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Alfredo
Alcain. Pinturas, 2016-2018. 14 de febrero
- 16 de marzo de 2019
L.M.A.
11.01.18 .- MADRID .- Alfredo Alcain, nacido en Madrid, en 1936, siempre ha
partido en su pintura de objetos sencillos y modestos, de temas ésos que están
ahí a mano, a la vista de todos. También su temática es así, nada rebuscada ni
grandilocuente: las cosas que le rodean, los géneros tradicionales de la
pintura, los artistas que le han interesado. Quizás por eso, recordemos, varios
cuadros incluidos en su anterior y primera exposición en Fernández-Braso en
2014 se titulaban Cositas de la vida, Recordando
a Paul Klee... Quizá, también, porque más que el motivo o el tema a Alcain
siempre le interesó la forma de pintar, la propia pintura. "En mi caso -
escribe en el breve texto del catálogo- ,
podría asegurar que desde mediados de los sesenta no he cambiado mi forma de
pintar... Yo no me creo mucho, o no me creo nada, a los que a lo largo de su
trayectoria cambian mucho su forma de pintar".
Alfredo Alcain, en 1954, a los dieciocho años y estudiando
en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, dibuja el primero de los veintisiete
autorretratos que el artista va a realizar a lo largo de su dilatada trayectoria,
incluido el último pintado en 2018, presente también en la primera de las dos
exposiciones que la galería Fernández-Braso dedicará de forma consecutiva al
artista en estos primeros meses de 2019.
El escritor, poeta y ensayista Ignacio Gómez de
Liaño recorre, en el texto de presentación del catálogo, la vida artística de
Alcain y su "singular galería pictórica". "Pocos artistas han desarrollado
de forma tan continuada una labor de auto-reflexión comparable. Diríase que el
pintor ha necesitado retratarse para estar seguro de ser, de ser el que es, y
eso a cada momento. Más aún, tan radicalmente pictórica es la personalidad de
Alfredo Alcain que ha necesitado verse-retratarse para reconocerse hasta el día
de hoy, y, de paso, para mostrarnos en la forma como se ha retratado la
evolución de su intenso y variado estilo artístico". Porque recorriendo cronológicamente
esta galería de autorretratos asistimos a la evolución y a los cambios no sólo
físicos del artista, también a los diferentes episodios estilísticos que se han
ido sucediendo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX en España, de los
más tradicionales academicismo, naturalismo,
realismo,
simbolismo, surrealismo, expresionismo... hasta otros más experimentales y
objetuales. El paso del tiempo y el estilo aplicado va transformando la
apariencia y la actitud del artista ante su propia imagen. La seriedad y
severidad de las primeras obras va naturalizándose a medida que surge un
elemento que va a resultar primordial a lo largo de su trayectoria: el humor, latente
en la mayoría de sus obras. La ironía y el juego mediante la cual presenta,
altera, deforma y deconstruye su retrato. La ironía en la selección de objetos
o símbolos utilizados, en los temas que representa y en los diferentes papeles
que interpreta. Esos elementos son los que aportan singularidad y originalidad
a sus obras, "de forma que lo vanguardista se da la mano con lo castizo, como
escribe Gómez de Liaño, y cuyo " resultado es una imagen imprevista por su
doble carácter de popular y culta".
Después de la exposición dedicada a los
autorretratos realizados entre 1954 y 2018, presentaremos una selección de la
obra reciente del artista, un paso más en la realización de un lenguaje tan
reconocible como coherente, configurado a base de líneas, dibujo, color,
geometría y sobre todo, fantasía, juego e ingenio.
Alcain estudió
pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando entre 1953 y 1958;
realizó estudios de Grabado y Litografía en la Escuela Nacional de Artes
Gráficas entre 1957 y 1963, y de Decoración Cinematográfica en la Escuela
Nacional de Cinematografía entre 1961 y 1964. Todos ellos en Madrid, ciudad
donde expuso por primera vez en 1962. Desde ese año, ha expuesto de forma
ininterrumpida en la mayoría de galerías y centros de arte de España. En 2003,
recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas, y en 2010 el Premio Tomás
Francisco Prieto –Casa de la Moneda, Madrid—. La primera vez que colaboró con
la familia Fernández-Braso fue en 1971, en la exposición inaugural de la galería-librería
Rayuela, en la calle Tutor de Madrid. Fue una exposición colectiva titulada
"Una proposición realista", en la que participaron además los
artistas Alberto Corazón, Gordillo y Orcajo.
La inauguración de Autorretratos, 1954-2018, contará con la presencia del artista y se inaugurará el jueves, 17
de enero, y se clausurará el 9 de febrero.
La inauguración de Pinturas, 2016-2018,
contará con la presencia del artista y se inaugurará el jueves, 14 de febrero,
y se clausurará el 16 de marzo.
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