SONETO A LA POESÍA
Te busco en lo profundo de mi almario.
Allí donde la vida se silencia,
donde se acallan ruidos e impaciencias,
en donde la palabra es santuario.
Bajo un olivo gris y centenario
cuya sombra refresca mi consciencia
evoco, oh poesía, tu presencia
en medio de este mundo insolidario.
Enséñame la voz de los collados
cuando se estrelle el cielo sin medida.
Desvélame del hombre su secreto,
tú, que tienes del alma los candados.
Y yo haré con voz, con luz y vida,
alzar el ara eterna del soneto.
Rogelio Sánchez Molero
Marzo 2024
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