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jueves, 2 de noviembre de 2023

LUIS GORDILLO, en la Sala Alcalá 31 una exposición que reúne un centenar de obras de las últimas dos décadas

Se podrá ver hasta el 14 de enero de 2024, reúne una selección de pinturas, fotografías y dibujos del artista


Comisariada por Bea Espejo, la muestra analiza las líneas de investigación más destacadas de Gordillo

Gordillo en la Sala 31


"LUIS GORDILLO. DIME QUIÉN ERES YO"

DEL 26 DE SEPTIEMBRE AL 14 DE ENERO

Lugar: Sala de Exposiciones Alcalá 31

C/ Alcalá, 31, Madrid

Horarios: de martes a sábado - de 11.00 a 20.30 h 

Domingo - de 11.00 a 14.00 h


Madrid, 2 de noviembre de 2023. La Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid ha inaugurado dime quién eres Yo, exposición que reúne una selección de obras que Luis Gordillo ha creado en las dos últimas décadas y que se adentra por el laberinto psíquico, emocional y artístico de su personalidad. Comisariada por Bea Espejo, la muestra analiza las líneas de investigación más destacadas del artista centrando la atención en la pintura pero otorgando un papel importante a la fotografía, el collage y el dibujo, un territorio muy característico donde la imagen en proceso define configuraciones internas que construyen su obra. 

dime quién eres Yo es un ejercicio del artista por sorprenderse a sí mismo en cada sala y en cada planta, pensadas como una forma incierta pero eficaz de conocerse y de darse a conocer. “En las últimas dos décadas, su modo de pintar sigue siendo el mismo: el artista está en la pintura pero no siempre está pintando. Gordillo ha tenido cierta aversión a situarse dentro de un cauce único, no solo en relación con una cuestión teórica o de concepto, sino más bien con una cuestión de carácter, de manera de ser y, sobre todo, de manera de sentir”, explica Bea Espejo.

    La de Luis Gordillo, artista fundamental en el arte español y un referente en las nuevas perspectivas de la imagen pictórica y de la naturaleza fotográfica, es una de las mentes más rápidas, lúcidas y curiosas del contexto del arte. Con el pulso agitado y activo que transmite la energía de un artista que a los 89 años sigue en activo y con una clara influencia en nuevas generaciones, la Sala Alcalá 31 organiza la mayor retrospectiva de su obra en Madrid desde la que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó en 2007, año en el que fue galardonado con el Premio Velázquez de Artes Plásticas

    dime quién eres Yo enlaza con aquella exposición y, para ello, el recorrido que se plantea empieza con la pieza que cerraba aquella muestra para adentrarnos después en el corpus artístico que ha ido configurando desde entonces. De esta manera, la pieza que da la bienvenida en la Sala Alcalá 31 es Martirologio cromático (2006) aunque la que cerraba era Iceberg tropical. Esta muestra funciona como un impulso, como quien camina dos pasos atrás para coger carrerilla. Como una especie de mapa que dice “vengo de allí y voy hacia aquí”. 

    Desde entonces, su obra no ha cambiado de manera radical pero sí se pueden encontrar matices que la diferencian. “Mi obra ha ido creciendo. En los 80 tuvo un momento de consagración y de maduración y ese proceso de cambio no ha parado nunca. No soy un artista que se acomoda en una manera de trabajar y se dedica a copiarse a sí mismo. Supone un gran esfuerzo cada día porque la pintura, si se toma en serio, es un trabajo muy duro. Con esta muestra mi obra está terminando”, apunta Luis Gordillo. 

    El objetivo de esta temporal, que reúne también algunos de sus antipoemas y que cuenta con un catálogo coeditado junto a la editorial Turner con textos de Luis Gordillo, Bea Espejo y la historiadora del arte Chus Martínez, es implicar al visitante de manera activa y mostrarle las tensiones y energías que desprende el trabajo del artista desde dentro, ofreciendo una doble perspectiva: por un lado, una visión macroscópica de familias afines de cuadros y temas recurrentes de su carrera y, por otra, una observación detenida de las convulsiones, exploraciones y derivas de su proceso creativo. 

    En este sentido, las obras de esta exposición “se entienden como contenedores cuya función es dar una forma externa a lo que fluye, a lo que se acaba -apunta Espejo-. Aunque todo en su pintura última está a punto de empezar”.

