domingo, 17 de julio de 2011
Miguel de Unamuno, “Cuentos Completos”, un centenar de relatos del escritor vasco/salmantino
Cuentos Completos
Miguel de Unamuno
Edición de Óscar Carrascosa
Editorial Páginas de Espuma
Madrid, 2011 (453 pags.)
Julia Sáez-Angulo
Todos los cuentos escritos por el escritor y pensador Miguel de Unamuno (1868 – 1936) se recogen en los “Cuentos Completos” que publica Páginas de Espuma en una edición del profesor e investigador Óscar Carrascosa Tinoco. Tanto los relatos publicados en libros, como inéditos o aparecidos en otras publicaciones tienen cabida en este volumen, toda una joya para conocer el pensamiento y las reflexiones del atormentado autor vasco/salmantino.
El primer relato fechado en 1886 es “Ver con los ojos” y el último “Una tragedia” de 1923. Entre medias, títulos como: El héroe, Solitaña, El diamante de Villasola, La venda, Don Martín o de la gloria, El espejo de la muerte (historia muy vulgar), Caridad bien ordenada, Cruce de caminos, Los hijos espirituales, La promesa, Principio y fin, ¡Carbón!¡Carbón!, Allende lo humano, La justicia de Satán, o El fin de un anarquista.
Estos cuetos constituyen una narrativa elocuente para conocer las preocupaciones y obsesiones de este escritor –filósofo en ocasiones- existencialista, al que le perseguía cierto estigma de no haber seguido su vocación religiosa, como pareció sentir en su juventud, algo que obsesionó y atormentó toda su vida. Son célebres sus obras “Del sentimiento trágico de la vida”, “La agonía del cristianismo” o “San Manuel Bueno, mártir”.
“La escritura peripatética” titula la introducción de Carrascosa a los “Cuentos Completos” de Unamuno. “Miguel de Unamuno presume de su vocación de lector. Su particular visión finisecular le lleva a aunar la tradición canónica y el problema íntimo de la identidad en figuras en las que confluyen la agonía y la contemplación, lo bufonesco y trágico, como Don Quijote lector de lectores”, dice el editor.
Renovador de la novela
Carrascosa recuerda que “Unamuno ofrece una teoría del novelar, dispersa en diferentes textos, distinta a los presuntos realistas y naturalistas y, por otro lado, nos muestra una obra en la que no existen fronteras estrictas entre los diversos géneros literarios, pues toda ella le sirve, por igual, de vehículo de expresión para su problemática intelectual –cuando no de método de indagación.” El autor renovó la novela junto a Valle Inclán y Pío Baroja, especialmente con su obra “Amor y pedagogía” (1902).
La muerte y el más allá, el sentido de la trascendencia en suma, obsesionan lo indecible a Unamuno. En su cuento “La redención del suicidio” comienza: “¿Cómo será la muerte? –se preguntaba- ¿Qué sensación dará el morir? Y ¿qué serárealmente lo que haya detrás de ella? ¿Detrás?, quiero decir después. La verdad es que aunque no fuese mas que por saberlo, ¡Bah!, ¡bah!, ¡bah!, ¡a mi tarea¡”
Miguel de Unamuno es uno de nuestros grandes escritores que ha trascendido nuestras fronteras. No vivió la guerra civil pero sí padeció los prolegómenos de una sociedad escindida y cainita como iba a demostrarlo más adelante. Su posición de rector de la Universidad de Salamanca le hicieron sortear algún episodio difícil por su pensamiento. Nació en Bilbao pero se sintió al mismo tiempo que vasco un acendrado castellano en el sentimiento y visión del paisaje y paisanaje.
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