sábado, 20 de febrero de 2021

"A FALTA DE PARÍS". Espléndido libro de relatos de Esther Sánchez


 



L.M.A.

         20.02.21.- Madrid.- La profundidad psicológica de los relatos de Esther Sánchez asusta. Asusta y cautiva. En una simbiosis casi imposible, la autora une distanciamiento y cercanía, emoción oculta en la reflexión e inteligencia excepcional en el modo de estructurar y de asaltar la sensibilidad del lector. Todo ello  se induce y deduce de los extraordinarios relatos  de “A falta de París”, un libro audaz y sorprendente, donde la dialéctica de la vida y de las relaciones humanas, parejas y amores, e incluso relaciones intra-personales con uno mismo, aflora con precisión, exactitud y originalidad en la forma,  por medio de un lenguaje sintético pero de gran riqueza conceptual en todas sus páginas. 

    “A falta de París” no es un libro más de relatos. No es un ejercicio de autor, autora en este caso, aunque también lo es. Relatos quirúrgicos desde una perspectiva psicológica nos advierte la contraportada y es una buena definición de inicio. Un punto de partida clasificatorio de algo que no podemos clasificar porque cada dos por tres, de improviso, encontramos unas líneas que nos atan a la lectura y nos dejan sin aliento. Porque siempre nos deja sin aliento aquello que hemos vivido o pensado cuando lo observamos, lo leemos reflejado de un modo impactante. Eso es lo que hacen los grandes libros: nos dejan mirar en nuestro interior alternando la oscuridad y la claridad de los hechos vividos o imaginados como en espejo de palabras escritas.

    Somos los viajeros itinerantes de una gran aventura interior que depende, tanto del marco como de nuestra biología, del paisaje cotidiano en que nos movemos y de  nuestro cuerpo y nuestra mente.  Por debajo, siempre está el corazón. Todo está teñido de acasos y seguridades inciertas, ilusiones y costumbres, sueños derrotados y logros efímeros, enmarcado en una ruta llamada destino que pocas veces depende absolutamente de nosotros. Y, sin embargo, fuera de vestiduras y lejos de artificios, más allá de cada circunstancia y rol vivido, cada uno sabemos quienes somos. 

    Eso que llaman conciencia, en la nebulosa de la inconsciencia y del conocimiento, limitado, precario, con visos de culta magnitud, no necesariamente gigantesca a veces o de magnitud pequeña,  hace y es nuestro equipaje. Maletas con ropa que no siempre nos cuadra, pero que sirve para abrigarnos en invierno o cubrirnos superficialmente en verano.

    Todo es introspección con alas en “A falta de París”. Un recorrido que hace escuela porque toda escuela nace de la originalidad de la percepción y la singularidad de la expresión y la mirada. La de la autora, la de Esther Sánchez, es de una calidad literaria y un estilo personal que solo los grandes consiguen en sus primeras obras. Esta es de las primeras y del más alto nivel. Un libro de altura y que, sin embargo nos llega como un dardo y circula por dentro de todos los que tengan la suerte de descubrirlo. Un libro de valor y, además, valiente y rompedor de esquemas preconcebidos, que nos revuelve un poquito lo asentado, lo dado por sabido.  Un libro imprescindible para aquellos que aman la buena literatura enraizada en la vida.

    (A falta de París, de Esther Sánchez.  Editorial La equilibrista. Primera edición, febrero 2021)


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