Carmen Valero Espinosa
Fotos: Peter Wall
22/9/22.- Madrid.- La novela de Carmen Resino, “Amazonia. Historia de otra conquista”, publicada por Éride Ediciones, ha sido presentada en La LiVrería, por Ángel Jiménez, director de la editorial y Julia Sáez-Angulo, quien expuso lo siguiente:
"Recordemos el rico CV de Carmen Resino, Madrid, 1941) para quienes no la conozcan: Madrileña, licenciada en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, estudios teatrales por la Universidad de Ginebra, catedrático de Historia de I.E.S.
Fue miembro fundador y presidenta de la Asociación de Dramaturgas Españolas y miembro de la Junta Directiva de la Asociación de autores de Teatro. Pertenece a la Sociedad General de Autores y Editores, a la Asociación de Historiadores y a la Sociedad General de Escritores.
Finalista en los más destacados premios, Lope de Vega, Tirso de Molina, Nadal, Nacional de Literatura Dramática, ha obtenido los siguientes Premios: Palencia de Teatro, Ciudad de Alcorcón, Gijón de Gijón, Mención de Honor del Felipe Trigo, Mención de Honor del Calderón de la Barca, Buero Vallejo, y Mejor Autor Español de la Boesdaelhoeve de Bruselas.
Ha colaborado y colabora en revistas especializadas (Estreno, Los cuadernos del Norte, La Ratonera, Ade, Las puertas del Drama, Anales de Literatura Contemporánea…) y ha intervenido en varios congresos, simposios y cursos sobre teatro, en España (Universidad Complutense, Alcalá, Uned de Madrid, Valladolid, Málaga, Oviedo…) Estados Unidos y países de la Comunidad (Bélgica, Francia y Alemania). Algunas de sus piezas breves han sido emitidas por TVE en el espacio: “La voz humana”. Ha sido traducida al inglés, al francés y al alemán.
LA NOVELA
Ya el título nos dice mucho: “Amazonia. Historia de una conquista”. Seduce la idea de leer una novela que transcurre en la América hispana descubierta por la Corona de Castilla a finales del siglo XV, pero esta novela de Carmen Resino transcurre a finales del siglo XVIII, cuando los sentimientos y movimientos de independencia respecto a España comienzan a brotar de modo intensivo. Incluso antes de la revolución francesa, vientos secesionistas agitaban el Virreinato del Perú. El personaje José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru, quechua, quiso segregar el territorio del dominio de Madrid. De su nombre debe derivar el de la guerrilla latinoamericana, los tupamaros, del siglo XX.
Se dice que España logró la independencia de los indios de América, sojuzgados por grandes imperios, el azteca de México y el quéchua del Perú, y que los descendientes de españoles, los criollos, lograron la independencia de los territorios americanos respecto de España. “Los hijos, nietos y biznietos de aquellos españoles que descubrieron, colonizaron y se instalaron en el continente, ya no tenían añoranzas de la vieja España, de esa antigua península, que había despoblado pueblos para llenar América. Los criollos habían crecido entre la nostalgia de sus antepasados y el orgullo de su nueva patria…”, escribe Carmen Resino en un momento de la novela. “El Atlántico, la lejanía, el mestizaje, habían cortado el cordón umbilical. José Arístides Avendaño (el protagonista), rico hacendado en la Amazonia, se sentía como ellos: americano, amazónico, marañón, en este orden. La Corte de Madrid no le decía nada.”
Observemos que la conquista la hizo la Corona de Castilla y la independencia llegó cuando Castilla ya era España, la Monarquía hispánica, es decir, la nación que conjugaba los reinos de Castilla, Aragón, Valencia, Murcia, la conquista de las Canarias (realizada también por la Corona de Castilla), etc. Creo que son conceptos que vale la pena refrescar para situarnos con pie firme en la Historia con mayúsculas y en la historia con minúsculas, en esta novela histórica de Carmen Resino.
Hay que tener cuidado cuando se habla de estas cosas delante de la autora de la novela “Amazonia. Historia de otra conquista”, porque ella es historiadora y no se puede patinar en este campo. Carmen Resino conoce bien la Historia de la América Hispana y en la novela histórica que presentamos no puede haber ni hay un fallo, cuando viene de la mano de una historiadora.
