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lunes, 1 de enero de 2024

Obiturario. BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ, poeta y crítico de arte

                         Benito de Diego González (1934-2024)

        02.01. 2024 .- Madrid

En la última noche del año/primera de 2024, ha fallecido Benito Pablo de Diego, ingeniero y crítico de arte, un caballero liberal, íntegro, sobrio, probo, que había ido renunciando a la vida, tras la desaparición de su esposa, la pintora Maribel Torrecañeque, hace menos de un año. A sus hijos, su hermano, mis más sentidas condolencias. 

Toledano de Santa Cruz de la Zarza, 1934, se licenció en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, UCM. Creador de la revista universitaria Mappa. Ingeniero del Cuerpo Nacional de Geografía y Catastro. Auditor del ICAC. Y a ese bagaje hay que unir su pasión manifiesta por la poesía y el arte. 

Toledano, pero reubicado entre El Burgo de Osma- ciudad donde pasaba largas estancias y que le imprimió carácter- y Madrid, es decir castellano nuevo y viejo pasado por los aromas de Soria y de Machado y por las de San Juan de la Cruz, que resuenan en sus versos amorosos. 

De finales de los 80 a 1993 fue director cultural del Ayuntamiento de Madrid, en cuya órbita estaban todos los centros culturales, realizando una labor extraordinaria. Más tarde, director del Teatro Español, supo abrirlo a la pluralidad, con su talante sereno, inteligente y empático. 

Miembro de distintas asociaciones -AMCA, AECA, AICA- ha escrito sobre arte en periódicos como “La Nación” y en distintas revistas. Prólogos, críticas, escolios y conferencias. Y es autor del ensayo Alrededor de las Bellas Artes. Además de intervenir en diferentes congresos internacionales sobre arte y la difusión cultural.

Poeta testimonial y existencial, ha publicado numerosos poemas y dos libros, cosechando algunos premios. Ha necesitado expresar en versos sus sentimientos hacia su familia, hijos y nietos, y ¡cuántos quilates tiene su amor por Maribel! Aunque, la poesía le acompañó el día a día de su andadura vital, hasta 2006 no se decide a publicar su primer poemario, Poemas de hora nona, Colec. Academos de la Academia Libre de San Antón; en ese libro, en el poema “Creo en un solo amor”, afirma: 

               “Si amor es la huella divina en lo creado,

                   divino es el amor que damos al amado”. 

En 2014, en la colección “Mirador” de poesía de la Asociación de Escritores Españoles y Artistas, publica Poemas de hora de vísperas, presentado por Pilar Aroca, José Félix Olalla y en la contra Emilio Ruiz Parra- Cabo de buena esperanza-, deja su palabra sentida y su celebración. Con dibujos de Maribel Torrecañeque

Fue secretario general de AMCA, perteneció a varias instituciones culturales y escribía sobre las exposiciones que veía, participando de esa forma diáfana de entender la vida desde una concepción y defensa absoluta de la libertad. Con una cortesía envidiable asistía, con su pluma, a las acciones, exposiciones y eventos de amigos y asociados.

Y un detalle nada nimio. En una mesita en la sala 14 del Tanatorio Servisa, Carabanchel, sus hijos han colocado varios ejemplares de sus libros de poemas y el volumen, in folio, que conjunta la obra pictórica de Maribel, su madre. He abierto uno y frente a su autor, yerto, en silencio, he repasado alguno de sus versos. 

A sus dotes profesionales hay que añadir su sentido de la amistad y el respeto por el otro: su condición de liberal. Liberal para quien el fin no justifica los medios; que admite que el otro puede tener razón y quien se conduce con respeto a los demás, sin ponerse al servicio de dogmas ni ideologías. Liberal, que comparte la vida con sus iguales y con los diversos, sin trampa ni cartón, con la ejemplaridad que rezumó la conducta de nuestro querido Benito de Diego, a quien recordamos con inmenso cariño y con el privilegio de haber compartido muchas horas con él.                                                                                        Tomás Paredes

              Presidente de honor de AICA Spain


miércoles, 29 de mayo de 2019

“Torrecañeque. Una vida. Una obra”, libro presentado en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid


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Isabel Torrecañeque




Julia Sáez-Angulo
Fotos: Adriana Zapisek

            29/5/19 ,- Madrid .- Torrecañeque. Una vida. Una obra  es el libro presentado en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid por Tomás Paredes, presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, AECA/Spain y el poeta Benito de Diego. El libro, impreso por Campillo Nevado, ha sido diseñado por Alonso de Sousa.

