VISITA AL MUSEO
DE JORGE OTEIZA EN ALZUZA DE NAVARRA DEL GRUPO PRO ARTE Y CULTURA
Julia Sáez-Angulo
El Museo de Jorge en la
localidad navarra de Alzuza – a nueve km. De Pamplona- es una de las
instituciones culturales más singulares de la región. La visita al edificio del
arquitecto Francisco Sáenz de Oiza, situado en lo alto de una montaña, junto a
la que fuera casa del artista, es una experiencia que difícilmente se olvida. Jorge
de Oteiza (Orio, Gipuzcoa, 1908 – San Sebastián, 2003) fue el escultor vasco
cabeza de fila de muchos otros escultores que vinieron detrás y siguieron sus
inquietudes formales y conceptuales.
Francisco Sáenz de Oiza (1918 – 2000) hizo un cubo rojizo –que va
perdiendo su color- para albergar la escultura de Oteiza. Desechó el acero
cortén para no competir con uno de los materiales más utilizados por el
escultor, y dejó pasar la luz mínima y necesaria para no interrumpir el
discurso artístico de Oteiza en el espectador, que hace el recorrido por el
edificio. El arquitecto respetó los orificios del encofrado en las parede,s lo
que le añade una naturalidad constructiva a los muros. Sáenz de Oiza es uno de
los arquitectos más señalados del siglo XX en España. Es autor entre otros
muchos edificios, del de Torres Blancas en Madrid.
La búsqueda de la
esencialidad y el despojo de la materia y la forma fueron los objetivos de la creatividad
plástica de Jorge Oteiza, lo que le llevó a la denominada “caja vacía”, a las
cajas místicas y a dejar de trabajar en los años 50 para dedicarse por entero
al pensamiento y la reflexión teórica sobre el arte, la escultura y sus
orígenes. Oteiza no quiso volver a exponer en galerías y museos por lo que su
figura y su obra entraron en una suerte de mito dentro del circuito del arte.
VISITA
DEL GRUPO POR ARTE Y CULTURA
Miembros del Grupo por
Arte y Cultura, con Mayte Spínola a la cabeza visitaron el Museo de Oteiza y
fueron recibidos por su director Gregorio Díaz Ereño que explicó a los
asistentes lo que vale y aporta el trabajo escultórico de Jorge Oteiza, así
como el testimonio permanente del museo, que alberga unos depósitos visitables
con más de dos mil quinientas piezas en el denominado “laboratorio de tizas”, de
ideas, de las que tan solo 800 están expuestas en el museo.
Jorge Oteiza y su
esposa Itziar Carreño llegaron a una casa abandonada de Alzuza en 1975 y en
ella hizo el artista su refugio y taller de trabajo. La fama fundamentada y aumentada
del mal carácter de Oteiza, llevaron la creación de la Fundación y el Museo por
distintos avatares, si bien el resultado final es admirable. La Fundación La
Caixa en Madrid consiguió hacer una exposición antológica de la obra de Oteiza
en Madrid durante los años 80, que constituyó una rareza y un éxito inusitado.
Además de sus 1.650 esculturas y las 2.000 del laboratorio
de ideas, el museo alberga dibujos germinales, manuscritos, maquetas y la
biblioteca personal de Oteiza, un conjunto de gran valor para los interesados e
investigadores de la escultura y en especial de la mística creadora del
escultor vasco. El Museo de Jorge Oteiza recibe treinta mil visitas al año.
Más información: http://www.museooteiza.org/
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