domingo, 11 de agosto de 2013

Viena, ciudad rica en museos y obras de arte






Julia Sáez-Angulo

         Además de los espléndidos palacios con su pasado imperial (Schombrunn, Hofburg, Belvedere) o sus iglesias barrocas, Viena, capital de Austria, es una ciudad rica en museos y obras de arte. El Barrio de los Museos ofrece una especie de isla –al modo de la isla de los museos de Berlín- con instituciones de arte e historia que concita numerosos visitantes. Al ser una de las capitales europeas más antiguas de Europa y con un protagonismo político importantes, sobre todo en el siglo XIX, su patrimonio histórico artístico es incalculable.

         El Museo de Historia del Arte, Kunsthistorisches Museum, de la ciudad, frente al Museo de Ciencias naturales, ambos en soberbios edificios, muestra valiosas colecciones de pintura clásica, además de las culturas egipcia, griega y romana, con largas galerías que ofrecen un sinfín de momias, estatuas, vasijas y camafeos de las respectivas culturas. Es uno de los museos más ricos del mundo, comparable al British Museum o al Louvre en cuanto a numerosas y ricas colecciones de diferentes culturas.



         El célebre cuadro de La Torre de Babel de Brueghe
es una de las piezas más emblemáticas de este Museo y concita numerosas miradas de los visitantes.


         La célebre Albertina es una galería de arte en la que las obras contemporáneas dan cuenta de lo más avanzado, así como el Mumok, Museo de Arte Moderno, establecido en un edificio de arquitectura contemporánea a modo de gran túnel oscuro en su exterior. La Albertina conserva una de las colecciones de dibujos más numerosas (65.000 ejemplares) valiosas con nombres como Durero, Rubens, Rafael, Miguel Ángel, etc. La pena es que los dibujos no se pueden exponer largo tiempo a la luz y requiere unos luxes muy bajos para evitar su deterioro. Esto ha llevado a que la Albertina exponga facsímiles de gran calidad sobre los dibujos de sus colecciones lo que no deja de resultar un tanto decepcionante.

         Recientemente se ha construido un gran voladizo moderno a la entrada que protege de la lluvia o el sol. En sus bajos hay una filmoteca y al lado una de las tabernas de cerveza –kellers- más conocidas de Viena. Los almacenes de la Albertina están robotizados y es fácil localizar sus piezas sin pérdida de tiempo. El número de grabados de la pinacoteca llega al millón.

         El MUMOK es uno de los museos más visitados por su modernidad absoluta y la valiosa lista de artista contemporáneos que alberga como los americanos Claes Oldemburg, Yoko Ono, Otto Muehl, Herman Nitsch, Robert Rauschemberg, Jasper Johns o Andy Warhol. Junto a este fondo una selección de 300 piezas que dan cuenta de los distintos movimientos plásticos que han surgido en el siglo XX como el Accionismo vienes, Fluxus, Pop Art o el Nuevo Realismo.

         Junto a estos museos está la Colección Lichtentein, el Museo del Reloj, el de Muebles Imperiales, el Museo Freud… Un sin fin de instituciones que cuentan la historia y el arte de una ciudad, Viena, que resulta grata por su limpieza y buenas comunicaciones de metro impecable y tranvías. Sólo las altas temperaturas veraniegas, con la humedad del Danubio, aplasta en días tórridos a los visitantes. La climatización falta todavía en muchos lugares.








        

        




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