miércoles, 21 de mayo de 2014

“Las manos del Greco”, libro ilustrado de José Rosell, Fidel M. Puebla y versos de Juan Antonio Villacañas







Julia Sáez-Angulo

            “Las manos del Greco” es el libro ilustrado de José Rosell, Fidel M. Puebla y versos de Juan Antonio Villacañas, que se ha publicado con motivo del IV Centenario de El Greco en 1914. Son numerosos las publicaciones que se han editado con motivo del pintor cretense que desarrolló su mejor obra en la Ciudad Imperial.

            La autoría de Las manos del  Greco es de José Rosell Villasevil, las ilustraciones de Fidel María Puebla y los versos de Juan Antonio Villacañas.

            El índice acoge propuestas de interés sobre diversos cuadros que van desde El caballero de la mano en el pecho a Las lágrimas de San Pedro, pasando por El expolio de Cristo, La Sagrada Familia, María Magdalena penitente, Cardenal Niño de Guevara o el Apostolado y La Dama del armiño.

            Nunca ha sido fácil pintar las manos, que se lo digan a Goya; son muchos los pintores que cobran más caro el retrato cuando lleva manos incluidas. El Greco supo moverlas a la perfección en su pintura y con ellas ofreció espiritualidad, amén de bendiciones bizantinas.

            “Las manos son quizá el órgano más perfecto de la anatomía humana, tienen tanta elocuencia en la expresión corporal –sobre todo en los latinos- que cuando estos hablan o tratan de expresar muy gráficamente sus sentimientos, las suelen utilizar de un modo singularísimo”, dice José Rosell en la introducción.

            “En las figuras que pintó El Greco, solas o formando composiciones, las manos son el complemento expresivo de los rostros, transmiten un sentimiento o establecen diálogo”, dice Rafael Alonso Alonso en la presentación.

            A medida que evoluciona el estilo de El Greco, “las formas se van haciendo más sintéticas, abstractas y expresivas. Las manos las construye con pinceladas sueltas y color vibrante, con aspecto de pintura espontánea, ligera y fácil. Pero no es así, son el producto de un análisis, de un estudio del natural, para llegar a lo esencial. Ese conocimiento le permite construir esas manos perfectamente estructuradas, coherentes en sus articulaciones y movimientos”, añade, Alonso.

            El libro es hermoso de color y maquetación, pero se dificulta la lectura de los versos sobre ese lecho cromático de ritmos.

             El libro fue presentado en Centro/Centro Cibeles y se celebró con vinos Raul Calvo de Toledo.



1 comentario:

Unknown dijo...

He aprendido cosas leyendo este artículo y eso no es fácil y no es porque yo sepa mucho,que sé poquito,sino porque se escriben vaciedades y tonterías.
Artículo interesante y que aporta conocimiento.