· Sus valores históricos, urbanísticos, etnográficos y
arquitectónicos, decisivos para este reconocimiento
· Posee un gran número de edificios y obras públicas
de carácter monumental
· Colmenar de Oreja es uno de los núcleos de
población históricamente más importantes de la región
L.M.A.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó hoy
la declaración de Bien de Interés Cultural del municipio de Colmenar de
Oreja, en la categoría de Conjunto Histórico. El Gobierno regional ha
considerado la importancia histórica de la ciudad, su evolución urbana y el
gran número de elementos singulares de interés arquitectónico, etnográfico,
industrial e histórico, en un casco que conserva en gran medida el trazado
urbanístico original y la arquitectura residencial de los siglos XVII al XX,
elementos que la hacen merecedora de esta declaración.
El portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria explicó que
Colmenar de Oreja es uno de los núcleos de población históricamente más
importantes de la región. Fue, durante la Edad Media, el principal núcleo de
la Encomienda de Oreja y, más tarde, con rango de villa, sede del Señorío y
Condado de Colmenar. Esta ciudad –lo es desde 1922- posee un número
significativo de edificios y obras públicas de carácter monumental, además
de grandes casas de labor de los siglos XVII, XVIII y XIX, que añaden a su
arquitectura otros elementos de patrimonio etnográfico y cultural, como
cuevas y bodegas.
Tiene, además, construcciones de carácter industrial no vinculadas a
casas de labor -entre ellas, diversas fábricas, talleres, almazaras, hornos de
tinajas y hornos de cal-. El resto del casco urbano, protegido por la
declaración BIC, está formado por viviendas más modestas pero de
construcción muy característica que dan coherencia al conjunto.
Victoria destacó como elementos arquitectónicos fundamentales la
Plaza Mayor – rehabilitada por la Comunidad de Madrid el pasado año- la
iglesia gótica y renacentista de Santa María la Mayor, el convento de la
Encarnación de Agustinas Recoletas, la Ermita del Santo Cristo del
Humilladero, los restos del convento franciscano de San Bernardino, la
Ermita de San Roque, el Cementerio de Santa Catalina, el Teatro Municipal
Diéguez, el Mercado de Abastos, las Fuentes del Barranco y los Huertos.
La Plaza Mayor
La Plaza Mayor, elemento del máximo interés arquitectónico y urbanístico,
es una plaza castellana tradicional, resultado de una cuidadosa planificación
a lo largo de dos siglos. Se trata de un conjunto de edificaciones
homogéneas de sabor popular, con soportales y galerías en todo el
perímetro, que incorporan elementos propios de arquitecturas cultas, como
pilares y columnas de estilo toscano. Las piezas más significativas de la
plaza son el Pósito, terminado en 1792 y el Ayuntamiento preexistente,
reformado en 1798. Bajo el suelo del conjunto, cruza el túnel del Zacatín,
construido entre los siglos XVII y XVIII.
La Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor es el gran edificio
religioso de Colmenar, y tiene incoado expediente para su declaración BIC
desde 1982. Es una construcción gótica y renacentista realizada entre 1515
y 1615.
El Convento de la Encarnación de Agustinas Recoletas, es otro de los
grandes edificios religiosos de la ciudad. Comenzado en 1639, es uno de los
más importantes conjuntos conventuales que se conservan del arquitecto
Fray Lorenzo de San Nicolás.
La Ermita del Santo Cristo del Humilladero es el tercer gran edificio
religioso de la ciudad, obra del siglo XVI, ampliada en el siglo XVIII, mientras
que los restos del Convento Franciscano de San Bernardino de Siena,
construido a finales del siglo XVI, ocupan una manzana completa en el
sector noroeste de la ciudad. Desamortizado en 1825, actualmente la
parcela está ocupada por viviendas, bodegas y otras industrias. Se
conserva parte de la arquitectura primitiva, naves del siglo XIX y hornos de
tinajas.
La Ermita de San Roque fue construida entre los siglos XVII y XVIII.
Muy dañada en la Guerra Civil, fue reconstruida en 1957. Por su parte, el
Cementerio de Santa Catalina, creado en 1860 y ampliado en 1922, es
municipal desde 1987 y tiene estructura de doble claustro porticado.
El edificio civil más importante de Colmenar
También destaca el Teatro Municipal Diéguez, el edificio civil más
importante de la ciudad. Construido sobre un antiguo hospital, sufrió
sucesivas transformaciones para adecuarlo al uso teatral. La configuración
de la sala y el escenario datan de 1901 y 1908, respectivamente. El
escenario conserva la tramoya de madera, una de las más antiguas de la
Comunidad de Madrid.
El Mercado de Abastos es un edificio construido en 1872, según el
modelo tipológico en boga en esos años y ha sido recientemente convertido
en hospedería, mientras que la Fábrica de crémor tártaro es una interesante
construcción industrial de finales del siglo XIX, incluida en el Inventario del
Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid.
La Fuente del Barranco es una construcción que recoge las aguas
que nacen en el barranco del Zacatín. Tiene un pilón cubierto por estructura
abovedada de piedra caliza con escudos de la familia Cárdenas. Las partes
fundamentales pueden fecharse en 1779.
En el barranco situado al oeste está la Fuente de los Huertos,
construcción con galerías de captación de comienzos del siglo XVII, pilón
cubierto por estructura abovedada de piedra caliza de finales del siglo XVIII
y lavaderos del siglo XIX. El conjunto es de singular belleza.
Los Hornos de Tinajas son construcciones del mayor interés que
forman parte del patrimonio etnográfico-industrial. Se conservan seis,
recogidos en el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de
Madrid. Su volumen exterior es un cubo con remate semiesférico.
El Puente del Pilarejo es una construcción de piedra del siglo XVIII de
un solo arco que salva la vaguada que separa el casco urbano del cerro de
Santa Catalina.
Arquitectura residencial
En cuanto a la arquitectura residencial, es sobria, ordenada y perfectamente
adaptada a las condiciones del entorno. La composición exterior de las
fachadas es siempre ordenada y de uniformidad inusual, a pesar de no
haber existido ordenanzas. Los patios principales suelen tener soportales en
uno o varios lados con columnas de piedra, madera o fundición, y solanas o
galerías de madera. Bajo las casas, es habitual la existencia de cuevasbodega
de considerables dimensiones.
Desde el punto de vista paisajístico, la ciudad ofrece una interesante
silueta, en especial en sus bordes meridionales hacia el valle del Tajo,
contando con magníficas vistas desde el Cristo del Humilladero y cerro de
Santa Catalina.
Con esta declaración, Colmenar de Oreja se suma a lista de ciudades
ya catalogadas como tales en la región: Chinchón, Aranjuez, Alcalá de
Henares, San Lorenzo de El Escorial, Madrid, El Escorial, Torrelaguna,
Patones, Navalcarnero, Valdemoro, Nuevo Baztán, San Fernando de
Henares, y Manzanares el Real.
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