Julia Sáez-Angulo
15/11/24 .- Madrid .- Un debate sobre el proyecto de ley de Secretos Oficiales ha tenido lugar en la Universidad Internacional Schiller de Madrid (Paseo de Recoletos 35) entre José María Alises, consejero de GMV Innovating Solutions; Edmundo Bal, abogado del Estado, exdiputado de Cs y portavoz en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso; Juan Martín Roy, coronel de Infantería, y Carlos Echeverría, profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad a Distancia, UNED, que actuó como moderador.
Se puso de manifiesto que es necesaria una cultura de lo que es la Inteligencia y la Defensa de los intereses nacionales.
Fernando Maura coordina los distintos debates llevados a cabo por la asociación, como director del foro Libertas, Veritas et Legalitas, LVL.
Debate y coloquio animados y apasionantes donde se comentó la actual ley de Secretos Oficiales que viene de1968 y el proyecto de ley para actualizarla, que se encuentra en el Congreso pendiente de aprobación, donde lo delicado son los plazos de duración del secreto oficial y los posibles plazos de prorrogada en virtud de la materia sensible que acojan y, sobre todo, por la debida protección de los agentes de campo que trabajan en la Inteligencia, que han de sentirse protegidos.
El Derecho comparado en esta materia es interesante. El máximo suele oscilar entre 50 y 75 años de máxima duración del secreto. Se requiere un consenso entre los grupos parlamentarios, con intereses contrapuestos, de ahí la dificultad en salir adelante el proyecto de la nueva Ley.
Hay principios claros, como el de que un secreto no debe ser prolongado indefinidamente. En España, es sobre todo el Consejo de ministros, el que administra la desclasificación de secretos oficiales, así como la Junta Nacional de Defensa, frente a otros países en el que intervienen los jueces, embajadores….
Se debatió con el público el llamado deber de custodia de los secretos oficiales, clasificados en distintas categorías, según la materia sensible de cara a la defensa nacional de los ciudadanos y sus empresas. Se comentó el caso del diputado que contó a los periodistas lo hablado en la comisión de secretos oficiales y su impunidad.
Se comentó también, sobre el caso Pegasus, sobre el contacto de Carles Puigdemont con Rusia para crear un sistema de Inteligencia para Cataluña.
Se afirmó que el 99 por ciento de las cosas políticas no son secretos y han de someterse a la transparencia.
Hoy en día, los ataques cibernéticos suelen ir mayoritariamente contra las empresas.
No debe haber un secreto oficial sin límite de tiempo. Se pueden y deben descalificar los secretos paulatinamente. Desclasificaciones parciales de un secreto, protegiendo siempre a los agentes, de lo contrario es difícil contratarlos.
Es necesario conocer y desclasificar al mismo tiempo
Tenemos en España un sistema muy garantista. Controlar un teléfono por el juez cuesta casi un mes, mientras que en Francia y Alemania se logra al día siguiente.
Francia tiene una gran experiencia en la custodia de secretos oficiales. Los británicos tienen el dicho: “Con razón o sin razón, el Reino Unido es mi patria y eso lo primero”
Es necesario guardar el sistema de inteligencia siempre
Clasificado, reservado y confidencial son categorías de los distintos secretos, lo mismo que alto secreto, secreto, confidencial o restringido. El funcionario tiene siempre obligación de secreto sobre lo que conoce y trata. Deber de custodia.
El secreto oficial es un valor y tiene precio, por lo que cuando se viola es por dinero, ideología, compromiso o ego.
Hay un dicho conocido: “Secreto de uno, es seguro; secreto de dos, ¡válgame Dios!; secreto de tres, ya no lo es!
Como toque de humor final, el pasaje de “Los tres Mosqueteros” y el salvoconducto de Milady que dice más o menos: “La Dama que porta este documento lo ha hecho por orden mía y en beneficio de Francia”. Firmado por Richelieu.
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