LA IMAGEN DEL OTRO EN LA PRENSA
Arabia Saudí, Egipto y Marruecos
Arabia Saudí, Egipto y Marruecos
Mohamed El-Madkouri Maataoui
Publicaciones del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos
Madrid, 2009
Julia Sáez-Angulo
Conviene recordar que todos venimos de una tradición y que la identidad se asienta en unas raíces. Dicho esto, cada cual ha de observar las leyes del respeto recíproco como anfitrión y como visitante. Nadie puede evitar que en cada casa se cumplan las propias leyes de comportamiento. Pero la vida es el arte de dirimir conflictos y ellos son los que nos invitan a reflexionar en una continua tormenta de ideas donde hay que barajar el ius loci, el derecho y las costumbres del lugar, junto al derecho de Gentes y la mirada hacia el exterior. Si bien ha de contemplarse al Otro con respeto, no quiere decir que se comparta y menos aún que se permitan las leyes ajenas en el propio territorio porque sería diluir el propio Estado de Derecho. Máxime cuando afecta a lo que ya se han definido como derechos civiles de las personas, con la sensibilidad precisa de los de la mujer, que hasta hace “dos días” no los ha logrado en Occidente. Bajar la guardia en este campo en aras de tradiciones ajenas o foráneas es sumamente peligroso y no se debe admitir la excusa de la tachadura “racista” y mucho menos la censura de lo políticamente correcto que impide hablar con claridad y sinceridad lo que se piensa del Otro. Una y otra cosa han sido denunciadas por diversos ensayistas, entre ellos el libanés Amin Maalouf.
El filósofo español Ortega y Gasset escribió un interesante ensayo titulado Ideas y creencias, en el que se distingue muy bien una cosa de otra. Todos o muchos solemos compartir la teoría general de unas ideas basadas en filosofías generosas de avance en el pensamiento e igualdad de hombres y mujeres, pero las creencias son algo mucho más acendrado y arraigado, más metido en el corazón y sentimientos de los hombres y, a la postre, es lo que acaba mandando en las emociones y sentimientos que influyen poderosamente a la hora del voto en aquellos países que cuentan con democracia. La burla o el fraude de ley de algunos a este respecto se sabe y se conoce en la sociedad, porque acaba aflorando en la casuística de la Administración de Justicia que es quien dinamiza en definitiva la puesta en marcha del Derecho (poligamia, ablación del clítoris, matrimonios forzados, cobertura de rostros o cabezas...) Y no se diga simplemente que son las excepciones a la regla, sino pautas peligrosas que entran como quinta columna en las democracias.
En distintos ámbitos de la cultura
El libro de Mohamed El-Madkouri Maataoui ofrece la imagen del árabe en distintos ámbitos y esferas de la cultura, sobre todo en los medios de comunicación. El Doctor Andel Fattah Awad, consejero cultural de la Embajada de Egipto en España escribe en la presentación que el libro permite “abrir espacios de expresión y hacer oír la voz del Otro, llámese así o prójimo”. Por su parte, el profesor Francisco A. Marcos dice en el prólogo: “Se llega a la realidad del estereotipo desde dos puntos distantes: la pretensión de concretar una cultura en un arquetipo que la represente, y la incapacidad de la máquina cultural de dar una imagen exacta de esa cultura y su arquetipo.”
No son iguales los tres países seleccionados por el autor en el subtítulo del libro, aunque a veces se haga tabla rasa con todo el mundo árabe y lo que es aún peor, con todo el mundo islámico. Pero hay también un punto de partida confuso en las fuentes que tratan de un panarabismo, un panislamismo o un panjudaísmo. A la larga se obtiene efecto bumerang.
Entre las conclusiones del profesor El-Madkouri destacan: la literaturización del Otro (siempre escrito con mayúsculas) como un personaje narrativo; el silenciamiento del Otro; su generalización; el Otro como antitético; procedimiento de la disfunción del Otro; Islamización del Otro y Recurso al pasado.
Resultan interesantes las reflexiones del autor, pero el libro está llamado a completarse con la otra parte paralela: la visión del Otro (occidental judeocristiano) en esos países citados. Las conclusiones serían igualmente asombrosas. En todo caso hay dos factores clave a la hora de contemplar al Otro: la democracia, la reciprocidad en los países y la situación socio-jurídica de la mujer, con las dos lacras mundiales o planetarias denunciadas continuamente, sin que parezca que se tomen serias medidas: la feminización de la pobreza y la misoginia global. Aquí sí radica especialmente el drama en uno y otro lado del Otro.
El escritor Luis Mateo Diez ha escrito recientemente "Atrapados como estamos en el lenguaje de lo políticamente correcto, hemos olvidado algunas de las verdades más perturbadoras e inquietantes de la literatura. La figura del otro, de quien pertenece a un mundo cultural ajeno, debe ser hoy día invocada en cualquier manifestación pública si no quermos pasar por reaccionarios e, incluso, por algo peor (...) Por mucho que el lenguaje de lo políticamente correcto trate de persuadirnos de que existen fórmulas mágicas para acabar de una vez para siempre con las contradicciones humanas, la gran literatura desde los trágicos griegos hasta Kafka establece que el hombre es un campo de batalla"
El autor El Madkouri ofrece dentro del libro una bibliografía sobre su tema de su investigación.
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