            “Isabel Torrecañeque es una artista enamorada de su profesión, la pintura, una apasionda por ella, un amor expansivo”, dijo Benito de Diego en la introducción, además –añadió como marido- ha sido, al mismo tiempo que pintora, una buena madre de cuatro hijos y una buena esposa”. El acto de presentación estuvo repleto de público, especialmente de medios artísticos y críticos.

            Torrecañeque. Una vida. Una obra  no se trata de un libro de autor, sino un libro de conjunto de autores, poetas y críticos de arte, señaló Tomás Paredes. Entre los que escriben sobre la pintura de Torrecañeque se encuentran Luis Hernández del Pozo, Tecla Portela, Emilio Ruiz Parra, María Dolores Arroyo, José Pérez Guerra, Julia Sáez-Angulo...

            El libro va estructurado por géneros artísticos: interiores, bodegones, paisajes, figura, retratos, dibujos y grabados. El presentador subrayo de modo especial los paisajes de la pintora, desde el “Toledo” de la cubierta, hasta el de “El Escorial” o “Burgo de Osma”. Señaló también los cuadros dedicados al jazz.

            Tomás Paredes comentó también el Autorretrato  de la pintora y el retrato de Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz, que figura en la iglesia de carmelitas  de Burgo de Osma. Presentador y pintora hablaron de intuición, aprendizaje y destreza a la hora de ejecutar la pintura.

            Como colofón de acto, intervino el hijo mayor de María Isabel Torre Cañeque (Madrid, 1940) para recordar algunas anécdotas de su madre relacionadas con su vida profesional y familiar al mismo tiempo. 

            Entre los asistentes al acto: la intérprete de arpa María Rosa Calvo Manzano, Franca Figueroa, Magdalena España, Juan Jiménez, Antonia Nieto, Linda de Sousa, Carmen Valero, Mercedes Ballesteros, Luis Rozas, Soledad Fernández, Manoli Ruiz Berrio, Romeral, Pablo Reviriego, Adriana Zapisek, Eduardo Cárcamo, Gloria Vázquez...

 Tomás, Mari bel y Benito
 Tomás, Maribel y Benito
Fila para firmar el libro
 Habla el hijo de Isabel Torrecañeque
Benito y Maria Rosa Calvo Manzano

jueves, 23 de mayo de 2019

Homenaje a Luis Hernández del Pozo por la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA


 Busto de Luis Hernández del Pozo, por la escultora Mercedes Ballesteros





Julia Sáez-Angulo
Fotos: Adriana Zapisek y Peter Wall

            24/5/19 .- Madrid .-  El poeta y crítico de arte Luis Hernández del Pozo (Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1926 – Granada, 2014) ha sido objeto de un homenaje por la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, por medio de una conferencia del también poeta y critico de arte Benito de Diego, buen amigo del homenajeado. En el mismo acto tuvo lugar la entrega de un busto con la cabeza del poeta, esculpido por Mercedes Ballesteros y entregado a la viuda Mari Carmen Sánchez Aparicio.

            El evento, en presencia de los hijos del homenajeado, ha tenido lugar en la Asociación Española de Pintores y Escultores, AEPE y fue presida por Esther Plaza, presidenta de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, organizadora del evento; Tomás Paredes, presidente de AECA, y José Gabriel Astudillo, presidente de AEPE. Un numeroso público de críticos de arte y artistas estuvo presente en el homenaje.