    Datos biográficos

La larga carrera artística del sevillano Luis Gordillo muestra un personal eclecticismo que funde desde el pop al informalismo o la geometría. La ironía, el uso del color y la investigación tecnológica de la imagen y sus usos, dejan ver la disyuntiva entre un trabajo directo y expresivo y una realización controlada, limpia y perfeccionista. Inclasificable y personal, su obra ha recibido importantes premios nacionales e internacionales.

    Luis Gordillo nace en Sevilla en 1934, segundo hijo de ocho hermanos. Estudia derecho y música y posteriormente decide ser pintor. Asiste durante dos años a la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. De 1958 a 1960 reside en París donde estudia a fondo museos, cinemateca, y sobre todo vive un clima de libertad de vida y de lecturas entonces difícil en España. Al abandonar París, entra en crisis y no vuelve a pintar hasta 1963, regresando dentro de una estética pop, con su famosa serie Cabezas. A partir de 1970 tras su profunda crisis, empieza a pintar cuadros llenos de color y con un elemento nuevo, la ironía. En los 80, su pintura se hace más abstracta y menos colorista, pero sigue conservando la influencia que desde los 70 tienen en su trabajo técnicas mecánicas como el offset, la fotografía o más recientemente, el ordenador, como parte de su amplia investigación en torno a la transformación de las imágenes y los media.

    Premio Velázquez a las Artes Plásticas 2007, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981, Premio de la Comunidad de Madrid a la Creación Plástica y el Premio Andalucía de Artes Plásticas en 1991, Premio de la CEOE a las Artes Plásticas en 1992, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1996, Premio Tomás Francisco Prieto de la Casa de la Moneda en 1999, Premi Ciutat de Barcelona d’Arts Plàstiques en 2000, Premio Aragón-Goya de Pintura en 2003 y Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2004. Ha sido distinguido en 2008 con la Orden de Caballero de las Artes y las Letras de Francia por el ministerio francés de Cultura y Comunicación.

lunes, 8 de febrero de 2021

LUIS GORDILLO, SOBRE ‘MEMORANDUM’ DEL MUN: “ES UNA EXPOSICIÓN MUY LIBRE, HECHA A CAPRICHO”

La muestra  reúne los principales trabajos del artista sevillano realizados el siglo XXI, más del 70% inéditos, en diálogo con piezas y series emblemáticas de su trayectoria 

‘Memorándum’ se despliega en planta 0 y la sala Torre del Museo Universidad de Navarra y puede visitarse hasta el 12 de septiembre

Presentación exposición de Luis Gordillo en el MUN

L.M.A.

    Pamplona, 3 de febrero de 2021- Innovador, vitalista, incansable, prolífico e inclasificable. Un auténtico tótem cultural y referente del arte contemporáneo del último medio siglo. Así es el artista Luis Gordillo (Sevilla, 1934), que este jueves inaugura Memorándum en el Museo Universidad de Navarra. La exposición, comisariada por Sema D’Acosta y producida por el propio centro, pone el acento en los principales trabajos del artista realizados en el siglo XXI, en diálogo con algunas otras piezas y series emblemáticas de su trayectoria anterior. 

De hecho, más del 70% de las obras que se exhiben son inéditas, desplegadas en la planta 0 y sala Torre del Museo. Además, reúne más de un centenar de dibujos y materiales del trabajo que permiten acercarse a su proceso creativo.

Gordillo, que ha participado en la presentación en Pamplona por videollamada desde su domicilio madrileño, ha destacado que está “muy contento” con la exposición, que se ha gestado de forma “muy libre, como capricho”. Desde la sede del Museo le han acompañado el comisario Sema D’Acosta y Valentín Vallhorant, director artístico del Museo junto a Rafael Levenfeld.

D’Acosta ha destacado que Luis Gordillo es “un artista que lleva en primera línea desde los años 70, que nos permite comprender el cambio que hemos vivido en este medio siglo. Un autor a caballo entre dos mundos muy distintos y que se siempre ha arriesgado, moviéndose en los límites. Y sigue muy activo”. 

PROYECTO EXCEPCIONAL Y ACTIVO

Asimismo, ha definido Memorándum como un “proyecto excepcional, el más ambicioso de Gordillo en la última década. Una exposición activa, que tiene en cuenta al artista, en constante diálogo con el Museo”. En este sentido, ha explicado que el espectador va a encontrar una muestra “que es lo contrario a un proyecto histórico o retrospectivo. Está cargada de afectividad”. Centrada en la producción del artista del siglo XXI, con especial hincapié en los últimos 5 años, la muestra también reúne piezas iniciales, como una obra de 1959, que convive, por ejemplo, con un trabajo de enero de este mismo año. Además, pueden verse trabajos del artista realizados durante el periodo de confinamiento.

