L.M.A.
17 de julio de 2016.- El libro 50 razones para defender la corrida de toros, del filósofo francés Francis Wolff, editado por la editorial Almuzara, vuelve al ruedo de la polémica a tenor del debate que se está generando los últimos días sobre la conveniencia de suprimir, o no, la fiesta de los toros.
Un libro donde este catedrático de filosofía pretende desvelar el sentido ético y estético de la tauromaquia, así como contribuir a la promoción de sus valores culturales y humanos. “Las corridas de toros no son simplemente un magnífico espectáculo. No sólo son disculpables, sino que además son defendibles porque son moralmente buenas”, comenta su autor.
En este libro, el catedrático de la Escuela Superior Normal de París, defiende el espectáculo taurino con argumentos paradójicamente en línea con los que piensan que se deben suprimir las corridas de toros.
Así, Wolff no ataca la movilización prohibicionista que está llevando a muchos sectores de la población a rechazar este espectáculo, ya que “el fundamento de estos detractores es generoso, siempre y cuando se haga con respeto a la libertad de los que piensan lo contrario”.
No obstante, alega que este mismo movimiento no tiene en cuenta los riesgos ni las contradicciones que pregonan los partidarios de “la pretendida liberación animal”; entre otros, “los perniciosos efectos ecológicos de su supresión”.
Por ello, el autor apoya sin tapujos el ecologismo al defender a los criadores de toros bravos, una de las últimas formas de ganaderías extensivas que existen en Europa, en la que cada animal dispone de una extensión de 1 a 3 hectáreas de terreno.
¿Puede alguien mejorar esta realidad tratándose de animales domésticos? Para Wolff, si se suprimen las corridas, muchas de las tierras dedicadas al toro bravo se entregarían a la agricultura intensiva e industrial.
Por otra parte, la mercantilización y comercialización de estos animales, hacinados en auténticas fábricas de filetes, entrarían en contradicción con la indignación que provocarían, entre los que rechazan las corridas, las condiciones de vida y muerte a las que estarían sometidos los toros.
El ensayista francés también defiende que el toro de lidia es “el único animal criado por el hombre que vive y muere conforme a su naturaleza, y no es fruto del azar, ya que una ganadería de toros es el único caso en el que se deben respetar las exigencias de la vida salvaje del animal para preservar su bravura”.
El autor
Francis Wolff es un filósofo francés que imparte clases como catedrático en la Escuela Normal Superior de la Universidad de París. Antes lo hizo en las universidades de Paris-X-Nanterre, en la de Reims y en la de São Paulo (Brasil), y recientemente, en Oxford.
Entre sus obras: Sócrates (1994), Aristóteles y la política (1997), El ser, el hombre, el discípulo (2000), Decir el mundo (2004) y Filosofía de las corridas de toros (2007).
Gracias a este último libro ofreció un memorable pregón taurino de la Feria de Abril de Sevilla y se lanzó a una campaña en defensa de las corridas de toros de la que es fruto este breve pero intenso y profundo libro que ha sentado las bases para posteriores defensas del mundo taurino.
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