Museo Arqueológico de la CAM
Alcalá de Henares. Madrid
Plaza de las Bernardo
Hasta el 18 de abril de 2010
Dolores Gallardo López
Quedan pocos días para poder contemplar algunas estatuas del mundo antiguo de una manera similar a como las veían sus contemporáneos.
La mayoría de la gente cree que las estatuas, frontones de templos y similares originariamente eran sin color, como actualmente vemos los restos que de ellos nos quedan.
Dolores Gallardo López
Quedan pocos días para poder contemplar algunas estatuas del mundo antiguo de una manera similar a como las veían sus contemporáneos.
La mayoría de la gente cree que las estatuas, frontones de templos y similares originariamente eran sin color, como actualmente vemos los restos que de ellos nos quedan.
La distorsión que representa esta creencia es semejante a la que se produciría si pensáramos en nuestros los hermosos desfiles procesionales de pasos de Semana Santa, que ya se acerca, o en las imágenes que vemos en nuestra Iglesias en el color de la materia prima con la que se realizan. Evidentemente la impresión que tendríamos sería muy diferente a la realidad. Lo mismo ocurre con la estatuaria grecorromana.Al fin y al cabo la imaginería actual deriva –como tantas cosas de nuestro mundo actual- de la tradición anterior.
Sólo los expertos en el mundo clásico conocían que las imágenes tenían colores, además fuertes. Esta exposición, que acaba el 18 de abril, ha popularizado este dato.
Gracias a estas trazas de color ha sido posible estudiar como sería el total de cada obra y reconstruir el color original con muchísima aproximación.
El grueso de la estatuaria que nos ha llegado esta realizada en mármol, que en el transcurso del tiempo perdieron los colores originarios con los que fueron terminadas. Las esculturas en bronce prácticamente se perdieron, por el reciclado de la materia original; a las realizadas con otros materiales– madera, marfil, metales preciosos- por diversas razones sucedió lo mismo.
El Renacimiento, el Barroco y el Neoclasicismo miraron con delectación esa estatuaria en blanco como muestra perfecta de un clasicismo idealizado. Pero, como la realidad es tozuda, algunas estatuas recién desenterradas presentaban restos de policromía.
Estatuas en color
Algunos científicos prestaron atención al tema e hicieron ver que la estatuaria en blanco era una simple ilusión. Nuevos descubrimientos durante el siglo XIX llamaron definitivamente la atención sobre este tema, entre ellos el de las esculturas arcaicas de la acrópolis de Atenas.
Los estudios realizados modernamente con luz ultravioleta, la medición y valoración de los pigmentos en la epidermis del mármol y en general la aplicación de los métodos de las actuales tecnologías han acabado por evidenciar lo que ya se sabía en realidad hacía tiempo: las esculturas griegas y romanas estaban acabadas en colores, como ocurre con las imágenes de nuestras iglesias.
Esa misma tecnología moderna permite hoy día reproducir el aspecto originario de las estatuas.
Es lo que presenta las 40 reproducciones de famosas esculturas y relieves clásicos de esta exposición. Muestran la policromía que debieron tener hace siglos, cuando estaban recién acabadas.
Las reproducciones han sido realizadas por un equipo multidisciplinar dirigido por el Profesor Vinzenz Brinkmann, profesor de la Universidades de Frankfurt y Bochum. También es Director de la Stiftung Archäologie, que ha promovido esta hermosa muestra.
La muestra ha visitado, entre otros museos, la Glyptoteca de Munich, los Museos Vaticanos, la Glyptoteca de Copenhague, el Museo Nacional de Arqueología de Atenas, el Museo J. Paul Getty de Villa Malibú, o el Museo Arthur M. Sackler de la Universidad de Harvard.
En todas las sedes la exposición originaria se ha complementado con piezas propias del museo o país receptor. En el caso de España las piezas originales han sido cedidas por el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, los Arqueológicos de Sevilla, Córdoba y Cádiz entre otros.
Buena idea, para los que aún no hayan visto esta irrepetible exposición, sería aprovechar alguno de los días vacacionales que se acercan para visitar Alcalá de Henares y tener esta experiencia en el Museo Arqueológico Regional de la comunidad de Madrid, Plza de las Bernardas.
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