LA
EXPOSICIÓN DE ARTE ESPAÑOL EN EL CASTILLO DE MERODE, APUESTA POR
LA UNIDAD CULTURAL EUROPEA
Casildo Ferreras
Recientemente
ha tenido lugar en el Castillo de Merode situado entre Aquisgrán y Colonia en la
región de Renania del Norte –Westfalia en Alemania la inauguración, coincidiendo
con la celebración de la Fiesta de la Primavera, de la exposición de una
colección permanente de Arte Español Contemporáneo.
Este
acontecimiento ha tenido una no despreciable repercusión mediática tanto en la
prensa escrita como en medios digitales. Concretamente entre estos últimos se
puede citar entre otros “La mirada actual” (2 enero y 23 de abril), “Artes Hoy”
26 de marzo y en “La Montera.net” (24 de abril). En todas ellas se ha destacado
el valor artístico de las obras donadas a dicha colección y también el alto
nivel de los artistas que las firman por lo que no es mi propósito insistir en
estos aspectos, sino más bien en la importancia de hechos como este para el
futuro de nuestra patria cultural común que es Europa.
Durante
siglos los europeos hemos mantenido la conciencia de nuestra unidad cultural
por encima de las divisiones y enfrentamientos políticos. Esto resulta
especialmente claro en el mundo de las artes plásticas tanto por lo que se
refiere a los artistas como respecto a los estudiosos del arte y la población
en general.
Independientemente
de nuestra nacionalidad hay artistas cuyas obras todos conocemos, con
profundidad variable en función del nivel cultural o de estudios, con los que
nos sentimos identificados, en grado variable según nuestros gustos y
preferencias personales, y que consideramos como nuestros. Sirvan ejemplo
nombres como Miguel Ángel, Leonardo,
Durero, Rubens, Velázquez, Ticiano, Rembrandt o Goya entre los nombres de la
Edad Moderna y como Monet, Cezanne, Gaugin, Van Gogh, Modigliani, Picasso,
Matisse, Klimt, Miró, etc., entre los de la Contemporánea.
A
este sentimiento o conciencia de la unidad artística de Europa han contribuido
también las autoridades políticas y los propios artistas. Reyes y magnates
procurándose los servicios de los artistas más prestigiosos fueran de sus
dominios o no y los artistas con su predisposición a moverse a las cortes o
centros urbanos más prestigiosos del momento. Baste citar la importancia de
artistas de la escuela flamenco-holandesa en el gótico tardío en España o el
prestigio de Roma del siglo XVI al XVIII y el de París para las vanguardias de los
siglos XIX y XX.
Conviene
destacar también la raigambre histórica y transnacional de los títulos y
apellidos implicados en la génesis y materialización de este acontecimiento artístico
y su especial importancia para España y para estas tierras alemanas y belgas, hecho
que me parece especialmente significativo en los momentos actuales.
En
este aspecto hay que resaltar que el apellido Spínola, aunque de origen
italiano y más concretamente de una aristocrática familia genovesa, tiene una
larga trayectoria en nuestro país y también en el territorio conocido en la
historia española conjuntamente como Flandes/Países Bajos. De ello que resulta
un magnífico testimonio el cuadro “La rendición de Breda” de Velázquez, donde
el general español es Ambrosio Spínola. Pero la importancia de los Spínola no
se reduce a ello. Sin entrar en detalles de los lazos familiares entre los
Merode y los Spínola baste señalar que el castillo-palacio de Rixenart, situado
al Sur de Bruselas ya en la región francófona de Valonia, fue construido por un
miembro de esta familia: Philippe-Hippolyte Spínola,
conde de Bruay, y en él se conserva el escudo de los Spínola. Posteriormente el
Schloss de Rixenart será donado a la familia Merode, convirtiéndose en
residencia de los Príncipes.
Por
lo que se refiere a la familia Merode y sus distintas ramas hay que destacar
que aunque de origen alemán ha estado muy ligada a los “Países Bajos” sensu
lato y principalmente a los territorios de la actual Bélgica. En la región de Brabante
hay también un Schloss Merode en
Westerloo, confundido en ocasiones por algunos autores con el Schloss Merode de
Alemania en el que se ubica la colección artística. Como muestra de la
importancia de la familia Merode en Bélgica se pude señalar que uno des sus miembros
pudo llegar a ocupar la corona belga cuando este país consiguió en 1830 la
independencia y se convirtió en Reino.
Otro aspecto que quiero resaltar es la
proximidad del castillo-palacio de Merode a la ciudad de Aquisgrán donde
Carlomagno fue coronado Emperador en la Navidad del año 800. Curiosamente para
resaltar esta ligazón carolingia la capilla del palacio-castillo Merode, donde
se celebró la misa de la tarde del 21 que terminó con una emocionante Salve
Regina en latín, el viejo idioma común de la Europa culta, es también de planta
hexagonal. Heredero del imperio carolingio será el Sacro Imperio representante del
Imperio Romano de occidente y de la ortodoxia católica romana frente a la
ortodoxia oriental griega y después también rusa. Puede esto parecer una
casualidad o un capricho del destino, pero considero que es un buen augurio que
dos familias europeas transnacionales haya unido sus esfuerzos e ilusiones en
este importante evento.
Todo
ello merece ser especialmente destacado en momentos de crisis como los actuales
en los que tienden exacerbarse los egoísmos y particularismos nacionales y
locales, olvidando que sólo destacar lo que nos une en vez de buscar ahondar las
diferencias podrá ayudarnos a salir adelante y progresar en beneficio de
todos. Por todo ello mi más sincera
felicitación a los protagonistas Mayte Spínola y los Príncipes Charles-Luis y
Clotilde de Merode, por hacer que el arte sea una vez más creador de lazos de
unión y de un más profundo conocimiento entre los pueblos de nuestra patria
cultural común que es Europa.
Casildo Ferreras Chasco, Doctor en
Historia y Profesor de Geografía dela Facultad de Geografía e Historia de la
Universidad Complutense de Madrid.
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