Julia Sáez-Angulo
22.07.12 .- Madrid .- El arte sacro es una
parcela significativa dentro de la producción artística en nuestros días.
Además de muchos artistas hombres como Venancio Blanco en la escultura o de
Manuel Ortega, Jorge Xavier-Morato y Juan Jiménez en la pintura de retablos y
vidrieras, hay una significativa nómina de mujeres que también llevan a cabo
pintura religiosa de representación cristiana en su trabajo plástico.
En el pasado, aunque con
más dificultad, artistas mujeres como la célebre escultora Luisa Roldán,
La Roldana, (1656 -1704) han plasmado temas bíblicos en su obra, desde Vírgenes
a santos, pasando por ángeles. He aquí algunas de las más pintoras más
significativas de arte sacro en nuestros días:
Natividad de Sofía Reina
Sofía Reina (Almadén.
Ciudad Real, 1952) es una pintora que ha llevado a cabo una exposición entera
en el Archivo Histórico de Toledo con pasajes bíblicos significativos de la
vida de Cristo, bajo el título “2000 años de Amor”. El próximo otoño de 2012 la
expondrá en el Oratorio de la Hermandad y Cofradía del Silencio y del Santísimo
Cristo de la Fe (Cruzados de la Fe) calle Atocha en Madrid.
Carmen Pinteño (Huércal-
Overa, Almería, 1947) es otra pintora que ha dedicado toda una serie en gran
formato cuadrado a representar los Misterios del Rosario, que no son otra cosa
que escenas narradas por el Evangelio, sobre todo el de san Lucas que cuenta la
infancia de Jesús. La pintora utiliza modelos cotidianos incluso en ciertas
vestimentas, como se ve en el cuadro “Las bodas de Caná” de los misterios luminosos
que definiera el papa beato Juan Pablo II. En el nacimiento de Cristo, la
pintora representa una entrañable Virgen galactosa.
Palmira Lagéns Daroca (Zaragoza, 1935) es una ceramista que ha llevado a cabo los paneles cerámicos de los misterios del Rosario, siguiendo los bocetos de José Alzuet, diseñó y coció los azulejos de los de los dolores y gozos de san José en el santuario mariano de Torreciudad (Huesca), una verdadera obra de arte llena de fineza y catequesis. La autora ha realizado también las imágenes de la Virgen que hay junto al lampadario de velas y en el pórtico de la antigua ermita, así como medallas conmemorativas. Es una espléndida dibujante.
Mayte Spínola (Madrid,
1943) ha realizado una serie denominada “Cristos cósmicos”, donde la figura del
Crucificado se muestra de modo espacial y como Señor del Universo. Con un
fuerte sentido místico, esta pintora plasma la serie con diverso cromatismo. Su
gestualismo deja la figura en la ambigüedad sugerente entre la figuración y la
abstracción.
"El Cantar de los Cantares"de Hortensia Núñez
Hortensia Núñez
Ladeveze (Madrid, 1940) es una escultora señera del arte español que
ha creado en barro y bronce diversas imágenes sacras, entre ellas bellos
belenes con las tres figuras del misterio de Navidad, siempre con su lenguaje
sugerente resuelto en elipsis de clara evocación. Su serie pictórica “El Cantar
de los Cantares” se compone de 40 cuadros de gran colorido en los que la esposa
se muestra exultante ante el Creador, según se refiere en el célebre libro de
Salomón, que tanto ha inspirado a los místicos. Esta serie se ha presentado en
Madrid y en el Arzobispado de Toledo.
Nati
Cañada, además de coleccionista de tallas de arte hispanoamericano del
XVII al XIX, también gusta de pintar temas sagrados o “místicos”, les
llama ella, cuando representa algunos santos, ángeles o cielos de gran
espiritualidad. Recientemente ha pintado, por encargo de la Conferencia Episcopal,
a los trece obispos españoles que fueron asesinados durante la Guerra Civil de
1936 -39. Anteriormente había pintado una serie de priores del monasterio de la
Oliva en la localidad turolense de Estercuel. Los blancos y la
desmaterialización de la forma se prestan a una visión trascendente.
