Julia
Sáez-Angulo
El microrrelato es un
género literario que se impone con
fuerza, “el cuarto género narrativo”, dice el subtítulo del libro “Antología del microrrelato español (1906 –
2011)”, una edición de Irene Andrés-Suárez,
publicado por Cátedra en la colección Letras Hispánicas.
Son muchas las instituciones y empresas que convocan
concursos de relatos, desde Radio Nacional de España a la Fundación FiART. Hay
editoriales que se han especializado en narrativa breve y, además de publicar
cuentos lo hacen también con microrrelatos como sucede con Páginas de Espuma.
El libro editado por Cátedra es muy oportuno porque son
muchos los interesados en el género del microrrelato, un género que se ha
desarrollado con profusión en Latinoamérica, donde Borges, Bioy Casares o
Augusto Monterroso son maestro del género.
El índice de “Antología del microrrelato español (1906 –
2011)”, acoge puntos de interés como la
definición de microrelato, la trayectoria del relato español entre postistas,
clásicos y últimas décadas del siglo XX y XXI. El microrrelato acoge con frecuencia
el humor y la intertextualidad, así como el impacto de las nuevas tecnologías,
sobre todo en lo que al siglo XXI se refiere.
Entre los autores españoles que figuran en la “Antología del microrrelato español (1906 –
2011)” se encuentran: Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, José Moreno
Villa, José Bergamín, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Pío Baroja, Tomás
Borrás, Ana María matute, Max Aub, José Antonio Muñoz Rojas, Esteban Padrós
Palacios, Ignacio Aldecoa, José María Sánchez Silva, Alfonso Sastre, Gonzalo
Suárez, Fernando Quiñones, Ferenando Arrabal, Antonio Muñoz Molina, Álvaro
Cunqueiro, Francisco Ayala, Arturo del Hoyo…
La lista es amplia y vamos a seguirla, pero observemos que
hasta ahora solo hay una escritora: Ana María Matute. ¿No se podría rastrear un
poco mejor en el campo de la mujer? Los nombres continúan: Antonio Beneito,
Alberto Escudero, Javier Tomeo, Agustín Cerezales, Gustavo Martín Garzo, Juan
Eduardo Zúñiga, Pedro Ugarte, Luis Mateo Díez, José Jiménez Lozano, Rafael
Pérez Estrada, Julia Atxoa, Ángel Gauche, Juan Gracia Armendáreiz, Carmela
Grecier, José María de Quinto, Hipólito G. Navarro, Juan José Millás, Pablo
Antoñana, José María Merino, Espido Freire, Medardo Fraile, Carmen Camacho,
Carlos Castán, Lara Moreno, Rubén Abella, Carlos Almira, Cristina Grandes y Manuel
Espada… sin citar a todos.
Brevedad
y origen en la tradición oral
Libro necesario y oportuno para una demanda importante sobre
el interés por este género que lo cultivan no sólo los escritores profesionales
sino muchos otros ocasionales que pueden cultivar el microrrelato porque es un
género corto fácil de llevar a cabo en el tiempo.
La Fundación FiART decía en su
convocatoria de concurso: El microrrelato, cuya principal característica es la
brevedad de su contenido, tiene sus raíces en la tradición oral y va
adquiriendo esencia en la Edad Media a través de fábulas, parábolas,
adivinanzas, los proverbios y desde antes, muchos versículos de la Biblia, el
Código de Hamurabi, los mantras y los upanishad hindúes, también los haikus japoneses
contienen microrrelatos, brevísimos. Para el mundo judeocristiano el primer
microrrelato sería el de Génesis 1:1 :”En el principio creó Dios los cielos y
la tierra”. Su tope de selección estaba en las trescientas palabras.
“Ya en el siglo XX se populariza
entre los escritores hispanoamericanos más conocidos, como Borges (en cuya obra
“El Hacedor” incluye varios microrrelatos) y Bioy Casares, Cortázar, Ramón
Gómez de la Serna, Luis Mateo Díez, Leopoldo Lugones entre otros, sin dejar de
mencionar al autor del más famoso microrrelato en español, Augusto Monterroso:
“Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí”.
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