"El patrimonio de los Borbones”
José María Zavala
Prólogo de Stanley G. Payne
Editorial: La Esfera de los Libros
Madrid, 2010
Palacio de La Zarzuela. Madrid
Julia Sáez-Angulo
El libro lleva como subtítulo: “La sorprendente historia de la fortuna de Alfonso XIII y la herencia de Don Juan”. El autor José María Zavala ha hecho un buen trabajo sobre el asunto, que está pidiendo una segunda parte a gritos: el patrimonio de Don Juan Carlos de Borbón, uno de los más secretos o patrimonio más desconocido de todos los de la realeza europea.
“El patrimonio de los Borbones” se lee como una novela porque los movimientos de los personajes tienen un particular atractivo, a medida que van incrementando o vendiendo su patrimonio inmobiliario como hizo Don Juan de Borbón a la muerte de Franco.
El autor del libro es el gran conocedor de las interioridades de los Borbones, después de la muerte de Juan Balansó. José María Zavala tiene en su haber libros de interés como: “La maldición de los Borbones”; “Dos infantes y un destino”; “La infanta republicana”; “El Borbón de cristal”, sobre Alfonso XIII; “Don Jaime, el trágico Borbón, y “El Borbón non grato” sobre el duque de Cádiz.
Alfonso XIII, monarca procesado
“El lector comprobará que Alfonso XIII no era un dechado de virtudes, sino que fue incluso procesado por presuntos delitos de estafa y malversación, entre otros varios, a raíz de su participación en un entramado legal de empresas que pretendían lucrarse con las apuestas de carreras de galgos en pista, en el cual aparecían involucrados también el duque de Alba y el marqués de Villabrágima”, escribe Payne en el prólogo.
En el libro se recoge la dispendiosa vida de Isabel II en el exilio y sus dificultades de subsistencia en algunos momentos. Su hijo Alfonso XII, más previsor, aseguró su vida con una póliza. Alfonso XIII fue un hombre de negocios que logró fabricar una buena cartera de dinero al cabo de los años en el trono.
La herencia de las joyas de la reina Victoria Eugenia – algunas de ellas tuvo que vender para vivir en Lausana- trajeron divergencias entre los herederos así como el propio testamento de Alfonso XIII. Victoria Eugenia creó las llamadas “joyas de pasar” para las futuras reinas de España, seguramente inspirada en las llamadas “joyas de la Corona” de Inglaterra. En este caso español, joyas privadas, frente a las públicas de Inglaterra.
El escritor Vicente Blasco Ibáñez escribió mucho acerca de las economías del monarca español exiliado. Franco pasó una pensión a doña Victoria Eugenia exiliada en Suiza. Sus disputas económicas con Alfonso XIII exiliado fueron una realidad. Ambos estaban separados.
Don Juan de Borbón vendió sus propiedades inmobiliarias a la muerte de Franco: el palacio de La Magdalena en Santander; la isla de Cortejada, que le habían regalado hombres de empresa a Alfonso XIII para que veraneara en Galicia (asunto muy criticado por el historiador Ricardo de la Cierva y otros escritores) y la misma Villa Giralda en Estoril.
Caza, automóviles y yates han sido las aficiones caras de los Borbones, si bien en los últimos años fueron los empresarios de Mallorca los que regalaron un yate al rey (Juan March lo había hecho a Don Juan). Alfonso XIII y Victoria Eugenia fueron los primeros monarcas europeos en poseer un automóvil, lo que indica la idea de modernidad que tenía el rey español.
Un buen lote de fotografías con ricos pies ilustradores, así como un índice general de nombres clarifican el libro, que se lee prácticamente de un tirón para los lectores aviados o interesado.
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