Carmen
Conesa
Pintura
Casa
de Vacas
Parque
del Retiro. Madrid
Mayo,
2012
CARMEN
CONESA, TEATRO EN LA VIDA Y LA PINTURA
Julia
Sáez-Angulo
La actriz catalana, residente en Madrid desde hace veinte
años, Carmen Conesa Hernández (Barcelona, 1960) está de actualidad por partida
doble: interpreta un papel en “La loba” de Lillian Helman junto a Nuria Espert
en el Teatro María Guerrero, y expone su pintura en la Casa de Vacas del parque
del Retiro de Madrid.
Carmen Conesa, tras los primeros años, dejó de estudiar en
la Escuela de Bellas Artes de San Fernando para consagrarse de lleno al teatro,
si bien su deseo de pintar emerge de continuo en su actividad, después de todo
las Bellas Artes se relacionan entre sí porque parten de un tronco común. Su
primer trabajo dramático tuvo lugar junto al actor José María Rodero en la obra
“Historia de un caballo”.
La actriz/pintora interpreta y pinta, toca el piano, baila…
es una mujer todo terreno que ahora ha querido hacer una exposición
retrospectiva de su trabajo plástico desde los años 70 a hoy, coincidiendo con
su presencia en los escenarios. Ramón García Alcaraz, de la galería “My name is
Lolita” ha actuado de comisario con un montaje cronológico de los cuadros que
van desde las primeras copias de Watteau o Gainsborough --homenajes del Conesa a estos maestros-- hasta
los retratos familiares de la autora, pasando por los profesionales de los
colegas en el teatro.
Una exposición curiosa y variopinta, donde la pintura se
desvela como una aventura emocional de Carmen Conesa, quien confiesa que
trabaja con la fotografía como elemento auxiliar. “Fotos que yo misma hago”. El
óleo es el pigmento habitual de su obra, si bien el acrílico lo utiliza en
ocasiones como en el cuadro “Breda” sobre soporte de tabla.
RETRATOS
FAMILIARES Y TEATRALES
El retrato es un género que está muy presente en la
exposición. A la pintora le gusta la figura humana y los perros que conviven como
mascotas con sus modelos. “Estuve a punto de hacer una serie de personajes y sus
perros, pero lo aparqué”, declara Conesa. Entre los retratos; los de José María
Flotats, revestido en su personaje de Stalin, y el de Amparo Rivelles. Ambos
irán al Museo del Teatro en Almagro. No deja de ser singular que sean cuadros
pintados por una actriz.
Los últimos trabajos de
Carmen Conesa apuntan a mayores formatos y a conceptos más ambiciosos, como el
gran escorzo a lo Mantegna, que ocupa la portada del catálogo, un autorretrato
con perro, o el titulado “Gran Vía”, con dos ancianos que se protegen del sol
con periódicos en las cabezas.
En suma, una exposición singular que rezuma personajes
familiares o teatrales. Curiosos e interesantes los cuadros de figuras de
cuerpo entero con los números de casting con lenguaje realista. Otras figuras
teatrales, en el último tramo de la exposición, quedan más abocetadas.
En la pintura de Carmen Conesa se aprecia la admiración e influencia
indirecta del pintor norteamericano Hopper, incluso en su forma de aplicar el
oleo muy diluído, casi acuarelado, a diferencia de otras etapas más matéricas,
como la de los retratos de sus padres. Una paternidad muy positiva.
Más información
www.carmenconesa.com
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