miércoles, 8 de noviembre de 2023

IRIS REICHEL y la nobleza alemana báltica. Una historia apasionante y desconocida

Iris Reichel y su madre Úrsula von Brevern. Despeduda e el aeropuerto de Barajas (Nov. 2023)

Iris Reichel, Adelina Covián y Julia Sáez-Angulo



Julia Sáez-Angulo

Fotos Juan Vic

08.11.2023.- Madrid .- Estuve paseando con Iris Reichel (Braunschweig, 1962 Baja Sajonia, cuya capital es Hannover a unos 40 km), alemana buena conversadora, que acaba de recibir en Madrid a su madre, una bella dama octogenaria, Úrsula von Brevern, cuyo antepasado es Karl Hermann, que reside en la citada localidad alemana de la que procede la familia de la reina Sofía. De su progenitora, Iris sabe todas las tradiciones sobre la nobleza alemana del Báltico, que siempre miraba a la Corte de San Petersburgo como referente, pues el zar la trataba muy bien, dejándolos practicar su religión protestante, mientras custodiaban sus tierras, frente a los polacos que eran sus enemigos católicos. Y ya se sabe cuius regio eius religio (todo cambio de poder exigía pasarse a la religión del Príncipe). La nobleza del Báltico sigue celebrando sus encuentros en bailes de castillo, con un comando de protocolo en francés, que va dando las pautas ceremoniales. Las tierras del Báltico acabaron en manos de los católicos de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania.  

    "Es una historia tan interesante como desconocida de estas tierras cristianizadas en el siglo XII… por la Orden Teutónica. Los alemanes protestantes llegaron a partir del siglo XVII por la libertad de religión que permitió el zar de Rusia", me explica Iris. "Historia desconocida… yo misma la tengo que releerla continuamente… a pesar de haber visitado al menos 10 veces todos estos tres países bálticos desde 1980. Siempre en grupo con la familia". Y añade solemne: "En todo caso, nos consideramos alemanes bálticos".

        "La primera iglesia cristiana católica, la catedral,  (antes de la Reforma) en Riga fue fundada por un alemán, el Obispo Buxhoeveden y, precisamente, en esta catedral están los escudos de algunas de las familias alemanas bálticas, entre ellos de la mía: von Brevern".

         "Estoy reconectando con toda esa historia que me apasiona… tienes razón sería para otro/s momentos, crónicas y nuevos libros. Tengo una biblioteca histórica sobre Rusia, el Báltico,  mi familia tomas otras familias que vivieron en estas disputadas tierras hasta 1939, año del pacto entre Hitler y Stalin, que partió Polonia y “repatrió a la fuerza” los alemanes bálticos (a las nuevas tierras del III. Reich, alrededor de Poznan/ Polonia. De ahí todos ellos, incluida mi madre (9 años) tenía tenían que huir… La historia de repite ahora con los ucranianos, la gente del Oriente Medio y muchos otros".  La suya es una historia que está por escribir. 

      "He visitado con mi madre y sus cuatro hermanos esos lugares del Báltico. Mi abuelo Richard von Brevern murió en el cuartel general alemán de Poznan (en 1945 fue cuando el frente ruso llegó a Poznan), y mi abuela, Anna Dorothea Baronesse v. Vietinghoff, consiguió salvar a todos sus cinco hijos. ¡Llegó exhausta a Hannover!, donde murió muy agotada de todo antes de cumplir los 60 años. Eran refugiados de la guerra, los propios alemanes no los querían y seguramente tampoco podían alojarlos, darles de comer… por suerte y, por su condición, fueron acogidos como muchas otras familias bálticas en el complejo del Castillo de Rheden, donde está enterrada mi abuela y dónde vamos mucho. Una de las hijas del señor de este castillo se casó con un español y vive, igual que yo desde hace años, en España. Los círculos siempre se cierran".

 Iris, cansada de las alternancia territoriales y nacionales en su familia, que nació en un lugar ruso y después polaco o lituano o letonio... dice que ella es europea y no la sacas de ahí. La Historia real y narrada tiene muchos más recovecos y matices complejos, pero yo, ¡frívola de mí!, me quedé en los bailes periódicos de la nobleza alemana báltica en un castillo ad hoc. 

Iris Reichel, que habla el español sin acento foráneo alguno, está casada con un vasco, lleva varias décadas en Madrid, deja pronto el barrio de Salamanca y se retira a La Moraleja. Desde allí seguirá organizando, para causas solidarias, exposiciones, conciertos y mercadillos en la iglesia evangélica alemana, un bello recinto de templo, patio y jardín, junto a la Plaza de Colón. Recientemente Iris comisarió la exposición de la pintora Adelina Covián, organizada por el Grupo Pro Arte y Cultura, en favor de huérfanos ucranianos. Fue inaugurada por Mayte Spínola y el pastor de la iglesia alemana.

    Más información

https://es.wikipedia.org/wiki/Gobernaturas_del_B%C3%A1ltico

https://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Hermann_von_Brevern

https://archivoshistoria.com/evolucion-politica-y-militar-de-la-orden-teutonica/

https://www.google.com/search?gs_ssp=eJzj4tTP1TcwS8kyTTdg9JIoy0wuyS_KTFTIKc0sTlRISVUoKCotzkwEANxxDH4&q=victoria+luisa+de+prusia&rlz=1CDGOYI_enES731ES731&oq=victori&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUqCQgBEC4YJxiKBTIMCAAQIxgnGOMCGIoFMgkIARAuGCcYigUyBggCEEUYPDIGCAMQRRg8MgYIBBBFGDkyGAgFEC4YFBiDARjHARiHAhixAxjRAxiABDIJCAYQLhhDGIoFMg0IBxAuGIMBGLEDGIAEMgoICBAAGLEDGIAEMg8ICRAuGBQYhwIYsQMYgATSAQg3NTU5ajBqN6gCALACAA&hl=es&sourceid=chrome-mobile&ie=UTF-8

2 comentarios:

Raúl dijo...

Querida Julia
Nunca dejo de sorprenderme, al leer tus crónicas.
En mi pobre patria estamos cada día más pobres y no hay nobleza. Trato de cultivar -tal vez no lo logre- la nobleza de espíritu. Déjame imaginar que estoy en esa bella sala con vosotras y os sirvo el café, mientras admiro la nobleza de la vieja Europa.
Afectuosos saludos,
Raúl

Anónimo dijo...

Mi querida y recordada abuela extremeña materna recibía a un selecto grupo de señoras los jueves. Un acto social en el que se se trataban temas importantes entre mujeres. En mis estancias con mi abuela le pedía a la secretaria-gobernanta que la nieta (bien arreglada) entrase a saludar. A veces se me permitía quedar un breve espacio de tiempo. Por supuesto en silencio. He aprendido mucho de formas y comportamientos sociales, que ahora no se practican . NÖIS