El propio Gordillo ha explicado que la muestra permite observar “el desarrollo de la obra, como si se viera con microscopio, las moléculas de la pintura, cómo se hacen más complejas, cómo se une, cómo se fabrican cuerpos. En mi pintura cada día es más importante cómo aglutinar cuerpos pictóricos, cogiendo síntomas directos de la sociedad o míos, y mezclándolos. Es como si estuviera fabricando otro Gordillo paralelo. Creo que eso define muy bien lo que quiero hacer”.

Sobre el título de la exposición, el artista ha apuntado que alberga una intencionalidad: “Es un discurso público, como ir al notario a decir la verdad para que conste. Además de algo irónico, por la excesiva importancia de la palabra. Tiene también que ver con mi edad (86 años), no porque piense que no vaya a vivir más, sino porque te vas acercando a la sensación de que esto tiene algún fin. Es ese aroma”. 

En su intervención, el comisario también ha subrayado que Memorándum “permite considerar en profundizar las líneas de investigación más destacadas de su carrera, dando especial importancia a la constante retroalimentación entre fotografía y pintura, un territorio característico del autor. Las imágenes van saltando continuamente de los cuadros a la fotografía. Es un planteamiento dialéctico, con la intención de descubrir aspectos sintácticos, estructurales, que sirvan para entender los modos de funcionamiento del artista”.

Asimismo, ha valorado que, en un momento tan difícil como el actual, este proyecto es “un ejemplo para todos porque es necesario asumir responsabilidades y compromisos con la cultura y la sociedad”.

Por su parte, Vallhorant ha subrayado que Memorándum es “un proyecto que revela los procedimientos que Gordillo utiliza para la fabricación de sus imágenes y que ofrece luz para comprender su proceso artístico”. En este sentido, ha resaltado que “el Museo es un centro investigador que pone el foco tanto en facilitar la experiencia del arte para el visitante y el estudioso, como para establecer canales que posibiliten el acceso al trabajo de los artistas. El resultado de la investigación de este proyecto es excelente, novedoso y ofrece una perspectiva nueva sobre el trabajo de uno de los pintores vivos más importantes de España”.


jueves, 2 de enero de 2020

Luis Gordillo expone en la nueva galería Aural en la calle Pelayo de Madrid


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Collage de Luis Gordillo


L.M.A.


         2/1/20 .- Madrid .- La galería Aural de Alicante ha abierto otro espacio en Madrid, en la calle Pelayo, con una exposición de collages de Luis Gordillo (Sevilla, 1934). El artista sevillano escribe así en el catálogo: 

