¿Por qué la República perdió la guerra?
Stanley G. Payne
Espasa Calpe (297 pags)
Barcelona, 2010
Julia Saez-Angulo
El libro de Payne no va a gustar a aquellos que tienen fosilizada la República en un todo bueno sin mezcla de mal alguno, a los que tienen mitificado al Frente Popular como una colección de angelitos cuando encerraba a más de unos cuantos asesinos, lo que antes de estallar la rebelión militar ya hacían la vida imposible a muchos españoles. Estas vienen a ser las tesis grosso modo del autor de “¿Por qué la República pedió la guerra?
El historiador e hispanista estadounidense ya había abordado el tema de la guerra civil española de 1936-39 en “El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil” (1933 – 1936), “40 preguntas fundamentales sobre la guerra civil”; “Franco y Hitles” y “España, una historia única”. Payne es doctor en Historia por la Universidad de Columbia y profesor emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison.
El asesinato del diputado Calvo Sotelo fue el detonante clave de saturación de la derecha y por tanto del alzamiento del ejército español, sostiene el historiador. La República calculó mal la tolerabilidad de la derecha acosada en exceso por una izquierda cada vez más revolucionaria e intransigente, viene a decir el libro.
La gran división de los partidos de la izquierda, sobre todo los distintos bandos socialistas propiciaron también una debilidad en un gobierno democrático débil y excesivamente tolerante con los desmanes sociales y políticos que causaban ciertos elementos de la izquierda.
El “No es eso, no es eso” de Ortega y Gasset y otros intelectuales da cuenta de la gran decepción de muchos liberales que esperaron un comportamiento más efectivo y ético de una II República recibida con alborozo y en contra de la monarquía.
El autor analiza las guerras revolucionarias en la época de la Primera guerra mundial y el conflicto endógeno que lleva a la polarización. Estudia el resultado y las conductas de las elecciones de febrero de 1936 hasta llegar al alzamiento franquista en Marruecos el 18 de julio de ese año.
Elementos de una revolución
En la situación española se dieron todos los elementos de movilización, revolución, terror y guerra de religión. Al mismo tiempo, una expectativa internacional ante la tensión con los fascismo, que lleva a una intervención o no intervención de las potencias extranjeras. Una guerra de ensayo, de laboratorio para lo que iba a venir a continuación en 1939 para Europa.
Los dos modelos de guerra de una y otra parte son analizados por Stanley Payne, quien analiza la guerra en el mar y la guerra aérea. Incluso estudia las guerras civiles de la Guerra Civil para hacer una recapitulación final sobre la derrota republicana.
En opinión de Negrín, responsable de proseguir la lucha armada entre 1938 y 1939, “la gran debilidad del Frente Popular no fue tanto su incapacidad militar como la ausencia de unidad, el desánimo y los errores de los dirigentes políticos, tal y como dejó claro en sus comentarios con Georges Orwell tras la guerra.
El historiador temina con un análisis de perspectiva histórica ante los tiempos convulsos que va a vivir Europa. Un índice onomástico ayuda en el libro a localizar a los distintos personajes en las páginas publicadas.
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