Esto no quita la fabulación que toda novela entraña. Los historiadores no pueden entrar en los sentimientos íntimos y en los diálogos de los protagonistas, porque eso es imposible, difícilmente figura en la documentación que manejan, sí pueden extraer del humus de los acontecimientos una cierta intuición de por dónde iba la sociedad de aquel tiempo.
Unamuno hablaba de la importancia de la intrahistoria, es decir de la historia pequeña y concreta de los hombres, que con frecuencia es más elocuente que la Historia con mayúsculas de fechas redondas, de reinados, luchas y batallas.
No sé si me estoy yendo por las ramas generales y yo he de presentar y comentar la novela histórica “Amazonia. Historia de otra conquista” de Carmen Resino, donde el protagonista José Arístides Avendaño, vive ese humus de la sociedad en que se encuentra, del que yo hablaba antes. Bebe de las nuevas ideas que fecundan la Historia, en su caso -recordemos, finales del siglo XVIII, cuando ya han comenzado la Sociedades Económicas de Amigos del País- ideas de progreso, de libertad e independencia, que nutren los espíritus avanzados y/o revolucionarios, que a su vez conviven con personas conservadoras y partidarias de seguir unidas a la Corona de España. Cuando en esas personas se encuentra el campo del amor, de las pasiones, el conflicto está asegurado. Es el caso del protagonista que se casa con Doña Soledad Bermúdez, una bella criolla del virreinato del Perú y se enamora más adelante de Carmencita Pacheco, una mestiza de la Amazonia. El triángulo amoroso está asegurado y por tanto la dinámica compleja de los acontecimientos.
Ya se sabe que no hay vida sin avatares y contrariedades, y por la misma razón, no hay novela, ni obra de teatro (ya saben ustedes que Carmen Resino es también dramaturga, además de novelista e historiadora), no hay novela ni obra de teatro, repito, sin un conflicto que dinamice la acción en el tiempo en que se desarrolla.
Hay acontecimientos históricos decisivos en la vida de los hombres y en el caso de los personajes de la novela de Carmen Resino hay nada menos que dos, los cuales dinamizan de modo decisivo ese futuro: el nacimiento de los Estados Unidos de América el 4 de julio de 1776 y la Revolución Francesa de 1798. Dos hitos que iban a mover mentes y fronteras en el planeta, sobre todo del continente americano. Los primeros objetivos independentistas de la América hispana se produjeron en el reinado de Fernando VI (1746-1759). No olvidemos que, en España, la entrada de las tropas de Napoleón (1807-1814), y la presencia de un rey foráneo como José Bonaparte, influyeron también más tarde en la mentalidad de los españoles y descendientes de españoles que vivían en la América hispana.
Situados en estos parámetros, tenemos a nuestro protagonista José Arístides Avendaño. El progreso, el pensamiento ilustrado del Siglo de las Luces, las ideas de la Revolución Francesa, las ideas liberales, todo empuja en el pensamiento de José Arístides, pero llevarlas a la práctica es siempre complicado, costoso, doloroso incluso… y así, la novelista va tejiendo su historia como Pénelope su túnica. Y la teje con mucho talento y habilidad. Con estilo literario y amenidad que engancha. Hay intrigas y hasta el final del libro no se sabe como se resuelven, hasta el último capítulo
Novela histórica
La ventaja de una novela histórica bien escrita, es decir con la Historia como mapa y fundamento de la narración, es que nos enseña, a la vez que nos entretiene. Recordemos los tres pasos de la vieja preceptiva que todos los escritores buscamos: “enseñar, deleitar y mover”. En el caso de Carmen Resino, esto se cumple a la perfección en la novela “Amazonia. Historia de otra conquista”, por lo que yo les recomiendo que la adquiera y lean, porque pasarán un buen rato y aprenderán cosas y datos, además de Historia con mayúsculas a través de la intrahistoria. En cuanto a “mover”, el tercer paso de la preceptiva, yo creo que también se da, porque una lectura es una forma de reflexión directa o indirecta sobre los acontecimientos narrados y la actuación de los protagonistas. Sin querer, el juicio del lector se mueve a uno u otro lado, con arreglo a sus propias referencias, por más que el autor o la autora nos vayan conduciendo.
