VISITA
A LA CATEDRAL DE PAMPLONA DEL GRUPO PRO ARTE Y CULTURA
Julia
Sáez-Angulo
La
catedral de Santa María la Real de Pamplona es una de las más bellas de España,
cuenta con un conjunto catedralicio muy rico; claustro, capilla barbazana,
refectorio, cocina y cillería. La espléndida fachada es de Ventura Rodríguez,
pero en su mayor parte es gótica, si bien contiene vestigios y actuales excavaciones
sobre las épocas románica y romana en su subsuelo.
Los
artistas del Grupo pro Arte y Cultura, con Mayte Spínola a la cabeza la han
visitado en un recorrido explicado por la historiadora de arte Ana Azauza y el
periodista Enrique Martínez. La dirección del Museo de la catedral es de Gonzalo García Escobar.
El deán de la catedral don Carlos Ayerra recibió
cordialmente al Grupo y conversó con Mayte Spínola sobre los cardenales
Soldevila y Spínola, pertenecientes a la familia de la pintora. En el recorrido
se recordó la visita que el papa Juan XXIII hizo a la catedral, cuando aún no
era pontífice, y los elogios que de ella hizo en su diario privado.
Entre las joyas de la catedral se encuentran la imagen de
Santa María que preside el altar mayor, una imagen románica revestida de plata.
La sillería del coro, en origen situado en el centro de la catedral, de gran perfección
en la talla de sus figuras, así como la verja renacentista del siglo XVI que la
cierra. En ella se celebra la misa de canónigos, donde se entona cada día el
canto llano en los salmos.
Ante el altar mayor,
las sepulturas yacentes de los reyes Carlos III el Noble y su esposa Leonor,
con un león y dos perros a sus pies, simbolizando el poder y la fidelidad
respectivamente. En la tumba anterior reposa doña Ana de Cleves.
PUERTA
PRECIOSA Y VÍRGENES TRONO
La denominada Puerta Preciosa es otra joya de los canteros.
Al pasar por ella los clérigos rezaban a la Virgen: “La muerte es preciosa bajo
tu manto”. Muy bella también la Virgen sonriente –tipología francesa- del parteluz
de la puerta de entrada al claustro, encima del cual se representa la “Dormición
de María” en dos escenas con cierto cambio de escala. Lamentablemente el
deterioro de la piedra en los arcos y pináculos del claustro exige la
contención de una red, a la espera de su próxima restauración.
El museo de la catedral situado en el refectorio muestra
quince imágenes de la Virgen sedente o Virgen trono, que van del románico al
gótico, en las que puede verse la evolución de la presencia del Niño junto a su
madre. Todas ellas son policromadas y, además de las presentes, se conservan
otras imágenes similares en el depósito. El museo ofrece también imágenes de
santos como san Martín o san Pedro y
diversas pinturas góticas.
La cocina con su chimenea de linterna es otra de las
curiosidades de este conjunto catedralicio, así como la sacristía mayor, de uso
diario, que más parece una estancia palaciega por sus pinturas murales y sus cobres
policromados. La sala capitular ha sido adaptada a la celebración de misas.
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