David Jordà abrió el acto e interpretó al piano
Verónica Jordà en la apertura del homenaje. Feli Moreno, al fondo
Por Julia Sáez-Angulo
21.03.2024.- Madrid .- 21/3/24.- Madrid.- Teresina Jordá (1925-2010) ha sido objeto de un homenaje como mujer de cultura, artista pluridisciplinar y polivalente: pianista, compositora, concertista, docente, investigadora, dibujante y poeta. El acto, dirigido por la poeta Feli Moreno Romero, ha tenido lugar en el Espacio Ronda y fue abierto por los hijos de la homenajeada: David y Verónica Jordà, que intervinieron también como intérpretes al piano.
Poetas y pianistas alternaron sus intervenciones. Entre los primeros: María Ángeles Fernández Jordán, Félix Martín Franco, Teresa Gancedo Dos Santos, Amelia Meco Roncero, Beatriz Campos, Rafael García Sanchez, Carlos Zapata... y, entre los segundos: Carlos Enrique Velasco, Marta Mesalles y Pablo Rueda.
De Lérida, ciudad de nacimiento de Teresina Jordà, vino un nutrido grupo de personas, entre ellos Josep Ángel Comes, presidente de los Armats, -institución cultural en la que actuó con frecuencia Teresina-, y su esposa Mercè Parés.
Josep Comes recordó que Lérida era una localidad que ha dado buenos músicos e intérpretes y que respetaba y admiraba la labor realizada allí por las pianistas Pepita Cerdá. Por su parte, Julia Sáez-Angulo hizo una laudatio de la homenajeada:
"Artista pluridisciplinar y polivalente, Teresina Jordà Cervera (1950-2022), fue una gran intérprete de piano, digna hija de su madre, la pianista Pepita Cervera (1925-2010). Ambas pianistas recorrieron numerosas ciudades europeas y americanas en distintos conciertos, principalmente con las partituras de Enrique Granados, pues se sentían depositarias de la obra de este autor leridano, como ellas. Ambas pianistas nacieron en Lleida y sentían un gran amor por su ciudad natal, que visitaban con frecuencia y donde conservaban amigos y una casa. Pepita Cervera cuenta con una placa con su nombre en la casa donde nació.
“Enric Granados no tuvo tiempo de terminar todas las composiciones que estaba haciendo y su hija Natalia Granados de Carreras nos puso a disposición todo lo que tenía inédito de su padre”, declaró Teresina Jordá en una entrevista que tuvo lugar en el diario Menorca al día en julio de 2016.
El piano y la música compenetraba a las dos mujeres, Pepita y Teresina, en el escenario y en la vida. Si vamos a las cifras, ambas pianistas llevaron a cabo más de 2000 conciertos en 100 ciudades.
Teresina fue, además, una excelente compositora con más de 200 obras en su opus musical, entre las que figuran sus homenajes a Granados y a Pepita Cervera. A Granados dedicó una composición titulada “Evocación a Enric Granados”. Y a Pepita Cervera la composición titulada “Quimera azul”.
Con su poder de seducción -una acababa siempre diciéndole que sí, pese a la negativa de entrada- Teresina logró que yo impartiera, en 2017, una conferencia titulada “La saga Cervera – Jordà”, en la sede de Els Armats de Lleida, acto que fue presentado por Josep Àngel Comes, presidente de la citada institución.
Y finalmente, Teresina Jordà fue una notable poeta y dibujante, como lo muestra en sus cuatro cuadernos titulados “La Espiral de la vida”, que ella quería ofrecer ex profeso, con ese gusanito metálico, esa espiral que jugaba también con el propio título de los cuadernos poéticos.
Junto a todo ello, hay que sumar la docencia. Pepita Cervera y Teresina han formado a más de 3000 alumnos, a lo largo de 50 años. Cinco décadas de docencia musical, de la que han granado nada menos que 300 profesionales entre solistas de piano, viento, cuerda y voz, musicólogos, críticos musicales, dirección orquestal, coral o docentes. Con alguno de esos alumnos, como Pablo Rueda, Teresina llevó a cabo una serie de conciertos al piano, por distintos auditorios y ciudades. Más de 500 conciertos por Europa y los Estados Unidos.
Al fallecimiento de su madre, Teresina fundó el Centro de Estudios Musicales Pepita Cervera.
Como investigadora, Teresina estudió junto a su madre, entre otros campos, la música d´Oc, la música occitana y catalana, para conocerla bien e interpretarla mejor, para inspirarse y componer sobre o en torno a ella. Ambas musicólogas investigaron también la música de tecla del XVIII español, por un lado, y la música de los países nórdicos, por otro. Igualmente han recuperado obras de antiguos maestros de capilla -músicos asalariados en las catedrales- que ellas pusieron de nuevo en circulación por los escenarios.
Teresina cuenta con una discografía amplia e interesante, junto a Pepita Cervera, en la que podrían destacarse la obra completa de Mozart y del compositor francés Francis Poulenc, así como la del compositor vasco Padre Donostia, cuya obra estaba inédita. Esta última fue grabada en los años 90.
Teresina Jordá ha sido una mujer entusiasta y realista al mismo tiempo, una artista que ha trabajado y creado arte. Ella responde a esa idea de los clásicos latinos cuando decían, que la vida es tempus agendi, tiempo de actuar, de hacer cosas, de dejar un legado… ella lo cumplió con creces. Ella fue una mujer con talento, energía y tenacidad. Teresina Jordà ha dejado huella. Y sus hijos David y Verónica Jordà son los legatarios de ponerlo de manifiesto.
Al igual que su madre, Teresina fue una gran mujer, una magistral intérprete de la música, cuyo reconocimiento internacional se debe a su excelente técnica pianística, tratamiento único de la sonoridad y del pedal, de la belleza y coloratura del sonido.
Más información
Feli Morenom conductora del acto
María Ángeles Fdez. Jordán, en su recital poético
Marta Mesalles, gran intérprete llegada de Lérida, al piano
Foto de familia de los intervinientes en el homenaje
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