Yo también fui niño y en algún momento de esa época caí en la manía de recortar imágenes de prensa. Vivíamos entonces en Sevilla y mi padre recibía los tres periódicos de la ciudad, el de la iglesia, el de la falange y el ABC. Yo tenía suficiente material para entretenerme. En aquél momento recopilaba tres tipos de colecciones: a) caras, cabezas de hombres importantes, - no sé si con alguna dirección existencial (?);  b) chistes, - no sé por qué?; c) imágenes no que no procedían de la prensa, sino de la publicidad, ya que mi padre era médico y recibía propaganda de laboratorios, - algunas eran excelentes. ¿Cómo con aquella edad podía yo estéticamente seleccionarlas?
No tengo la menor idea de lo que pasó con aquellas colecciones. Desaparecieron, no sé en qué dirección si en la física o en la cerebral.
Sin recordar en absoluto aquel intento, volví a las andadas a principios de los sesenta, cuando tuve que buscar modelos para los cuadros que estaba realizando. Eran cabezas con influencias pop USA, a veces enteras, otras troceadas, abriendo agujeros hacia la nada. Tenían unas grandes bocas femeninas sonrientes, muy pintadas, excitantes y relucientes que yo copiaba de portadas de revistas.
Dejada atrás esta fase fotográfica meramente funcional, pasé a la que sigo empleando actualmente: imágenes de periódicos o revistas que por alguna razón me llaman la atención; colección que llevo haciendo unos sesenta años. En los primeros tiempos me dejaba llevar más o menos por el capricho, por el juego, y después, poco a poco, fui tomándomelo más en serio, e incluso con el tiempo, intervenían en algunas de mis exposiciones.
En el año 75 hice una exposición en la galería Buades donde monté dos líneas paralelas en la pared: la de arriba estaba  formada por fotos de mi colección, y la de abajo por dibujos con cierta relación con la foto pertinente de arriba, pero no hechos adrede. Se hizo un catálogo que sigue interesándome y que diseñé yo mismo.
También por esa época viví algún tiempo en el campo en Valladolid y, en una ocasión, blanqueando una habitación y para no manchar el suelo, lo llené de papeles de periódicos. Cuando terminé el trabajo se había producido un cierto pollock en el suelo y habían goterones blancos estrellados sobre algunas fotos. El resultado me interesó mucho. Los recorté  y compuse un collage rítmico sobre fondo blanco que dio lugar a todas la obras que he hecho de este tipo. Las primeras fueron las que titulé Sedimentación, estructuración  A, B, C, D (1975-76).
Posteriormente y también en los setenta, hice una enorme exposición en la galería Maeght de Barcelona en la que reservé toda una sala para enseñar fotos de prensa. Como éstas eran de tamaños distintos las pegué en cartulinas negras iguales y las introduje en bolsas de plástico, iguales también. A continuación situé todo el material formando líneas paralelas pegadas a la pared, creando  un sólido conjunto que llenaba todo un gran espacio.
También de fotos, fue mi exposición en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y, más tarde en el 89, en la Torre de los Guzmanes en la Algaba, pueblo de Sevilla, exposición magníficamente comisariada por Gerardo Delgado. En esta exposición junto con las fotos de prensa se mostraron otros trabajos fotográficos de muy distinta índole. 
Ya habrán adivinado los lectores que la actual exposición va a mostrar, en  principio, obras relacionas con las fotos de prensa. He comenzado por cinco obras de principios de los ochenta que son homogéneas, es decir iguales  tamaños e igual objetivo: hacer collages con ese tipo de fotos de todos los tiempos colocándolas con un orden bien estudiado, con un objetivo compositivo rítmico que le da al conjunto una vida visual por encima del atractivo del material, que es más bien social, político, irónico o narrativo.
Últimamente para actualizar el material de la exposición he realizado cuatro piezas siguiendo la estrategia de las antiguas.
Como única novedad real voy a fijar en la pared una especie de mural con materiales muy distintos. Hay esencialmente imágenes de todo tipo: fotos de prensa, reproducciones de obras mías, material de imprenta, etc. etc.; hay también manchas pictóricas más o menos terminadas sobre cartulinas; algunos objetos, cajas de cartón, caretas de plástico, etc. Esta intervención la he titulado “huevos de dinosaurio”. En el fondo este montaje  es una ampliación y continuación de los collages que he descrito anteriormente, aunque más intenso, más denso y más complejo.


viernes, 14 de junio de 2019

Luis Gordillo, artista visual en la Galería Marlborough



Junio 2019
Luis Gordillo

Ignacio G. de Liaño, Julia Sáez-Angulo, Luis Gordillo y Guía Boix


lunes, 6 de mayo de 2019

LUIS GORDILLO EXPONE EN LA GALERÍA MARLBOROUGH


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L.M.A.
 
            6.5.19 .- Madrid .- Luis Gordillo, uno de los más importantes artistas plásticos de España, reúne en Escenografía corporal más de una veintena de trabajos recientes que sirven de testimonio de una producción reciente de gran densidad y complejidad creativa. La muestra tiene lugar en la galería Marlborough de Madrid.

            Esta muestra se inaugura en un momento clave para el artista: poco después de la puesta en marcha de la Fundación Luis Gordillo. El primer proyecto de dicha fundación ha sido la apertura de  la Sala Luis Gordillo, en el espacio Santa Clara de Sevilla con la muestra  CarmenmásetcéterAs. El artista pretende que esta iniciativa vaya mucho más allá de lo expositivo y que este espacio  se convierta también en un lugar de colaboración y experimentación artística.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

Luis Gordillo expone en la galería Marlborough de Madrid




L.M.A.

Luis Gordillo, unos de los artistas más significativos del panorama nacional, con una dilatada trayectoria pictórica y de investigación en el medio pictórico-visual, presenta su sexta exposición con la Galería Marlborough. 

Indiscutiblemente uno de los grandes artistas del s. XX-XXI nos ofrece en TANCERCATANLEJOS una veintena de piezas que nos permiten acercarnos a su particular mundo del pensamiento, de la experiencia y de la expresión estética. 

