domingo, 4 de mayo de 2025

Ceviche ecuatoriano en casa de PATRICIA LARREA y ANTONIO DE LA CUERDA


Patricia Larrea y Antonio de la Cuerda, anfitriones
Invitados al ceviche ecuatoriano


    Julia Sáez-Angulo
    Fotos: Luis Magán
    4/5/25.- Madrid.- A Patricia Larrea y a Antonio de la Cuerda les encanta recibir en casa a los amigos. No sienten pereza en prepararlo todo y, cuando llegamos, está listo el cebiche, la ternera, el arroz de la abuela Palmiraecuatoriana, y la tarta de frutos secos, a la que Mercedes Ballesteros añadió otra de manzanas reineta. Los que llegamos desde Marmolejo un poco tarde, nos perdimos el aperitivo, especialidad de Antonio, pero fue la penalización indirecta por la impuntualidad.
    El ceviche ecuatoriano (plato laborioso) de Patricia estaba estupendo, pero tuvo la osadía de preguntarle a Hernando de Orellana-Pizarro, si era mejor que el peruano, a lo que el director de la Fundación Pizarro respondió, como buen conocedor del asunto, que había al menos tres clases de cebiche peruano: en la costa, en la sierra y en la selva, y todo dependía del tipo de pescado de que se dispone para macerar, y que la clave está en la lima, mejor que el limón, que mata y macera de inmediato al pescado. 
    Patricia, chovinista ella, insistió que el ceviche ecuatoriano era sin duda mejor, como lo afirman los invitados expertos que pasan por su casa, incluido el peruano Adolfo Asmat. Pablo Reviriego terció diciendo que el cebiche así preparado se le antojaba como un cóctel de mariscos sui generis. Patricia aseguró que los langostinos del ceviche eran auténticos del Ecuador y Luis Magán abundó, con humor, que los ingredientes del ceviche los había traído el mismísimo presidente de Ecuador, que ha estado en España recientemente. Patricia añadió que no pudo ir a saludarlo, pese a estar invitada, porque se lo impidió el apagón.
        (La Real Academia Española (RAE) acepta tanto "ceviche" como "cebiche"). La elección entre una u otra forma es una cuestión de preferencia regional y personal, según la RAE). 
    Mientras saboreamos y repetimos cebiche, pasamos a la agricultura y sus avatares, porque Hernando Orellana-Pizarro se dedica a ella. Contó que dejó de cultivar la fruta, porque requiere mucha mano de obra y no compensa. ¡Quien quiera fruta la tendrá que comer de Marruecos y de China!, añadió. Además del tomate, Hernando cultiva el almendro y el olivo. De este último nos dijo que irán desapareciendo los troncos retorcidos de los olivos milenarios, verdaderas esculturas, porque ahora, el olivo se cultiva en arbustos que conforman setos, más fáciles para la recogida de la aceituna. Mercedes le daba la réplica con argumentos precisos ¡Lo que aprendemos los urbanitas de los que saben del campo!
    También se habló de que "la generosidad debe tener su correspondencia en el agradecimiento" en todas las esferas.
    Antonio de la Cuerda, que presidía la mesa como un patriarca, conversaba con tres damas estupendas que le flanqueaban: Susana Arregui, Lola R. Casanova y Pilar. Mientras, Patricia, Luis -siempre caballero andante entre las damas- y Romsenei, supervisaban la mesa y ayudaban a la anfitriona a retirar los platos sucesivos. De vez en cuando, Luis se alejaba hacia Colombia, a través del móvil, porque coordina desde donde está la gran Feria del Libro de Bogotá. Pablo, siempre servicial y en pie, servía la comida en los platos.
    La llegada del café fue subrayada por un precioso juego de porcelana blanca con adornos azules y de oro, creado por la mismísima escultora Patricia Larrea, quien nos informó de las sucesivas cocciones en el horno cerámico, que requiere el material para que salga perfecto. Mercedes, con su curiosidad universal, se apuntó a la docencia de la anfitriona en el campo de la cerámica. Patricia domina varios campos artísticos, en vidrio, madera, pigmento, hierro, bronce… Llegamos a la conclusión de que Patricia es una mujer digna de admirar, pero no de imitar, porque no tenemos su resistencia y nos agotaríamos.
    Esperábamos a Adolfo Asmat y Socorro MoraC, artistas peruanos ellos, pero no pudieron acercarse.
    Los debates coincidentes o no, sobre los asuntos que alegran o afligen el mundo seguían saliendo a la palestra, y suelen ser lo más sabroso de los encuentros, después de la comida. Llegó el recital poético previsto, en un mano a mano entre Patricia y Romsenei. Ella nos conmovió con los versos que evocaban a su madre y él con alegres poemas de ecos lorquianos y copla.
    Lola Casanova planteó un juego:  inventar un relato con el apagón de la electricidad como fondo. Imaginé de nuevo que ingeniábamos un nuevo ”Decamerón”, como el escrito por el grupo de amigos italianos aislados por la peste, en una casa de campo en Florencia, entre 1349 y 1353. Nosotros contamos cosas divertidas propias o ajenas, sucedidas en el infausto lunes negro del 28 de mayo.
    Visitamos, por último, el estudio/taller de escultura de Patricia. Nos mostró su última pieza en marcha, que participa de escultura y pintura. Algunos posaron junto a los tótems de madera hechos con tablones procedentes de la película de Almodovar “Tacones lejanos”, en los que trabaja la escultora. Posamos para la foto de grupo. Pablo Reviriego, con su traje oscuro y corbata rosa, parecía un novio de altar. Alegó que iba seguidamente con Mercedes, a la procesión del Cristo de Noblejas, donde indefectiblemente se emociona cada año, cuando cantan el himno.
    En fin, todo muy bien, en una casa junto al río Manzanares, con buena energía, donde se disfruta de todas las artes, entre ellas, las de la conversación y la gastronomía.