            Con esta conferencia sobre el crítico de arte homenajeado, se inicia un ciclo de conferencias sobre críticos de arte, organizada por AMCA, que continuará el próximo mes de octubre de 2019 en el Centro Cultural Galileo.

            Tomás Paredes hizo la presentación del conferenciante Benito de Diego y esté hablo desde el lado afectivo del amigo sobre Luis Hernández del Pozo, poeta animador de la tertulia de San Antón y se refirió a sus múltiples colaboraciones en revistas y periódicos, así como configurador de la colección poética Arbolé. Entre sus libros más destacados: Toledo en el recuerdo (1979); Al calor de la piedra (1992); De viajes y violaciones (1993); Paisajes con figuras. En el Valle del Cauca (1998)...

            El conferenciante recordó la amistad de Hernández del Pozo con el poeta Luis López Anglada, maestro del soneto, así como su devoción por el Cristo de los Gitanos del Albaicín de Granada, para donde pidió en su momento obra anumerosos artistas, que donaran pintura y escultura para ayudar a la Cofradía del Sacromonte.

            Hernández del Pozo encontró en la poesía el cauce de expresión de su personalidad. Fue un hombre prolífico en hijos, siete en total, y en libros. Su vida militar y literaria lo fue en paralelo.

            El homenaje terminó con la lectura poética de los versos de Luis Hernández del Pozo en la voz de su hijo allí presente.



 Mari Carmen S. Aparicio y Mercedes Ballesteros
 Hijo del poeta homenajeado



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lunes, 10 de mayo de 2010

Isabel Torre Cañeque pinta el paisaje soriano de El Burgo de Osma




Julia Sáez-Angulo

Madrileña de nacimiento y residencia, la pintora Isabel Torre Cañeque ha expresado su singular preferencia por el paisaje soriano de El Burgo de Osma y sus alrededores. Una tierra llena de historia, de ríos, oteros, castros, castillos, catedrales y torres vigías, que hablan de un pasado celtíbero, los arévacos; romano, visigodo, árabe y cristiano.

La diócesis de Osma es una de las más antiguas de España, con su primera referencia datada en el año 597, cuando el obispo Juan firmó el último concilio de Toledo con “Johannes Oxonensis Episcopus”. La catedral primitiva románica viene del siglo XII para elevarse a gótica en el segundo tercio del XIII, para enriquecerse más tarde con la adherencia de la capilla redonda de san Pedro de Osma, construida por Villanueva y Sabatini. Juan de Juni y Picardo han sido los escultores que han dejado su autoría en los retablos y tallas del interior.

Tierra de origen del escritor Dionisio Ridruejo y del poeta Benito de Diego González, El Burgo de Osma es lugar y tierra de acogida y adopción de ambos creadores artísticos en sus desplazamientos periódicos a su casa situada en el antiguo convento del Carmen, junto al río Ucero y no lejos de la convergencia con el río Abión.

La pintora Isabel Torre Cañeque gusta de recorrer los parajes misteriosos, casi metafísicos de los oteros del castro, de la Cruz del siglo, situada en lo alto a principio del XIX precisamente para recibir al nuevo siglo, en las hoces cortadas a pico en la roca de los dos ríos que atraviesan la ciudad episcopal, fuente de duras canteras que dieron piedra para construir la catedral en sus fases sucesivas.

“He pintado todos estos paisajes que circundan a El Burgo de Osma y la cercana San Esteban de Gormaz; los he expuesto en los espacios del Ayuntamiento y en el claustro de San Agustín y han tenido una acogida muy buena porque he vendido prácticamente todo”, declara Torre Cañeque al tiempo que muestra toda la belleza circundante de los parajes representados al óleo.

Una de las experiencias profesionales más satisfactorias de esta licenciada en Bellas Artes, ha sido la docencia, y “en especial a unas carmelitas de clausura a las que enseñé a pintar para que hicieran sus propios trabajos y los pusieran a la venta como forma de ayuda a sus ingresos”, explica la artista. “La amistad con estas monjas, algunas de ellas peruanas, me permitió asistir a los votos solemnes de una joven alumna de mis clases de pintura”, añade.

