Aache Ediciones. Guadalajara, 2016
640 páginas, con fotografías, notas, e índices.
Encuadernación en cromo y tapa dura.
ISBN 978-84-15537-98-4
P.V.P.: 25 €.
L.M.A.
Madrid, 22.07.16 .- Con motivo del Centenario del
nacimiento del escritor español Camilo José Cela, la editorial Aache presenta
la gran biografía del personaje, escrita por quien mejor le conoció, Francisco
García Marquina, quien tras una larga elaboración, muy documentada, ofrece al
completo la secuencia biográfica y el análisis de la obra de quien fuera Premio
Nobel de Literatura y vecino de Guadalajara muchos años.
Pocos dudarán que Camilo José Cela fue una de las mayores figuras
literarias de España en la segunda mitad del siglo XX. Personaje controvertido,
tuvo muchísimos admiradores como también fueron legión sus detractores, tanto
como persona como en su faceta de escritor. Con todo, puede decirse que a nadie
dejaron indiferente ni su figura ni su obra.
De todo ello, del Cela hombre, del actor, del personaje, pero también
del Cela escritor en multitud de registros (poeta, cronista, narrador,
novelista, articulista, crítico, editor…) nos habla con excepcional
conocimiento este libro escrito por alguien que le conoció y le trató durante
muchos años, el también escritor, periodista y poeta, Francisco García
Marquina. Marquina vivió muy cerca de Cela sobre todo en los últimos 20 años de
su vida, muchos de los cuales el premio Nobel los vivió por voluntad propia en
la provincia de Guadalajara, esa tierra que él tan bien conocía desde que en
1946 escribiera su inolvidable Viaje a La
Alcarria.
El autor nos insiste una y otra vez a lo largo del libro que el fenómeno
‘Cela’ incluye “a un hombre, a un creador
literario y a un actor, que van juntos y de frente por la vida”. Y, por
tanto, la línea básica de su trabajo ha sido no disociar estas facetas sino
mostrárnoslas unidas, ya que uno solo es el personaje que las hace posible: Camilo José Cela. En él vida y obra
aparecen unidas de manera indisociable y no es posible adentrarse en su obra
sin conocer facetas de su vida, como también sería estéril lo contrario.
Por encima de
gustos o matices, o de simpatías o rechazo ante sus comportamientos vitales,
Cela fue un grandísimo escritor que nos dejó obras maestras de la literatura en
lengua castellana como La familia de
Pascual Duarte, La colmena, San Camilo 1936 o Mazurca para dos
muertos.
Y fue, además, un escritor en permanente evolución, que siguió
arriesgando desde su primer libro, sin quedar anclado en un estilo o en un registro
predeterminado. Un autor que supo evolucionar, innovar, buscar nuevas voces y
nuevos estilos y no vivir de las rentas de sus primeros -y muy aplaudidos-
éxitos, cuando podría perfectamente haberlo hecho.
Como dijo de él otro premio Nóbel, el portugués José Saramago: “[A Cela] se le ha juzgado como persona
antes que como escritor. Dentro de veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años,
las rencillas estarán olvidadas y sólo quedará su obra. La obra de un gran,
irrepetible escritor”.
El mismo Cela repetía una y otra vez que “en España, el que resiste, gana”, y él, llevando esa tenacidad más
allá de los límites de su vida, ha conseguido resistir y ganar el aprecio y el
respeto de nuevas generaciones de lectores en España y en toda la comunidad
lectora de habla española.
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