Julia
Sáez-Angulo
Situado
en pleno centro de Málaga, junto a la catedral, en la hermosa casa del siglo
XVII perteneciente en su día al escultor Pedro de Mena, el Museo Revello del Toro es uno
de los lugares culturales más atractivos de la ciudad andaluza.
Félix
Revello del Toro (Málaga, 1926) donó 142 obras a la municipalidad de Málaga
para llevar a cabo un museo que lleva su nombre y muestra la trayectoria
pictórica y estética de este pintor que ha residido en Barcelona largos años.
En las
primeras salas se muestran los retratos familiares del pintor: su primera
esposa, Chini, su hija Carmen; su tía, o los retratos de Juan Antonio
Samaranch y su esposa Bibis Salisachs. También algunos bodegones o naturalezas
muertas como el de la exhibición de cristales.
La mujer
es el tema querido y repetido por Félix Revello del Toro en su pintura, una
mujer que es cuerpo, figura femenina sugerente, atractiva en blancos saltos de
camas y prensas interiores, “suavemente eróticas”, dicen los folletos del
museo. Ciertamente la mujer de Revello del Toro no presta atención a su
inteligencia o su profesionalidad, sino a su belleza. Sólo un dibujo con la
figura de su hija Carmen, la refleja como con un libro en las manos.
Revello
del Toro es un gran dibujante y un excelente pintor; la aplicación de su
pincelada es de notable inteligencia plástica, pero su monotema es el atractivo
corporal de la mujer, sus escotes, sus muslos, su desnudo en definitiva. Una
visión sesgada y monocorde de la misma.
Sus blancos en pintura son
célebres y sugerentes como los de Zurbarán, pero con una intencionalidad muy
distinta, casi opuesta. “Buscando el sueño”, el cuadro que refleja una mujer
reclinada, en combinación –su segunda esposa- es el reflejo de lo dicho
anteriormente. Un cuadro que se exhibe en una habitación solitaria como la obra
maestra y emblemática del museo. No parece lo más acertado. No es precisamente
la Venus del espejo de Velázquez.
Cierto
que algunos de los retratos de Revello del Toro son magníficos, entre ellos el de la reina Sofía, mejor que el del rey Juan Carlos, pero no se
muestran precisamente en el museo.
El Museo
Revello del Toro se complementa con la sala memorial de Pedro de Mena (Granada,
1628 –Málaga, 1688) y un video sobre este soberbio escultor, en cuya casa
malagueña se ha instalado el museo. En suma un museo que bien merece una
visita; continente y contenido valen la pena.
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