jueves, 12 de febrero de 2015

Enrique Alvarado, Chef de cocina mexicana en el Hotel Presidente Intercontinental de Monterrey




Enrique Alvarado


Julia Sáez-Angulo

         “La cocina mexicana esta hoy en todo el mundo porque es creativa, sabrosa y muy buena”, afirma Enrique Alvarado, chef de cocina del Hotel Presidente Intercontinental de Monterrey, del grupo Hoteles Milenium, dirigido por Armando García Martínez.

      “No es de extrañar que haya tres estrellas Michelin entre sus cocineros: Carlos Gaytán en el Mexique de Chicago; Alejandro Ruiz en Casa Guanahuaca y  en lo local, el parteaguas Guillermo Brisstain. Todos son muy padre.

“El mole junto al tequila representan por excelencia a la gastronomía mexicana, que es muy natural, porque está basada en sus muchas y ricas verduras, junto a las sabrosas salsas picantes”, explica el Chef Enrique Alvarado Macías (Monterrey, 1963).

“En Monterrey somos más carnívoros, sobre todo de carne de res, una carne que debiera comerse casi cruda, que relinche”, dice con humor.  “En Monterrey gustan por comer bien, pagan por ello y saben exigir”, añade.

         El chef mexicano se siente orgulloso de su formación y trayectoria profesional, porque ha recorrido medio mundo en hoteles de la cadena Hyatt y de otras: India, China, Hong Kong, Macao, Jamaica… Desde hace unos años fue contratado por el Hotel Presidente Internacional de Monterrey como chef y como gerente de A y B -Alimentación y Bebidas: “Ya era el momento de volver a mi ciudad”, dice.

         Presume de las distintas clases de chile que ofrecen las sabrosas salsas mexicana y aportan beneficios a la comida y al cuerpo. “Utilizamos el chile hasta con el chocolate de los postres, porque un toque de picante le da un gusto muy especial”, explica Alvarado. Igualmente habla con satisfacción de la variedad de sopas con verduras y carnes que ofrece la cocina mexicana.

         Sonríe cuando le hablo de la llamada “venganza de Moztezuma” sobre los gringos visitantes, cuando sufren una colitis a causa del picante de los chiles ingeridos. “Los picantes han de dosificarse y tomarse como los vinos: primero uno suave y seguir progresivamente en intensidad”.




Tortillas recién hechas

El chef Alvarado también pone de relieve las excelentes tortillas de harina o de maíz, que se hacen en su hotel y en todo México. “Han de prepararse y consumirse de inmediato para que conserven todo su sabor y gusto de paladar. Nosotros tenemos una Doña que las prepara y las hace en el acto y se toman siempre en condiciones óptimas. Las servimos con una cierta variedad de salsas y sabores”.

Al chef del Hotel presidente le gustan las mesas sencillas: buena loza y cubiertos, pero despejadas de muchas copas para que no parezcan de boda. “El montaje de las mesas es importante, porque forma parte de la presentación, pero es secundario. La clave de la buena cocina esta siempre en partir de alimentos de buena calidad para comenzar el arte de  prepararlos cocinarlos”, afirma Alvarado con convencimiento.

No le gustan los glotones, pero sí ver a los comensales que disfrutan buscando experiencias para el paladar. "Eso es lo que pretendemos en este Hotel Presidente Internacional".

Por último, el chef mexicano habla de que la cocina mexicana se presta muy bien para la fusión y la modernidad. Elogia además las numerosas cervezas mexicanas  por su singularidad y calidad extrema.






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