La trayectoria de Luis Gordillo, siempre marcada por la experimentación continua así como por el cambio de registros en su producción, ha sido enmarcada dentro de la abstracción; una definición que encorseta un trabajo que va más allá en un afán de descubrimiento de nuevos horizontes plásticos. 

En esta nueva exposición TANCERCATANLEJOS otra vuelta de tuerca sobre la ironía, el humor y la inquietud, al tiempo que a estados del alma. Mantiene su investigación en nuevos procedimientos y técnicas, trabajando con métodos digitales a la vanguardia pero también continúa con la pintura como soporte siempre presente en sus composiciones. Muestra de la importancia de su trabajo son los premios recibidos a lo largo de todos los años de su trayectoria profesional. 

Entre estos múltiples premios caben destacar el Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007),su nombramiento como Hijo Predilecto de Andalucía ( 2012 ), Premio Nacional de Arte Gráfico ( 2012 ), Premio Villa de Madrid “Lucio Muñoz” de Arte Gráfico ( 2011 ),su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Facultad de Bellas Artes de Cuenca (2008), la Medalla de Oro de las Bellas Artes de Madrid (2004), el Premio Aragón-Goya de Pintura (2003), el Premi Ciutat de Barcelona d’Arts Plastiques (2000),el Premio Tomás Francisco Prieto de la Casa de la Moneda (1999), la Medalla del Honor al Mérito en las Bellas Artes (1996), El Premio CEOE a las Artes Plásticas (1992), El Premio Andalucía de las Artes Plásticas (1991), y el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981). 

Sus obras se encuentran en importantes colecciones públicas: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España), Museo de Bellas Artes de Bilbao, IVAM (Valencia, España), Fundación La Caixa (Barcelona, España), Patio Herreriano (Valladolid, España), MACBA (Barcelona, España), ARTIUM (Vitoria, España), Fundación Juan March (Madrid, España), CAAC (Sevilla, España), Caja Madrid (Madrid, España), Fundación Aena, Museum Folkwang (Essen, Alemania), entre otras. IMAGEN: Mirada araña, 2015, acrílico sobre lienzo, 180 x 124 cm NEW YORK | LONDON | MADRID | BARCELONA Ante, con, desde, en, entre, según, sobre, tras Gordillo Ángel Antonio Rodríguez. 

Ante la pintura (la buena pintura) hallamos imágenes que hablan del interior de uno mismo, más allá de apariencias efímeras, para reivindicar otros universos posibles; imágenes que relatan un tiempo detenido, en la estela de la tradición propia o ajena, en la obsesión del rincón íntimo, en la batalla cotidiana de la experiencia, como crónicas directas de una época o reflejos indirectos de un mañana; imágenes que traducen guiños cómplices y cuentan historias o, simplemente, sitúan nuestras miradas en un punto medio entre el artista y el mundo, tan cerca, tan lejos, comprometidas con la esencia de las cosas. Con esas perspectivas hallamos expresiones capaces de hacer bailar las sombras que reproducen el lujo de estar vivos y desechan la idea de una memoria banal. 

En el caso de Luis Gordillo, la imagen es pura porque es obra y la obra es pura porque es imagen. Siempre ha sido así, al margen de cada instante, cada serie, cada etapa o cada exposición, porque su maestría fluye con coherencia extrema fruto de esa trampa temporal que supone el acto de pintar, «una manera de controlar el tiempo y de gastarlo, de gastarlo con humor preestablecido y maníaco», como afirmó hace ya varios años este pintor poco amigo de los encasillamientos y las estructuras cronológicas, que concibe cada muestra como un espacio habitable, terreno de acciones-reacciones válidas para generar prácticas donde lo histórico rejuvenece en contacto con lo reciente, yuxtaponiendo opuestos. 

