miércoles, 23 de julio de 2025

CRÓNICAS DE BAYONA III.- Los indianos y benefactores en Galicia. Ventura Misa, I Conde de Bayona y Marqués de Misa. De la bruma matinal a la tarde de paseo con baile de zumba junto a la ensenada

Fuente donada por Ventura Misa en el barrio alto de pescadores
Monte de la Groba con la Virgen de la Grota


 
Julia Sáez-Angulo
Fotos: J.S.A.

23/7/25.- Bayona.- Levantarse y contemplar una ligera bruma sobre la ensenada es un regalo del cielo. Es el Atlántico y hay que atenerse a él. El día irá abriendo poco a poco entre suaves temperaturas., que piden una ligera chaqueta en la mañana y al atardecer. Para dormir, una ligera manta. Los calores sofocantes quedan para otras franjas de la península. Hoy no sobrepasaremos los 23 grados. Amantes del calor, abstenerse.
Con ese clima, Bayona la Real, tiene solo dos meses de vida turística, que los hoteles y restaurantes aprovechan al máximo para hacer su agosto. Por la “calle de los vinos”, la calle Ventura Misa, apenas se puede circular. Recordemos que el casco histórico está conformado por calles estrechas con gruesos muros en las casas, para protegerse de los terribles vendavales que pueden soplar, cuando se altera la mar y golpea las costas.
“Es asombroso venir a Bayona en invierno y pasearse por el centro, pues solo se ve un sitio cerrado y otro, y otro, también, en contraste con este bullicio del verano”, comenta la profesora María Jesús Domínguez Sió. Yo imagino esas escenas de la película “Muerte en Venecia” (1971), de Luchino Visconti, cuando el viento barre la arena del Lido. Pero ahora todo es murmullo y ligero bullicio: el paseo marítimo parece una pintura naif, con padres, niños y abuelos paseando, mientras la calle de los vinos se asemeja a una pintura de Renoir. 
Son dos meses de verano intensos de presencia turística y viajera, de actividad por las calles, cuando todo se agita y suben los precios. Incluso el servicio doméstico. “Las asistentas aprovechan para pedir casi casi el 50 por ciento más de lo que se paga habitualmente en Madrid. Ellas saben que solo tienen dos meses para poder exigirlo. Es la ley implacable de la oferta y la demanda”, me informan.
La alameda de la zona de La Palma es un buen lugar para pasear, nunca correr, que no es bueno, porque desgasta las articulaciones y provoca algunas muertes súbitas. Pasear a buen ritmo es el deporte ideal para todas las edades.
Los nombres de las calles, como sus estatuas y monumentos, hablan de su historia. Los indianos, algunos de esos emigrantes que se fueron y volvieron con fortuna, o notables filántropos han sido honrados con el nombre de una calle, por ser benefactores de su lugar de origen. Han donado paseos, parques, jardines, escuelas, fuentes, lavaderos, canalizaciones… Llevaban un mecenas dentro, además de su amor a la tierra. Además, trajeron el aroma de América al construirse nuevas casas “coloniales”, pintadas de alegres colores pastel y ornamentadas en fachadas y jardines, con hermosas cenefas blancas labradas, galerías acristaladas, amplias terrazas o balcones de forja exquisita. La presencia de una o dos araucarias a la entrada de las casas era una señar de recuerdo de su vida anterior en las Américas.
    Bayona cuenta con un benefactor muy especial, Ventura Misa (1802-1885), I conde de Baiona y Marqués de Misa, títulos otorgados por Alfonso XIII. un filántropo de pro, que quiso donar parte de su fortuna a sus paisanos. Ventura financió en 1863 el alumbrado público de Baiona durante un año y donó las farolas. Manuel, su hermano financió la construcción de una escuela. Hoy cuenta con una calle en el pueblo, al igual que en Jerez de la Frontera, donde levantó una bodega excelente y allí residió, sin olvidar el lugar de su cuna. Una bonita fuente de piedra lo recuerda al pasear por el casco histórico de Bayona la Real. En la villa, el Instituto de Estudios Miñoranos, es una antigua casa de indianos. Otras muchas las destruyó la especulación.
    Galicia cuenta con un buen repertorio de indianos ilustres, además de edificios de estilo ecléctico y monumentos financiados por los mismos en el XIX y el XX. Todos ellos querían también mostrar su éxito en las Américas y su subida de estatus social. “Llegaban a Porriño, los hombres vestidos con trajes blancos y tocados de panamás. Las mujeres con vestidos vaporosos de gasa o seda, con elegantes pamelas y hasta sombrillas. A mi padre le chocaba aquel atrevimiento masculino, cuando a los hombres les estaban reservados los colores, negro, azul marino y gris para sus trajes”, me cuenta mi amiga la profesora/escritora. Cuba, Argentina y Paraguay eran los países de procedencia más frecuentes.
    Ribadeo, los pueblos costeros de la marina lucense, La Guardia, El Grove o los Jardines del Pasatiempo en Betanzos, son algunos de los lugares con presencia de la presencia o bonhomía de los antiguos indianos. Los indianos, en definitiva, fueron agentes de desarrollo económico y social, tanto para los países donde hicieron fortuna, como los de regreso en la patria de origen. Lógicamente, al igual que los coleccionistas de arte, muchos de los indianos -emigrantes retornados- también querían hacer ostentación de su éxito en la vida y su poderío económico. Es humano.
        Los cementerios y sus panteones también dan fe de la presencia y poderío de los indianos. El de Bayona, incluido.
    La Fiesta Indiana de Ribadeo, conocida como Ribadeo Indiano, se celebra cada año en julio, cuando aprovecha la genta para disfrazarse con la moda clara y vaporosa que traían aquellos triunfadores en América. La festividad ha alcanzado en 2025 su edición número 10. Los embajadores de las Repúblicas hispanas como Argentina, Paraguay o Cuba, suelen estar presentes en los pregones de la fiesta. La Guardia también sostiene su fiesta indiana, al igual que -en otro orden de cosas- Las Palmas de Gran Canaria.
Hablamos de personajes célebres que viajaron a Bayona. La profesora me habla del Dr. Don Ramón y Cajal, premio Nobel en Medicina, aficionado al cercano balneario de Mondariz; Tomás Paredes me recuerda al gallego Eugenio Montes, que veraneaba, al final, por esta villa… María Jesús Domínguez Sío veranea aquí desde que era niña, con sus padres. Es un buen lugar para hacerlo.
    Hoy hemos terminado viendo con un buen cuadro de zumba al aire libre, dirigido por una mujer hispana. Al final, foto de grupo. De gastronomía gallega, otro día.

    Más información
https://www.diariodepontevedra.es/blog/milagros-bara/conde-bayona-que-financio-catedral-westminster/202303052125151243039.html
Villa Rosa, con dos araucarias a la entrada. Bayona.
En el cementerio de Bayona
Monumento a Colón en la península de Monte Boi. Bayona.
Rocas de Monte Boi

3 comentarios:

Mai dijo...

Fenomenal! Julia nos da alegría con su sabiduría y excelente prosa

Anónimo dijo...

Otro magnífico relato con el que seguir disfrutando, cuando aquí, en el Levante, es imposible dormir por las noches...

Marta de Arespacochaga dijo...

Me estan encantando tus relatos Julia.