdurable en obras como Ejecución de Túpac Amaru, Puka Wamani, Camino a Mendieta, Sol negro o Trashumante, entre muchas otras.
Esta exposición ha sido posible gracias a la Embajada del Perú en España y al Palacio de los Barrantes-Cervantes, y cuenta con la colaboración de la Fundación Obra Pía de los Pizarro.
Obras de Szyszlo



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