Antonio, Patricia y Hernando junto a los totems de "Tacones lejanos"
Comensales

Patricia lee sus pensamientos poéticos sobre su madre, junto a Hernando Orellana-Pizarro


Porcelana hecha or Patricia Larrea

Invitados al ceviche


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un placer inmenso siempre que venís a nuestra casa.
Y la poesía que no falte en este ambiente sublime, que fluya la Amistad y el Arte. Gracias querida Julia y todos los que estuvisteis.
Patricia y Antonio

Mónica Maffía dijo...

¡¡Pero qué velada magnífica!! y la crónica minuciosa de Julia nos hace vivirla y estar ahí con ustedes en esa celebración de la amistad aunque todo el Atlántico nos separe. El relato nos permite imaginar las sutilezas de los distintos sabores y el impacto de los colores y las formas. He probado un ceviche extraordinario en Lima, una fiesta de colores y sabores, me queda ahora la intriga sobre el ecuatoriano.

Anónimo dijo...

Admirable lo que organiza y realiza Patricia. Envidio su energía y admiro su dedicación a sus amigos y artistas compañeros/as.

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...


Amparo Alegria Pellicer : Que bien te lo pasas, cuanto me alegro.

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

Roberto Alifano Web Site: Mujer, ¡qué maravilla! Eres una sibarita tú y tus amigos.
En buena hora, un buen conocedor como yo, aprobaría los tres. Sin excluir al Colombiano y al Venezolano. El nuestro, el argentino, tampoco se queda atrás.
Eso sí todo depende del cocinero y cómo lo prepara. Siempre es un plato exquisito por donde se pruebe. Te abrazo con todo afecto tu viejo y agradecido amigo. Mis saludos a Patricia y Antonio. Roberto Alifano

Raúl dijo...

Queridos amigos
No sé si es mejor el ecuatoriano o el peruano o cualquier otro. Lo que importa es que es una comida del gran Imperio Español. Saludos,
Raúl

Jaime de Vicente dijo...

Excelente y detallada crónica de una velada memorable que, gracias a ella, será inmune al paso del tiempo. Los amigos de Patricia y Antonio que no pudimos estar disfrutamos también así, vicariamente, de la hospitalidad de los anfitriones y de la buena compañía. Enhorabuena a todos y gracias a ti, Julia, por este relato y por las estupendas reseñas de arte que nos envías. También al autor de las fotografías.