SUDA,
Yoshihiro
2 de noviembre 2017 – 13 de enero de 2018
10.01.18.- MADRID .- La Galería Elvira González presenta la segunda exposición individual
del escultor japonés, Suda Yoshihiro (Yamanashi, Japón. 1969)
Suda se caracteriza por realizar esculturas en pequeño formato de plantas y flores en madera de magnolio también conocida como hoonoki. La madera de magnolio, según el artista, ha tenido una evolución que la hace especial para su trabajo: "El magnolio evolucionó a su forma actual hace unos cien millones de años, y esencialmente no ha cambiado desde entonces. Me gusta la sensación de historia que emerge de esta madera".
La obra del escultor
japonés, además de ser de preciso y asombroso detalle, se caracteriza por
cobrar vida con pigmentos naturales y por ser instalada por el artista en
lugares inesperados. Se da el caso incluso de espectadores que han llegado a
confundir el trabajo de Suda con hierbas y flores producto del “descuido” en
las instalaciones de museos y galerías.
El interés del escultor por tallar plantas se desarrolla en su época de estudiante en la Universidad de Arte Tama en Tokio a principios de los años 90. "Me mudé a Tokio cuando tenía 18 años para asistir a la Universidad “Tama Art”, explica en una entrevista. “Irónicamente, cuando vivía en el campo, no tenía interés en la naturaleza, pero después de mudarme a la ciudad, desarrollé un interés por ella".
El interés del escultor por tallar plantas se desarrolla en su época de estudiante en la Universidad de Arte Tama en Tokio a principios de los años 90. "Me mudé a Tokio cuando tenía 18 años para asistir a la Universidad “Tama Art”, explica en una entrevista. “Irónicamente, cuando vivía en el campo, no tenía interés en la naturaleza, pero después de mudarme a la ciudad, desarrollé un interés por ella".
Los estudios supusieron
para Suda el contacto con el arte tradicional japonés inculcándole su aguda
disciplina e importancia en el detalle. Más aún, la universidad le ayudó a
definirse como artista; cuando Suda termina sus estudios, el escultor tenía muy
claro que su camino profesional lo llevaría a crear arte en pequeño formato.
"¡No puedo hacer
nada grande! En términos de la escala de arte, creo que hay artistas que por
naturaleza son capaces de crear obra en gran escala. Yo simplemente soy
diferente a ellos. Cuando estaba en la universidad, hice muchos dibujos y
tallas de objetos distintos a plantas y flores, pero siempre me he sentido más
cómodo con plantas y flores. Continúo realizando mis esculturas de adorno
natural porque no me canso de ellas".
La primera exposición individual de Suda fue dentro de un camión de alquiler aparcado en una calle del barrio de Ginza en Tokio Ginza Weed Theory, 1993. A partir de entonces su trabajo fue reconocido y éste ha sido expuesto en Japón y en el resto del mundo.
Desde entonces, Suda Yoshihiro, ha dedicado su trayectoria artística a perfeccionar sus habilidades como escultor y a intentar transmitir con sus piezas calma, paciencia y concentración al espectador.
"Recientemente,
siento que el ritmo de vida es demasiado rápido. Nuevos aparatos y tecnologías
aparecen uno detrás de otro, sin embargo, nosotros, los humanos, no
necesariamente evolucionamos al mismo ritmo. Por lo tanto, para cualquier cosa
que demande técnica, como el arte, tienes que dedicar tiempo para gradualmente
desarrollar habilidades".
El artista japonés,
como muchos artistas, siente el compromiso de utilizar su arte como un vínculo
entre él y el espectador. Proyectando su voluntad en su obra, despierta una
reflexión acerca de lo que ocurre más allá de la obra a primera vista:
"Tallo cosas pequeñas, pero, aunque pequeñas tanto que a veces pasan desapercibidas, tienen el potencial de cambiar la manera en que apreciamos un espacio. Creo que el arte puede cambiar nuestra perspectiva y manera de pensar. Nos motiva a ver cosas que de otra manera tal vez no veríamos".
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