Hoy, en el hermoso estudio madrileño de Gordillo se acumulan piezas paridas en largas sesiones de trabajo que patentan esa porosidad de mutuas influencias, cambios de registro y rituales donde la hibridación alterna realidad, abstracción, simbolismo o narratividad sin engorros, dogmas ni amaneramientos. Desde los años cincuenta cada proyecto de Gordillo late como una emoción mutua artista-público, que ha inspirado también esta exposición 2015 de Marlborough Madrid. Una vez más, la ética antecede a la estética porque su mar de  fondo se nutre del espíritu de la preposición, ese nexo invariable capaz de introducir adjuntos, complementos, sintagmas, nombres o verbos, uniendo significados y significantes para denotar curiosas relaciones. Gordillo ha vivido ocho décadas, ha inventado muchas preposiciones, consciente de que los elementos sismográficos («la transmisión fidelísima al papel o al lienzo de movimientos del alma») y la racionalización («el tiempo es una imagen móvil de la eternidad») son claves para el nuevo envite, que aborda con la ilusión de un niño, manejando múltiples parámetros, viajando del pasado hacia el futuro sin detenerse en ninguna estación y configurando esa enorme amalgama de recursos plásticos. Preposiciones gordillistas; construcciones elaboradas entre la realidad y la ficción; situaciones inusuales, tensiones, dramas, evocaciones ambiguas, escenografías que trascienden la geografía del autor mediante un sinfín de alegorías, juegos visuales y secretos que invitan a la contemplación pausada. En estas búsquedas recientes el pintor ha venido jugando (y conjugando) la imagen y el color para reclamar la física de la pintura, el conflicto personal y la autonomía de cada idea. Son obras repletas de tensiones y motivos recurrentes para distribuir esa enérgica dialéctica entre lo positivo y lo negativo. Un resumen, «un todo en evolución que muta permanentemente», como apuntó en otro catálogo David Pagel, núcleo de secuencias que reconstruyen la nostalgia convirtiéndola en un conjunto de temporalidades y experiencias cruzadas. Entre esos elementos subyacen también las teorías psicoanalíticas, ese «espacio de emergencia del sujeto reflejado» que advirtió Fernando Castro concluyendo que la trayectoria de Gordillo se podría articular «como una búsqueda siempre abierta de claves, dispositivos o registros que nos permiten saltar a ese otro lado que habitualmente no vemos». De ahí la importancia de ciertas piezas paradigmáticas, como las de esta sugerente exposición madrileña. 

La dualidad, la sensación de caos, las redes celulares, los laberintos, las plantillas, el control de estructuras, las acotaciones, los sistemas que se devoran unos a otros; líneas que se desestabilizan y vuelven a armonizarse en una galaxia infinita de experiencias vitales y sensoriales. Según Gordillo hay dos métodos básicos en su trabajo, como ha explicado en varias ocasiones. El modo vertical, donde el pintor se enfrenta al ritmo cotidiano intuitivamente, derrochando gestos, sin bocetos previos, como ocurre aquí en ese gran políptico central que preside la exposición (“Aclimatación de plantas nocivas”), al fondo de la sala, configurando el discurso múltiple del conjunto. Y el modo horizontal, donde unas obras se retroalimentan del contacto con otras en un continuo casi eterno, como ocurre en sus conocidas composiciones con base de impresión digital, como la serie “Contraespejos”, o en las series fotográficas “Hipergerminación” y “A corazón abierto”. Patrones enfrentados, irregularidades, rupturas de escalas, fragmentos mediáticos o permutaciones que a veces trascienden la bidimensionalidad aprovechando nuevos soportes, como las cajas de metacrilato de la edición “Sexteto digital”. Métodos automáticos de reproducción y transformación que el artista usa desde hace décadas para apartarse de las gamas tradicionales y huir de la «pulsionalidad extrema del espacio-color que a niveles subjetivos me eran difícilmente soportables».

Enigmáticos lienzos como el titulado “La isla Cabeza de Hombre”, que acaso ha borrado los ojos miopes de “No sabe-no contesta” o los que se incluyen en “La manzana de Eva”. Una y otra vez, la variación de formatos y técnicas origina miradas heterogéneas fieles a ese pensamiento existencialista, arando campos tan irónicos como dramáticos que originan novedosos estadios a partir de un lenguaje escéptico con respecto al discurso consciente e impiden la formulación voluntaria de estilos, estableciendo conexiones entre lo espontáneo y lo reflexivo, lo manifiesto o lo latente. 

Sobre gustos hay mucho escrito, por eso, en las exposiciones de Gordillo es difícil señalar preferencias. David Barro ha indicado la importancia de esa tendencia del artista a generar documentos fotografiando toda la vida de cada cuadro y empleando fotografías que permiten «deconstruir el resultado para derivar en una suerte de fractal capaz de revelar cada paso, cada pensamiento y avance». Inalienable, Gordillo ansía la fricción, el diálogo, el encuentro, engendrando itinerarios de lo visible o lo invisible, con una sobria red de significados imprevistos. En uno de los cuadros se pregunta “¿Es esto el futuro?”, quizás, porque si algo define lo contemporáneo es la perenne mutación, el mestizaje, la reorganización de fronteras, la sucesión de valores aparentemente antagónicos. Tras la pista de Gordillo todo son sorpresas. 