Ahora que la Historia, como asignatura académica, ha quedado bastante preterida en los programas del Bachillerato, la novela histórica está muy bien acogida y aceptada por el público, deseoso de conocer el pasado y el asiento de donde somos y venimos. La novela y el cine han venido a colmar, para bien con su buen hacer o, para mal con los desaciertos, el deseo de conocimiento de la Historia por los ciudadanos.
Personalmente no me interesa la novela de “Historia-ficción”, sino la de ficción dentro de la Historia, las vidas humanas dentro de ella. Ese ha sido el trabajo literario de Carmen Resino en su novela “Amazonia. Historia de otra conquista”, publicada por Éride Ediciones, editorial que compartimos la autora y yo, pues también edité en su día en ella y me une cierta amistad con el editor.
En la novela se habla de ideas sociales y políticas, de autores como Rousseau y su teoría del buen salvaje (es decir: “El hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe. Necesitamos “El contrato social”); de Montesquieu y su célebre teoría de la división de poderes, que insufló la Constitución de los Estados Unidos; ideas liberales de Voltaire… pero no se queda en abstracciones, porque como buena historia con minúscula, de hombres y mujeres concretos, hay en ella enamoramientos, amor, pasión, intereses económicos, conspiración, traiciones…Por ahí va el conflicto que se borda en el argumento y la trama.
Del estilo literario de la autora cabe decir lo bien que describe los personajes, incluidos los secundarios de la novela, como Américo Moscoso, preceptor liberal de José Arístides, con el que sostiene algunas complicidades intelectuales; Doña Mariana, madre del protagonista, Balbinita, Jerónimo, Marianito Alonso…
En algunos párrafos de la novela me ha parecido sentir el mundo real- maravilloso de los maestros del boom literario americano, sobre todo de la exuberancia del Nobel colombiano Gabriel García Márquez. La autora describe muy bien la selva, el calor, la Amazonia… El vocabulario preciso se hace necesario para “pintar” el lugar y la época. Carmen Resino lo hace con maestría. Palabras como puna, chapetón, coima, marañón, almagrista, motilona, varceas, iguarapés, acajú…
Friso del siglo XVIII
La novela de Carmen Resino es un friso lleno de apuntes sobre el siglo XVIII, ya no es el siglo XVI de los conquistadores, sino el de los preámbulos de la independencia de los distintos países hispano-hablantes, del comienzo de las expediciones científicas, como la célebre expedición de Malaspina-Bustamante (1779-1794). El Viaje científico y político alrededor del mundo, más conocido como Expedición Malaspina o Malaspina-Bustamante, una expedición financiada por la Corona española en la época ilustrada de Carlos IV, que recorrió las costas de toda América desde Buenos Aires a Alaska, las Filipinas y Marianas, Vavao, Nueva Zelanda y Australia. El 21 de septiembre de 1794, día de San Mateo evangelista), la expedición regresó a España habiendo generado un ingente patrimonio de conocimiento sobre historia natural, cartografía, etnografía, astronomía, hidrografía, medicina —todas ellas ramas de conocimiento de gran importancia geopolítica—, así como sobre los aspectos políticos, económicos y sociales de estos territorios. La mayor parte de los fondos se conservan en el Museo de América, Museo Naval de Madrid, el Real Observatorio de la Armada, el Real Jardín Botánico o el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Les he traído este amplio comentario de la expedición Malaspina, porque refleja como ningún otro acontecimiento, el interés científico y de progreso que tenía la Corona hispana en el siglo XVIII, cuando comenzaban los conatos de independencia en América.
En la novela de Carmen Resino hay citas de los autores citados, como Voltaire, Rousseau (el buen salvaje) y Montesquieu, el de la independencia de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, sistema en el que se basa la Constitución de los Estados Unidos y en origen la de Gran Bretaña o Inglaterra.). También se menciona a Lope de Aguirre (1515.1561), primer rebelde español en América contra Felipe II.