Imagen de Sor Benedicta de la Cruz

Torre Cañeque ha hecho un gran dibujo a grafito de la carmelita alemana de origen judío, Sor Benedicta de la Cruz (Edith Stein 187 -1942), martirizada en el campo de exterminio de Mauthausen, primera iconografía en España de esta santa nombrada patrona de Europa por la Santa Sede, por encargo de la iglesia del Carmen de El Burgo de Osma, a cargo de los carmelitas. En su día, la pintora llevó a cabo una representación de gran formato de San Blas para la iglesia de Puebla de Beleña (Guadalajara)

Cruz del siglo en lo alto/ corona sin mancilla/ de El Burgo y de la Villa./ Inconmovible clave/ de una fe milenaria,/ signo que el pueblo sabe/ que es historia/ y es presente”, dice un poema de Benito de Diego, de su libro “Poemas de hora nona” (Madrid, 2006). El poeta, al igual que Isabel Torre Cañeque, ha recreado su tierra, en su caso con la palabra poética.

Castillos de Osma y de Gormaz, iglesias de Santa Cristina, San Miguel, Santa María... todo ese paisaje monumental ha sido atrapado en los cuadros de la pintora, al igual que las choperas o los tilos que abundan bordeando los ríos afluentes del Duero a su paso por San Esteban. Una tierra hermosa que rezuma historia; un paisaje artístico que inmortaliza la naturaleza y la historia

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lunes, 28 de diciembre de 2009

Benito de Diego publica sus "Poemas de Hora Nona"

Poemas de Hora Nona
Benito de Diego González
Editorial Aldaisa. Colección Academos
Ilustraciones Torre Cañeque
Madrid. (135 pags)

Julia Sáez-Angulo


Benito de Diego González, toledano residente en Madrid, ha publicado su primer libro con el título de “Poemas de Hora Nona”, porque su hálito poético creador ha sido contenido por una vida absorbida por el trabajo y la economía hasta llegar al momento de una jubilación gozosa en la que ha dado rienda suelta a su creatividad literaria, a su lírica personal y singular.

Amigo de poetas y tertulias poéticas, Benito de Diego ha estado en contacto con otros vates y ha escuchado, además de leído, mucha poesía por lo que su poemario nace con unas raíces bien ancladas en un conocimiento y tradición poética. El poeta Luis Hernández del Pozo escribe la introducción.

Poesía gozosa de amor y plenitud ante la esposa, como buena parte de la obra de Pablo Neruda; versos de añoranzas de familia y seres queridos; el paisaje de Burgo de Osma (Soria) como lugar de admiración, descanso y refugio tras el trabajo de cada día; poemas de emoción ante los acontecimientos vitales o ausencias; poemas a contrapaso con el mito o las dos Américas; semblanzas y renuevos de los retoños cercanos y, finalmente, estampas sueltas de distintos personajes, pero siempre su mujer, la pintora Isabel Torre Cañeque como ritornello de sus versos.


Ilustraciones de Isabel Torre Cañeque

Nuestro Nobel poeta Juan Ramón Jiménez decía que había que quitar a la poesía los caireles y aventar de nuevo las palabras para conseguir una poesía más libre y renovada. Ciertamente él renovó nuestra lírica y ganó el galardón literario más codiciado.

Benito de Diego comparte en buena medida los asertos del poeta de Moguer, cuando utiliza el verso libre y blanco para sus composiciones poéticas, pero al mismo tiempo siente nostalgia de la construcción poética tradicional y trabaja el octosílabo o el endecasílabo en los sonetos, como el titulado “Mujer”.

En la poesía de Benito de Diego hay concepto, afectos, sentimiento y tropos. Medita sobre el amor divino y amor profano y dice: “Si amor es la huella divina en lo creado,/ divino es el amor que damos al amado”

Isabel Torre Cañeque es la autora de los dibujos, incluido el retrato del autor, que figuran en el libro, editado por la Academia de las Artes y las Letras de San Antón.