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Julia Sáez-Angulo
14/12/18 .- MADRID .- Un hermoso
texto de John Logan, que establece un diálogo entre Mark Rothko y su ayudante,
interpretados por Juan Echanove y Ricardo Gómez, obra dramática dirigida con
acierto por el primero en el Teatro Español. Un texto rico en conocimiento de
la pintura, idiosincrasia de los artistas, sociología del circuito artístico y
contradicciones de los creadores. La traducción es de José Luis Collado.
Mark Rothko (1903 -1970), uno de los
grandes artistas norteamericanos después de la II Guerra Mundial, cuando Nueva
York desplazó a París en la creatividad y en el mercado. Los expresionistas
americanos, con De Kooning a la cabeza, acabaron con el cubismo y las
vanguardias, aunque ellos nacieron de la raíz surrealismo hasta tomar nuevos
vuelos.
El genio, la creatividad, las dudas,
la inseguridad, la moralidad por la conducta recíproca del mercado . “Los artistas
plásticos somos los bufones de los ricos”, dijo un pintor de cuyo nombre no me
acuerdo. Rothko también vivió esa duda y esa contradicción ante el reproche del ayudante en la obra de
Logan. El diálogo está lleno de tensión, con el colega, amigo y competidor ya
fallecido Jackson Pollock (1912 -1956), el del dripping, como pretexto. Lo
dionisíaco y lo apolíneo como diferencia en el arte y en la vida, como
complementos de una y otra.
La alegría y la seriedad del arte,
la profundidad o superficialidad del mismo, la necesidad de lo nuevo para el
relevo de las generaciones, el continuo matar al padre freudiano, al tiempo que
se le respeta…
Los dos actores hacen muy bien su
trabajo, vivo en palabra y registro de gestos.
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