Ese «dinamismo incontestable» que apuntaba Juan Francisco Rueda en la reciente antológica organizada por el Artium nos permite entender dónde, cómo, cuándo y de qué manera el pintor aglutina la libertad, la concentración, la entropía, la seriación, la evolución de los motivos y otras dialécticas para conjugar verticalidad y horizontalidad. El pintor posee una tendencia innata para generar emblemas con carga emocional expresando la primacía relacional de la vida y desvinculándola del exterior para ofrecérsela a la psique del observador sensible. Y lo hace debatiéndose en algo tan complejo y seductor como la pintura, tan lógico y dinámico como la fotografía, tan grato y anárquico como esa nebulosa que nace entre ambas mientras suena en el taller la música colorista de Messiaen. Porque la integridad, como dijo Camus, no precisa de reglas.

martes, 10 de junio de 2014

G/K, de Luis Gordillo, en la Galería Carolina Rojo de Zaragoza




Descripción: http://www.lafabrica.com/uploads/notaprensa/b_bba6196fd72fadbd25e8e7c4450363f8e174921d.jpg
Luis Gordillo. G/K 13 b, 2013© Luis Gordillo



La galería Carolina Rojo organiza una exposición individual del último trabajo fotográfico de Luis Gordillo 

G/K es el título de la serie fotográfica que el artista inició en 2013

Un trabajo que atiende a las cosas de su entorno cotidiano: su jardín, la mesa de ping pong, la piscina, fragmentos de sillas y de tazas, paisajes entrevistos a través del coche o fragmentos de todo aquello que le ha interesado durante sus viajes

La muestra, incluida en PHotoEspaña 2014, será presentada el próximo miércoles 11 de junio a las 13.30 horas en presencia del artista

La muestra permanecerá abierta hasta el 26 de julio

Más información: www.phe.es  


L.M. A.
 Descripción: http://www.fotolibreria.com/boletines/notas_prensa/prensa050908.jpg
La Galería Carolina Rojo de Zaragoza presentará el próximo miércoles 11 de junio a las 13.30 horas la exposición G/K de Luis Gordillo, que forma parte del programa de PHotoEspaña 2014.G/K es el título de la serie fotográfica que Luis Gordillo inició en 2013. Se trata de fotografías que atienden a las cosas de su entorno cotidiano: su jardín, la mesa de ping pong, la piscina, fragmentos de sillas y de tazas, paisajes entrevistos a través del coche o fragmentos de todo aquello que le ha interesado durante sus viajes. Luis Gordillo no se contenta con reproducir los motivos que fotografía, sino que con ellos realiza complejas composiciones organizadas en múltiples líneas de fuga, con la intención clara de abrir la imaginación del espectador más allá de la simple visión de las cosas; con la que nunca debería conformarse.

En el año 2003, Luis Gordillo (Sevilla, 1934) recibió el Premio Aragón Goya por la continua experimentación que caracteriza su aportación al arte, siempre abierta a nuevos horizontes plásticos que son los que definen la búsqueda inagotable de un artista que es un referente indiscutible en el arte español de los siglos XX y XXI. Además del Premio Aragón Goya, Luis Gordillo ha recibido el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981), el Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007) y el Premio Nacional de Arte Gráfico (2012), que refrendan la genialidad de este artista singular.

Luis Gordillo es pintor y grabador, y también fotógrafo, aunque esta faceta de su trabajo no sea tan conocida entre el gran público. Fue a finales de los años sesenta del siglo XX cuando Gordillo decidió incorporar la fotografía en su obra. Como el propio artista ha señalado, la fotografía es un instrumento especialmente eficaz en el interminable desarrollo procesual de su pintura por dos razones fundamentales: le permite huir de la esquizofrenia del color, y facilita la introducción natural del azar y el automatismo. Técnica clave en su laboratorio experimental, Gordillo también ha utilizado la fotografía para registrar el proceso pictórico. Algunos de sus cuadros testimonian los hallazgos que aporta la fotografía; y el color de la pintura transforma el de las fotografías.