Los descubridores y conquistadores españoles del XVI, señala Carmen Resino en su novela, a través de sus personajes son “titanes del pasado, dioses de un Olimpo y por ello dignos de ser vilipendiados o glorificados, a partes iguales”.
La sensualidad de la tierra, el calor, la Amazonia se perciben en la escritura.
El sentido del humor empapa en muchas ocasiones la narración, en otras se trufa de cierta ironía… Y se agradece. Hay un resumen irónico del siglo XVIII de sus clases altas con minués, casacas… Lo describe con maestría.
Hay descripciones sobre la belleza y/o carencia de ella en las ciudades y compara Lima con Sevilla y Madrid en el XVIII, con motivo de un viaje de don Cesar. (pag 155 al final)
-Hay descripciones agudas de personajes secundarios como el enano Marianito, el sacristán Moisés, el cura… y sobre todo de los independentistas como Américo Moscoso o Don Julio Cesar Fernández…
-Las conspiraciones de libertad ante el reino de España se suceden de modo sutil, entre las páginas de los amores y desamores y reuniones nocturnas.
-Un último apunte para la portada, un cuadro del artista naif Henri Rouseau, el Aduanero. Se titula “El sueño” (1910) y aparece una mujer desnuda en medio de una selva tropical. Toda una metáfora del interior de la novela “Amazonia. Historia de la Conquista”, la exuberancia de la selva y la mujer en medio de ella como un atractivo más.
Recapitulación
Esta novela es muy amena, está muy bien escrita, y que se percibe en ella una cierta simpatía hacia los independentistas americanos y sus valores republicanos. Y un final con la simple mención del nombre de Simón Bolívar a quien se mira como héroe en algunos países americanos de habla hispana y como un militar traidor y muy cruel en España. Ciertamente la conducta de este héroe americano, al asesinar de modo impune a muchos prisioneros criollos pro España deja mucho que desear históricamente en cuanto a su bonhomía. Fue muy cruel e incluso asesino con esos prisioneros españoles. Durante la lectura de la novela he percibido como si la autora se inclinase hacia el lado de los independentistas y de los valores republicanos, algo en lo que está en su derecho, lo mismo que yo a decirlo.
Bolívar es un libertador muy controvertido, héroe en algunos países iberoamericanos, pero militar sangriento y cruel que fusiló a decenas de españoles prisioneros sin juicio previo alguno. Hay capítulos muy negros y obscuros en su vida, no toda ella plausible ni mucho menos, como se ha puesto de manifiesto recientemente. El “Decreto de Guerra o Muerte” era un pasar por las armas a todo el que no se uniera a él.
El rey de España no se levantó ante su espada en Bogotá, en la toma de posesión del nuevo presidente. Estaba fuera de protocolo y la espada de Bolívar no era precisamente, por historia, para que se levantara el rey Felipe VI. Esto lo dejo abierto a la consideración de ustedes. Pese a todo, por espíritu de conciliación, España tiene unas cuantas estatuas de Simón Bolívar, que no se han destruido. No ocurre lo mismo con estatuas de descubridores o colonizadores en América.
Finalmente recordar de nuevo ese dicho de que la Conquista de América la hicieron los españoles por manos indias en el siglo XV; la Independencia la hicieron los criollos o descendientes de españoles frente a la Metrópoli en el XIX, junto a las nuevas ideas de la Ilustración, que también se agitaban en España.
La Monarquía hispana estuvo más de tres siglos en América y dejó un mestizaje, civilización, una lengua y un importante comercio, más que los árabes, que estuvieron ocho siglos en la península, y no dejaron tanta impronta importante con ser mucha. El período era distinto y el tema da para un gran debate, por supuesto.
Tienen ustedes los libros a su disposición en esta singular “LiVrería”, con uve mayúscula intercalada con los dedos de victoria, librería bien conectada con la propia editorial Éride, que ha publicado el libro. No se pierdan esta novela situada en la América hispana, en momentos en que el fervor de la independencia se alimentaba para estallar de pleno en el siglo XIX. Una novela interesante, escrita con erudición, brillantez y amenidad. Esto es todo".
BUENAS NOCHES Y MUCHAS GRACIAS
1 comentario:
En Valencia hay un busto de Sim´çon Bolivar en la plaza de América.
Paco Pastor
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