Georg Trakl, “Poesía completa”
Traducción y prólogo
de José Luís Reina Palazón
Editorial Trotta
Madrid, 2010
Julia Sáez-Angulo
Acogida con gran aceptación en España y toda Europa, la “Poesía completa” de Georg Trakl ve de una edición en lengua castellana, que permite acceder al mundo de este escritor del Imperio austro-húngaro y de la Viena Imperial, donde la capital de fin de siglo brillaba como “una araña imperial que en el centro de la enorme red negro-amarilla del imperio sacaba incesante fuerza, jugo y brillo de los países de la corona”, al decir de Joseph Roth.
“Como Trakl en Salzburgo, la vanguardia vienesa tuvo que romper una cultura canónica. Raramente aceptada por la nobleza, la burguesía austriaca ni destruye a la aristocracia ni llega a asimilarse a ella”, dice José Luís Reina Palazón, en el prólogo de la “Poesía completa”.
“Sobre los bosques la pálida luna, / la luna que soñar nos hace, / silente en la noche el sauce / llora en la oscura laguna.”, dice el poema “Silencio” de Georg Trakl 1887 – 1914), que termina así: Un corazón se apaga –presencio / la niebla que lenta se alza y se aduna- / ¡silencio, silencio!”.
“Al crecer la sensibilidad de lo que Hofmannsthal llamaba el deslizarse del mundo, la burguesía inclinó su cultura hacia el cultivo de la interioridad, de la singularidad de su vida síquica en una introversión narcisito, escribe Reina Palazón sobre el momento histórico de Trakl.
“Grito en el sueño; por negras callejas se precipita el viento / el azul de la primavera se insinúa a través del ramaje quebradizo, púrpura rocío de la noche y alrededor se apagan las estrellas”, dice los primeros versos del poema “Primavera del alma”.
Georg Trakl fue amigo de Oskar Kokochka, el artista expresionista que practicó la pintura sicológica. Los nombres de Kraus, Loos y Schömberg son otros nombres que constituían la intelectualidad austriaca del momento.
La dinámica – Georg Trakl
“Frente a la respuesta esteticista de un Hofmannsthal, que no quiso enfrentarse a la crisis del yo con el adecuado medio que puede conjurarla; la inmersión en la explosiva soledad del subconsciente, Trakl lleva a cabo una ruptura cuya consecuencia puede seguirse en las etapas de su vida y de su obra. La estilización juvenil como poeta maldito coincide con una expresión de su temática en términos tradicionales donde precisamente la presencia explícita del yo y las referencias a la realidad enmascaran la intensidad del conflicto de ambos”, explica Reina Palazón.
“Elis, cuando el mirlo en el negro bosque llama, / es tu declinar. / Tus labios beben el frescor de la fuente azul de las rocas. / Deja si tu frente sangra suave / antiguas leyendas / y el oscuro sentido del vuelo de las aves”, dice el poema “Al muchacho Elis”.
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