lunes, 13 de septiembre de 2010

Tauromaquias, Los antitaurinos prohíben frente a los taurinos que toleran




Julia Sáez-Angulo


La soberbia exposición “Taurus”, que ha tenido lugar en el Museo Guggenheim de Bilbao, pese a su postura aséptica ante las artes plásticas sobre el arte de Cúchares, no se libró de la cencerrada de los antitaurinos que marean y atacan con su intolerancia. La diferencia entre los antitaurinos y los taurinos está en que los primeros prohíben y los segundos, toleran. Sus próximas convocatorias, agitadas por plataformas hiperestésicas, siguen dando la tabarra, pero mejor olvidarlas, son cortas en número aunque sean gritonas.

El lenguaje, la literatura, la música y las artes plásticas se han ocupado, desde el neolítico, de la lucha del hombre con la fiera. “Taurus” ha puesto sobre el tapete los grandes nombres de la pintura y la escultura que han representado el arte del toreo en sus múltiples suertes.

“El mito y los mitos del toro” y “El ritual de la fiesta” han sido las grandes secciones de la muestra, que cotaba con piezas espléndidas como el “Toro de Porcuna” (600 -501 a. C.); un ánfora griega de cerámica con el mito del Minotauro; el fresco “El castigo de Dirce”, del Museo Arqueológico de Nápoles… en lo que se refiere al arte antiguo.

En el arte más reciente tenemos piezas de Pablo Picasso, Edouard Manet, Francisco de Goya; Miquel Barceló, Fernando Botero; Equipo Crónica; Joan Miró; Eduardo Arroyo; Luís Fernández; Pablo Gargallo; Gutiérrez Solana; Daniel Vázquez Díaz; Ignacio Zuloaga y otros.

“El rapto de Europa”, un mito repetido

“El rapto de Europa” de Martin de Vos o de Rubens es una de las decenas de interpretaciones sobre este mito hermoso representado en pintura y escultura. Europa era una mujer fenicia de Tiro que ha dado su nombre al viejo continente. Zeus, padre dios del Olimpo la sedujo en Creta metamorfoseado en toro. El mito admite versiones matizadas.

La Galería Paz Feliz de Madrid también convocó a los artistas contemporáneos para una exposición monográfica sobre las distintas suertes del toreo. En ella comparecieron los nombres de Mayte Spínola, Paloma Porrero de Chávarri, Juan E. Mendoza, Joaquín de Cárdenas, Fernando Garrido, Rocío Báez, Peñuca de la Serna, José Luis Zúñiga, Dolores de Lara y José Luis Zúñiga.


Toro y luna, de Paco Sáinz

Mayte Spínola es una de las pintoras más interesadas por reflejar el mundo del toro y el torero en sus lienzos. El desaparecido crítico taurino Vicente Zabala escribió una monografía sobre la Tauromaquia de la pintora, que hoy lidera el Grupo por Arte y Cultura.

Algunos artistas han hecho del tema una de sus especialidades más significativas como el pintor Alfonso Sebastián (Torrijos.Toledo, 1940), residente en Madrid, que presentó un cuadro espléndido sobre un toro saliendo al tendido en “La Peña del 7” de Madrid, durante la feria de San Isidro.

El escultor Paco Sáinz (Portugalete, 1950) ha representado con profusión la idea del toro y el torero, juntos o por separado porque es un tema le interesa. Los ha hecho en bronce, madera, opalina…

“Me gusta el toro como animal noble; me gusta su mirada bondadosa, que conoce muy bien el torero; me gusta contemplarlos en los campos, la última vez en Cáceres… Lo que temo es que como sigamos con las persecuciones antitaurinas, no veremos más toros bravos en las dehesas, porque no sirven para carne, sólo para el arte del toreo”, declara el escultor que prepara una escultura sobre “El toro y la luna”, en referencia al verso de García Lorca.



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