Ana Queral (Cuba,
1950), naturalizada española, también ha practicado el arte sacro en obras de
gran fuerza expresionista como sus “Cruficados” , resueltos en colores vivos y
con una clara estética latinoamericana. “No siempre se comprenden bien la
visión mística de los artistas latinoamericanos en España. Mi Cristo
crucificado ha producido cierto choque por su dramatismo”, explica la autora de
la gran serie de pinturas sobre “Don Quijote”.
Leticia Arbeteta (Madrid,
1950) ha representado sobre todo hermosas Vírgenes con su dominada técnica bajo
cristal. “Nuestra Señora de Arizón”, con la casa de los Rodríguez Arizón al
fondo y “Nuestra Señora de Valvanera”, con todos los atributos de esta
advocación riojana muy extendida por Hispanoamérica, son algunas de sus obras
conocidas.
Rosa Maroto (Madrid,
1966) es una pintora que bordea siempre la abstracción y que llevó a cabo una
soberbia serie de pinturas de gran formato titulada “Santas barrocas” en las
que representa el santoral de mujeres martirizadas por su fe y hoy veneradas.
Cada una lleva sus atributos correspondientes a su imaginería, que la autora
sabe plasmar con su lenguaje moderno. Mención aparte merece uno de sus cuadros
titulado “Descendimiento”, en el que se adivina una especie de Pietá, con el
Crucificado bajado de la cruz.
La figura de Santa Teresa de Jesús, que pudo
haber sido patrona de España, ha sido tema habitual de varias pintoras como la
pintada por Irene Iribarren para la biblioteca del castillo de
Castilnuovo en Segovia, la dibujada por Carmen Feijóo, adquirida
por la Biblioteca Nacional de España. La pintora naïf Mercedes
Barba pintó una serie de seis cuadros grandes sobre Santa Teresa y sus
fundaciones con motivo del IV centenario de su muerte. La autora, que ha
publicado recientemente sus memorias, quiere que la serie permanezca unida en
alguna institución.
Maribel Torrecañeque también ha
representado en un gran dibujo a la carmelita Santa Teresa Benedicta de la
Cruz, patrona de Europa, por encargo para la iglesia de los carmelitas de Burgo
de Osma (Soria). Pilar de la Vega también ha fundido en bronce algunos
Crucificados, modelados en cera.
Isabel Guerra (Zaragoza, 1943), la monja de clausura que pinta hiperrealismo con gran éxito, también ha hecho algunas representaciones religiosas como la Virgen, que mostró en la exposición "Inmaculada" en la catedral de la Almudena de Madrid. Lástima que al no llevar halo en torno a su cabeza, la Virgen parecía una joven más de las muchas que pinta. El arte sacro requiere un punto especial para mostrar devoción, de lo contrario se queda en modelo.
Linda
de Sousa trabajó una serie de iconos en los primeros años de su
trayectoria artística y dejó una larga serie de iconografía, que iba desde san
Martín a san Lorenzo, pasando por imágenes de la Virgen y del Espíritu Santo.
"Vendí tantos iconos que apenas me quedé con un par de ellos. Guardé un
bello "San Martín" Después los dejé, porque cada época tiene su
expresión plástica. Guardo un gran recuerdo de aquella etapa artística de mi
trabajo".
María Ángeles de Armas (Madrid, 1932 –
2006) también practicó en bastantes cuadros el arte sacro. Su serie de ángeles
es magnífica y murió precisamente pintando el cuadro de la Virgen en formato
mural, para la parroquia fortaleza de Maqueda (Toledo), localidad en la que
residía junto a su esposo el doctor Sánchez Barrado.
Palmira Lagens es una ceramista que ha llevado a cabo buena parte de los murales cerámicos en el santuario de Torreciudad (Huesca) y algunas imágenes como la de san Josemaría Escrivá para la iglesia del Espíritu Santo en Madrid.
Palmira Lagens es una ceramista que ha llevado a cabo buena parte de los murales cerámicos en el santuario de Torreciudad (Huesca) y algunas imágenes como la de san Josemaría Escrivá para la iglesia del Espíritu Santo en Madrid.
“Lo que los artistas logran expresar
en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que
durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu”, dice el beato
Juan Pablo II en su célebre “Carta a los Artistas”.
Elisa Sáez de Slöcker, estudiosa del arte sacro, prepara una comunicación para el próximo congreso sobre "La mujer en el Arte" que organiza AECA en Madrid.
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