viernes, 4 de marzo de 2011

“SOBRE PAPEL. OBRA GRÁFICA EN LA COLECCIÓN DE LA FUNDACIÓN JUAN MARCH”, EN PALMA



MUSEU FUNDACIÓN JUAN MARCH
Sant Miquel, 11 - 07002 Palma de Mallorca
www.march.es/museopalma


L. M.A.


Desde el próximo miércoles 9 de marzo y hasta el 14 de mayo, el Museu Fundación Juan March, de Palma, ofrece la exposición SOBRE PAPEL. OBRA GRÁFICA EN LA COLECCIÓN DE LA FUNDACIÓN JUAN MARCH, una selección de grabados procedentes de los fondos de la colección de obra gráfica y libros de artista de la Fundación Juan March (www.march.es y también Facebook). En ella están presentes algunos de los artistas –como Eduardo Chillida, Antoni Tàpies o Luis Gordillo–, cuyas obras forman parte de la colección de arte español contemporáneo expuesta en el museo.

Los inicios de la colección de obra gráfica de la Fundación Juan March son paralelos al nacimiento del otro museo gestionado por la Fundación, el Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca. Desde su creación en 1966, su fundador, Fernando Zóbel, un apasionado del grabado, el libro ilustrado y las técnicas gráficas, convirtió el museo en un centro impulsor de la obra gráfica en sus diferentes variedades técnicas: el museo editó y coleccionó desde muy pronto grabados, serigrafías o libros de artista, entre otros, y en torno a él se movieron nombres tan relevantes para la gráfica española contemporánea como Abel Martín, Eusebio Sempere o Antonio Saura.

Desde 1980, la Fundación Juan March, heredera del legado de Zóbel, ha continuado la labor por él iniciada y ha seguido editando y coleccionando obra gráfica original; fruto de ambos trabajos son algunas de las obras presentadas en esta exposición, intencionadamente reducida y que tendrá continuidad en el futuro.

La muestra exhibe algunas obras producidas a mediados de los 60 y los 70 (carpetas, porfolios, libros de artista), cuando el acceso a algunas obras producidas a mediados de los 60 la obra gráfica original de unos artistas prácticamente desconocidos para el gran público constituía aún una reducida novedad. Se trata de un total de casi 80 obras –entre serigrafías, litografías, aguafuertes y collages– de más de una docena de los artistas más relevantes de aquellos años. En muchas de las piezas se advierten los signos de un género trabajado de modo experimental.

En la exposición, como en la colección del museo, se refleja el espíritu de una generación de artistas que vivió sobre todo en el contexto del informalismo y la abstracción, y los paralelismos entre su obra gráfica y el total de su producción artística son tan claros como sugestivos.

Los artistas representados muestran aproximaciones a la obra gráfica diversas entre sí. En algunas obras es obvio el interés que despertó en sus autores la literatura, clásica y contemporánea: Antonio Saura ilustra un texto de Quevedo y acaba recreando el universo particular de ambos, poblado por personajes más o menos monstruosos y caricaturescos; Antoni Tàpies establece complicidades con el polifacético poeta visual, dramaturgo y agitador cultural Joan Brossa, escribiendo e ilustrando una novela a cuatro manos a partir de los secos documentos oficiales de la época. Otros, como Chillida, Feito, Guerrero, Hernández Pijuan, Millares o Sempere, utilizan el texto como acompañamiento a unas imágenes en las que prima la frescura del trazo y la plasticidad de la pintura sobre la plancha de grabado.

En su afán por conseguir objetos que se entiendan como un todo artístico, los artistas, especialmente Chillida, Millares, Tàpies o el propio Rivera –que se atreve directamente con la escritura y monta un libro en étalon– conciben las mismas carpetas que contienen materialmente su producción gráfica como un medio de expresión con un valor artístico sustantivo, que pone de manifiesto la relación directa e imprescindible entre artistas y editores.


ARTISTAS EN LA EXPOSICIÓN:

Chillida, Eduardo (1924 - 2002),
Feito, Luis (1929),
Gordillo, Luis (1934),
Guerrero, José (1914 - 1991),
Hernández Pijuan, Joan (1931 - 2005),
Millares, Manuel (1926 - 1972),
Palazuelo, Pablo (1916 - 2007),
Rivera, Manuel (1927 - 1995),
Saura, Antonio (1930 - 1998),
Sempere, Eusebio (1923 - 1985),
Tàpies, Antoni (1923),
Torner, Gustavo (1925),
Zóbel, Fernando (1924 - 1984)