Julia
Sáez-Angulo
08.12.2015.- Madrid.- “Pintura
y escultura son dos páginas de un mismo libro”,
dice el artista Pedro Monago al tiempo que muestra en su taller las
recientes tallas realizadas en madera y los últimos cuadros al óleo de su serie
Homenaje al Cubismo. El escultor ha expuesto recientemente sus piezas en el
Museo de Olivenza de su tierra extremeña.
Pedro
Monago García (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1939) dice que le resulta más
inmediata la escultura, donde no vacila a la hora de crear una forma o un
volumen. En la pintura ha de bregar con el color y a veces se producen pentimentos. Trabaja siempre al óleo
sobre tabla e introduce arenas de vez en cuando para logar texturas en sus
campos geometrizados de color.
Vender
escultura es siempre más difícil porque es mucho más laboriosa y cara de
materiales y trabajo. Habla de maderas de nogal americano, cerezo, abedul,
eucalipto, pino… a la hora de mostrar y acariciar sus piezas de poses taurinas
o bailaoras. “Todas las obras requieren primero boceto, pantógrafo y tres meses
de dedicación hasta lograr la pieza deseada”, explica el escultor extremeño.
Al
principio comenzó con personajes gorditos, “a la manera de Botero, pero más
perfilados en anatomía para lograr una viveza y expresión mayor. No me interesa
el realismo clásico o académico, pero sí guardar el movimiento natural y la
referencia anatómica”.
Monago
está contento porque ha vendido tres esculturas en Hong Kong y su marchante
está igualmente satisfecho, con nuevos proyectos con el artista en Miami.
“Tengo en mi haber 87 esculturas, todas ellas debidamente inventariadas. Han
sido diez años de intenso trabajo, donde he consumido muy a gusto muchas
horas”, cuenta el escultor.
Sus
modelados en barro pasan a fundirse en bronce –materia noble. “Cuido mucho la
tirada de ocho ejemplares para que sigan siendo originales o de doce cuando son
obra de autor”, sigue explicando Monago, orgulloso de la serie de doce piezas
talladas sobre el poeta extremeño Luis Chamizo y su obra La Nacencia. Cuando los presupuestos alcancen, hará un monumento al
aire libre sobre Chamizo en Guareña, para el que donará los derechos de autor.
“Me han encargado una serie similar con la poesía del poeta Manuel
Pacheco, natural de Olivenza. Sus versos son más abstractos que los de Chamizo
y me resulta más complicado darles forma”, confiesa el autor extremeño.
Pintura “Homenaje
al Cubismo”
Al pasar
a la pintura, Pedro Monago articula su génesis. Comenzó con una obra colorista,
donde los collages de madera están muy presentes y hablan de su esencia de
escultor. Después pasó a la geometría pura, con ritmos y alternancia de
círculos, cuadrados, triángulos, trapecios y otros polígonos, pero pronto vio
que necesitaba la figura y llevó la geometría al Homenaje al Cubismo, siguiendo su método y sus ritmos.
“Me
gustan Juan Gris y Modigliani”, dice Monago, “aunque soy más colorista que
ellos”. Al terminar señala dos cuadros de su gran amigo extremeño, el pintor Obdulio
Fuertes y dice: “Es un gran pintor, maneja la pincelada y el color como un
maestro. A veces viene a pintar conmigo al estudio”.
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