jueves, 13 de diciembre de 2018

Exposición de Guillermo Pérez Villalta. Pinturas, 2014-2018






L.M.A.

            13/12/18 .- MADRID .- Para Guillermo Pérez Villalta, nacido en Tarifa, Cádiz, en 1948, una exposición es el final de un proceso de trabajo, el momento de mostrar las pinturas que ha realizado y de explicar y compartir por medio de escritos el tema o los temas que ha estudiado, analizado, interpretado y cuestionado y que conforman la razón de ser de cada una de las obras. Es a través de esos textos como conocemos su opinión acerca del momento actual del arte y de todo aquello que lo rodea, y es a través de esos escritos lo que nos permite entender las motivaciones y los impulsos que actúan antes, durante y después del proceso creativo.

En el último apartado del catálogo editado con motivo de la exposición, Écfrasis, ya comenta las diferencias entre la última muestra celebrada en la galería Fernández-Braso, dedicada a las obras realizadas en 2012 y 2013, respecto a esta última exposición: sus obras inspiradas en torno al Rococó  y el Surrealismo quedan atrás, al igual que el dinamismo, las curvas y contra curvas y los frondosos paisajes que aparecían en esas pinturas. En estas últimas obras, sin embargo, lleva al límite el estudio e interpretación de los valores del clasicismo, intelectual, pictórico y arquitectónico. Dos temas adquieren todo el protagonismo. El paisaje arquitectónico, representado en sus dos extremos, del más sobrio, austero y metafísico al más complejo, desmedido y retórico. Y los interiores con figuras, tema clásico en la trayectoria del artista que le permite "jugar y especular con el espacio y la perspectiva". En general, el planteamiento se vuelve "más severo, geométrico y esencial", pero a la vez acentúa "un modo pictórico que, respetando el dibujo, hace partícipe a este de valores atmosféricos y lumínicos".

Comienza el catálogo de la exposición hablando Sobre la clasicidad y diferenciando los términos clásico y clasicidad. Recorre algunos periodos y cita a artistas que han hecho de la búsqueda de la serenidad, del equilibrio y de la armonía el sustento intelectual y formal de su trabajo. El recorrido de Pérez Villalta parte del Trecento italiano y atraviesa el Renacimiento, el Manierismo y el Barroco deteniéndose en dos artistas tan diferentes como Velázquez y Poussin. El recorrido continúa hasta el siglo XX destacando artistas tan dispares y lejanos como

Manet, Degas, Seurat, Cezanne, De Chirico y Morandi, pero cuya obra "es producto de un trabajo mental: ordenar, cimentar, geometrizar", en palabras del artista. Así continúa hasta los movimientos de vanguardia actuales adheridos a postulados clasicistas: cubismo, constructivismo, neoplasticismo, minimalismo, abstracción geométrica...

Pérez Villalta atribuye a Poussin el hallazgo de "la estructura geométrica interna de la composición", y de esto y de la importancia del la proporción tratará en La geometría y la música de las formas. Y de la forma al contenido, en el apartado Sobre el tema alerta del autoritarismo y del sectarismo de los teóricos de la modernidad, más concretamente de Greenberg, al igual que denuncia la tendencia actual de "imponer" el tema político-social. Generoso en su forma de compartir con los demás aquello que mueve y construye su obra desde dentro y exigente al mismo tiempo con la sociedad que le rodea, trata del uso y del significado de la perspectiva en Una breve anotación sobre la perspectiva y ensalzará la sensibilidad como "el sentido que da sentido a los sentidos" en el último apartado, Sobre la sensibilidad.

Guillermo Pérez Villalta es considerado uno de los nombres de referencia dentro del arte español de la segunda mitad del siglo XX. Le fue concedida la Beca del Ministerio de Cultura en 1975. La Beca de la Fundación Juan March en 1980. La del Ministerio de Asuntos Exteriores en 1989. Le concedieron el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985, la Medalla de Andalucía el mismo año, la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2006, el Premio de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid en 2008, año en el que ganó el Premio Tomás Francisco Prieto de Medallística. Como apunta Óscar Alonso Molina en el catálogo de esa última exposición, "Pérez Villalta ha estado siempre en ese núcleo duro de la Nueva Figuración madrileña -es decir- formando parte de lo más característico de su, en ocasiones, inaprehensible poética, junto con Carlos Alcolea, Carlos Franco y Rafael Pérez Mínguez. Con ellos compartió el entusiasmo por una vuelta a la pintura figurativa, cargada de referentes a la Historia del Arte, tanto antiguo como moderno, y ese regusto pop común a todos..."

El conjunto de obras realizadas por Guillermo Pérez Villalta en estos últimos años y que aparecen recogidas en su totalidad en el catálogo de la exposición se expondrá en dos tiempos y escenarios diferentes: la exposición individual que se inaugurará el  próximo jueves, 15 de noviembre (clausura el 12 de enero); y en febrero de 2019, en el stand de ARCOmadrid.

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