Julia
Sáez-Angulo
La
obra de teatro Numancia se
presenta el en Teatro Español, dentro de la conmemoración
del IV centenario de la muerte del Príncipe de los Ingenios; una representación
entre el espectáculo y Cervantes, en versión de Luis Alberto de Cuenca y Alicia
Mariño, dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente, antes de sus relevo al
frente del citado teatro.
Los
más añejos tenemos en la memoria la misma obra, dirigida por Miguel Narros en
el mismo Teatro Español de hace unos años. Una buena versión que se quedó
prendida en oído y retinas, con una licencias curiosas e ingenuas, como la de
grandes relojes en las muñecas de los actores.
Algunos
sentimos cierta nostalgia por escuchar a los clásicos sin excesiva mediación,
aunque una adaptación sea casi siempre necesaria. Los actores aparecen en
escena, se mueven y pasean y cuando las luces indican al espectador silencioso
que va a empezar, rompe la espera un saludo de bienvenida en altavoz del
Ayuntamiento de Madrid y de que se
apaguen los móviles, algo que acaba con la espera del comienzo y que debiera
haberse hecho antes.
Seguidamente
comienza lo que creíamos la obra de Cervantes, pero una parrafada dual de dos
actores nos lanzan una moralina sobre el amor, la libertad, el laicismo y los
dioses que vagan por el éter. No suena
ni sabe a Cervantes. Desconcierta. No se sabe si es del adaptador o del
director; de Cervantes, imposible. Al final más de lo mismo. Será por eso que
la obra no se denomina El cerco de
Numancia, título que le dio Cervantes. Con este título estuvo otra versión
en el Festival de Mérida en 2015.
Dicho
esto, solo cabe disfrutar la representación de Numancia. La puesta en escena con sucesivos paneles prácticos de
subida y bajada en la escenografía resulta vistoso y en alguno momentos
espectacular . Quizás un exceso de incienso, que hacía toser a ciertos
espectadores. Parece que hubiera necesidad de envolver en neblina la historia
de un pueblo, Numancia, que cercado por los romanos se vio abocado al hambre y
al suicidio. Un heroísmo extremo que ha creado el término de “numantinismo”,
morir antes que entregarse al enemigo.
La
vestimenta de los romanos con largo abrigo militar y gorra de plato, tiene algo
de deja vu.
Doce actores dan vida a Numancia Beatriz Argüello, Alberto Velasco, Chema Ruiz, Raúl Sanz,
Carlos Lorenzo, Alberto Jiménez, Markos Marín, Maru Valdivielso, Julia Piera,
Críspulo Cabezas, Mélida Molina y Miryam Gallego), con escenografía de Alessio
Meloni, vestuario de Almudena Huertas, iluminación de José Manuel Guerra,
música de Luis Miguel Cobo y audiovisuales de Miguel Ángel Raió.
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www.cervantesvirtual.com
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