La muestra se centra en los carpetanos, prerromanos
que habitaron la región durante los siglos III a I a.C.
Entre las 700 piezas mostradas destaca el Vaso de los
Grifos, una tinaja de cerámica con motivos geométricos
L.M.A.
18.04.12.- Madrid.- El viceconsejero de Cultura y Deportes, Javier Hernández, inauguró hoy una exposición en la que por primera vez se da a conocer al gran público la vida cotidiana de los indígenas prerromanos que vivieron enla región, hace 2.300 años. Los Últimos Carpetanos:
El ‘oppidum’ de El Llano de la Horca (Santorcaz, Madrid) se podrá ver en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid (MAR), del 18 de abril al 25 de noviembre.
Esta exposición, que ha contado con el trabajo como comisarios de
Gonzalo Ruiz-Zapatero, catedrático de Prehistoria de la Universidad
Complutense de Madrid, y de Gabriela Märtens, Miguel Contreras y Enrique Baquedano, arqueólogos del MAR, presenta la cotidianeidad de los carpetanos, que habitaron este lugar durante los siglos III a I a.C., ofreciendo detalles de su día a día y la intrahistoria de sus habitantes, más allá de hazañas épicas y grandes hechos de armas.
Hernández animó a todos los madrileños a visitar la exposición “en la que descubrirán el urbanismo, las actividades económicas, las creencias y rituales de los carpetanos, considerados los primeros madrileños por ser los habitantes estables de la zona y con nombre conocido en la última fase de la Prehistoria”. Asimismo, destacó la “enorme calidad y riqueza de muestras
que se exponen, algunas de ellas recientemente excavadas”.
Los hallazgos que se pueden encontrar en la exposición son fruto de
las excavaciones arqueológicas realizadas en El Llano de la Horca
(Santorcaz) a lo largo de 11 años por un equipo multidisciplinar e
internacional codirigido inicialmente por Enrique Baquedano -a quien se sumaron como codirectores Gabriela Märtens, Gonzalo Ruiz-Zapatero y Miguel Contreras-, y que han dado unos resultados “extraordinarios”, según explicó Hernández, obtenidos con modernos métodos de análisis poco frecuentes en la arqueología de la Edad del Hierro, y que han convertido a este yacimiento carpetano en el más extenso y mejor conservado del que se tienen noticias.
Unas 700 piezas
Y es que el gran valor del yacimiento, como dijo Javier Hernández, es que
nos ha llegado intacto. “Hablamos del asentamiento protohistórico mejor
investigado y conservado de la Comunidad de Madrid”. Los visitantes que
acudan hasta el MAR podrán ver unas 700 piezas del Llano de La Horca, de
las que destacan algunas tan importantes como el Vaso de los Caballos –
una cerámica decorada con un friso que representa a cinco caballos
esquemáticos con un innegable estilo numantino- o la Placa del Ciervo -
realizada en bronce y con la representación de unas aves y un ciervo muy
esquematizado-.
Mención especial cabe hacer del Vaso de los Grifos, que esta
exposición muestra al público por primera vez desde su extracción y
reconstrucción. Se trata de una gran tinaja de cerámica que presenta un
friso totalmente decorado con motivos geométricos de líneas horizontales,
verticales y en forma de “S”, sobre las que parece destacar la
representación de varias figuras con forma de aves, muy estilizadas y de
carácter fantástico, que recuerdan, en la mitología a la imagen de los grifos
y en la naturaleza, al perfil del ave somormujo lavanco.
Estas piezas están puestas, además, en relación con otras de los
museos de Ávila, Cástulo (Jaén), Santa Cruz de Toledo, Soria, Teruel,
Valencia y Valladolid, como el relieve de Illescas –en el que figura un desfile
de dos carros de guerra o ceremoniales- y la Pátera de Titulcia, en la que se
puede apreciar la cabeza de un animal fantástico.
El viceconsejero de Cultura y Deportes también quiso destacar que
con esta exposición la Comunidad de Madrid “contribuye a enriquecer la
oferta cultura de la región”, como ya lo ha hecho anteriormente desde este
mismo museo con otras exposiciones temporales de enorme interés”
siempre con una premisa: “acercar a los madrileños exposiciones de calidad
y nivel científico para que puedan conocer mejor su pasado mientras
disfrutan”. En este sentido, Hernández adelantó la próxima muestra en la
que trabaja el Museo a finales de año y que, bajo el título Arte sin artistas,
dará a conocer el arte paleolítico.
La estructura de la exposición
Los Últimos Carpetanos: El ‘oppidum’ de El Llano de la Horca (Santorcaz,
Madrid) se articula en torno a nueve unidades y comienza situando a los
visitantes en la Hispania prerromana, entre los siglos III y I a.C.,
mostrándoles algunas de las piezas más destacadas de yacimientos de
diversos grupos prerromanos –sus vecinos los íberos, celtíberos, oretanos,
vacceos y vettones–. A continuación, y tras una breve incursión por la
Carpetania, la muestra presenta una visión global de la investigación que ha
desarrollado el MAR en estos 11 años de trabajo científico, desde la
excavación hasta la restauración de las estructuras y de las piezas, pasando
por el procesado de la documentación y el análisis de laboratorio.
Seguidamente, la exposición se centra en El Llano de la Horca y más
concretamente en sus características como oppidum (ciudad en altura bien
protegida), profundizando en uno de los elementos que han ayudado a los
investigadores a explicar la vida cotidiana en este rincón de la Carpetania:
las estructuras urbanas. La exposición revela como eran las casas o
espacios habitados, con los restos más importantes que se han encontrado
en el yacimiento.
En las siguientes unidades se presenta una forma de economía que va
más allá de la autosubsistencia y que genera excedentes suficientes para que la artesanía, el intercambio o el comercio jueguen un importante papel
en las actividades de los habitantes de El Llano de la Horca. Este sistema
económico, basado en la agricultura, en la ganadería y en la obtención de productos secundarios, tiene su reflejo en la reconstrucción del ciclo
agropecuario que, además de ser la base de la supervivencia, fundamenta y fortalece una sofisticada red de creencias e ideas.
El poblado de El Llano de la Horca se encuentra dominando el valle del Anchuelo, situado en el municipio madrileño de Santorcaz, en pleno páramo alcarreño y puede ser considerado un auténtico oppidum de la Segunda Edad del Hierro. El yacimiento es excavado desde el año 2001 por el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y además, los trabajos cuentan con el 1% cultural del Ministerio de Fomento.
Una historia en cada imagen
Con motivo de esta exposición, el Museo Arqueológico Regional ha editado
un catálogo que, además de contener una explicación ampliada del
recorrido escrita por los comisarios, incluye el proceso de creación de las
ilustraciones de Arturo Asensio, que funcionan como uno de los pilares
básicos de esta muestra. Estas ilustraciones han sido el resultado de un
trabajo largamente concebido, en un diálogo continuo de los arqueólogos
con el dibujante. Como complemento a la exposición, los sábados se han
organizado visitas guiadas a las 12:00. Es imprescindible la reserva previa en el número de teléfono 91 879 66 66 hasta cubrir el cupo de 25 personas por grupo.
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