Carmen Valero
9/1/19 .- ARCHENA.- Murcia .- Alfonso Vilaseca, jefe del servicio de marketing asegura con convencimiento que el balneario de Archena es de los mejores en aguas curativas del sistema respiratorio y osteo-articular. Conoce bien todos los balnearios de España o de fuera y confirma que en tratamientos, baños, barros y masajes no tienen competencia. “En instalaciones hoteleras alguno pudiera ganarnos, pero no así en lo que son los tratamientos curativos termales porque estamos en primera línea”.
El balneario de Archena viene a ser como un pueblecito pulido y cuidado en medio de montañas bien aserradas de picos. Tiene termas, hoteles, piscina, casino, restaurantes, un iglesita y largos paseos alfombrados o de tierra junto al río Segura... Una parte tradicional y alambrista del XIX en el Hotel Termas sobre todo, y el Levante, de cuatro estrellas, y otra modernizada en el Hotel León, de tres, y la nuevas piscinas con servicios de tiendas modernas y bien abastecidas.
“Yo diría que, si no el mejor, el de Archena es uno de los mejores balnearios y lo que nos diferencia son las propiedades el agua; ese valor diferencial respecto a otros balnearios son nuestro potencial. Aguas sulfurosas, carbonatadas y cálcicas, buenas para el sistema respiratorio y osteo-articular que dice nuestro Dr Luis Ovejero”, señala Alfonso Vilaseca Muñoz (Madrid, 1970).
La historia adorna a este balneario: “lo descubrieron los íberos con restos del siglo V antes de Cristo. Hay vestigios del balneario romano original desde el siglo I después de Cristo. Se cuenta con una inscripción de los decuriones, que se descubrió al rehabilitar el balneario y abrir un aljibe en 2007. Se expone en el vestíbulo del Hotel Termas. Un riada anegó todo el complejo lo que hoy son las piscinas en el siglo I antes de Xto. Sobre las ruinas romanas va hoy el parking. Se desplazó el edificio hacia la izda. La Orden de San Juan de Jerusalén también fue propietaria del paraje de las aguas, una Orden que siempre guardaba una reliquia cruz Jesús que hoy por hoy no se encontrado todavía en la gran capilla que domina el alto, con la advocación de la Virgen de la Salud, una imagen que se traslada todos los años a la parroquia del pueblo, durante nueve días. Es la tradición. Como curiosidad, el balneario de Archena cuenta desde hace años con una beca de diez días para los sacerdotes que quieran ir a tomar las aguas a cambio de decir misas de 11 y 19 horas todos los días. No faltan curas, pese a la escasez habitual.
La Desamortización del XIX hizo que la gran finca de aguas termales la adquiriese el vizconde de Rías y el marqués de Corvera, que residía en Madrid, dueños de las dos fincas a uno y otro lado del río Segura unidas por una barcaza que cruzaba. El balneario tal y como está hoy se debe fundamentalmente a don Nicasio Pérez Galdó de la zona de Alicante, abuelo de los dueños actuales, que lo adquirió en 1953. En un principio el balneario se utilizaba de modo diferente: las habitaciones de los hoteles no tenían baño individual y en uno de ellos se alquilaba habitaciones con derecho a cocina. Por otro lado había habitaciones para gentes sin recursos, que los enviaba el Estado a tomar las aguas termales. “Era otro mundo”, señala Vilaseca.
Hoy el balneario de Archena, declarado de utilidad pública desde 1928 en el BOE, cuenta con 4700 plazas y el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) y representa alrededor de un 20% de la facturación global del complejo. El director de Marketing asegura que están contentos con el IMSERSO, si bien ellos cuentan con una mayor clientela, procedente sobre todo de Madrid, Valencia, Murcia, Barcelona y el resto de España. Un 6% de clientela es internacional, principalmente rusos, porque con ellos funciona muy bien la publicidad boca a oreja y la trabaja el balneario de modo directo en un departamento creado al efecto.
Para el señor Vilaseca funcionan muy bien las promociones periódicas incluidas las de pareja de fin de semana o tres días, con masajes conjuntos y cenas románticas. Los balnearios son ya para todo el mundo y en Archena se ve gente joven y familias con niños, amén de las personas seniors –nunca los llamarán ancianos- que buscan su cura de artritis y artrosis. El balneario es hoy ameno y divertido sin perder la condición de tranquilo. Cuanta entre otros atractivos con una sala de exposición de pintura.
“Los balnearios, por sus buenas instalaciones se han puesto de moda y compiten de veras con los SPA de los hoteles que no son tales SPA, pues esa palabra significa Salus per Aqua, expresión latina desde los romanos en las aguas termales de los balnearios. Los SPA de los hoteles son aguas de grifo no naturales sulfurosas, cálcicas o carbonatadas como las de Archena u otros balnearios. Esto lo deben. de saber muy bien los usuarios”, señala Vilaseca.
Las instalaciones generales de las piscinas de Archena tiene una variedad de servicios y funciones: jacuzzi, chorros de agua para los pies, las cabezas, las cervicales, camas de reposo con masajes de chorro debajo; chorros verticales, horizontales... “insisto de aguas curativas, no de grifo clorado”, insiste Vilaseca. Incluso los barros, que se aplican una vez preparados, son las aguas curativas a través de estos barros que conserva muy bien el calor, las que hacen las funciones benéficas para el cuerpo. “La mayoría de los dolores de espalda desaparecen”, concluye y lo confirma quien esto escribe, quien a su vez echa de menos quizás una sauna general, similar a las que tienen en el circuito Balnea reducido, donde se cuenta con las saunas rusa, letona y turca, para llevar el cuerpo al secado y al calor de vez en cuando, sin tener que salir al sol cuando hace viento, sobre todo en invierno.
Eficacia frente a escépticos
Vilaseca habla de algún escéptico que llega al balneario solo por acompañar a su consorte y se encuentra con ese bienestar que sigue a sus huesos y músculos en los meses siguientes a “tomar las aguas”, expresión que viene de lejos. Recuerda especialmente a uno de esos escépticos, que tomó las aguas en una ocasión y ahora repite con su consorte dos veces al año, como tantos otros. Este es el ideal, dos veces al año, aunque solo una vez ya es motivo benéfico para el cuerpo.
El director de marketing aduce con periodicidad a los congresos de balnearios en Orense y en América Latina y comprueba la mejoría y superación de todos ellos, así como su prestigio, porque ofrecen vacaciones de salud y descanso al mismo tiempo. Además hay programas de entretenimiento discreto y nunca ruidoso –el silencio es sagrado sin ser de cartujo- como son encuentros varios, juegos de ajedrez, petanca, paseos, visitas guiadas y el entorno a partir de Archena, entre otros la visita al Museo de Pedro Cano en la localidad cercana de Blanca, un maravilla, donde se puede conversar con el propio autor, maestro de la acuarela. O el Valle del Ricote que es un vergel de naranjas y limones, donde se pueden compra a precios óptimos.
La transición en el aprecio de los balnearios está muy marcada por las décadas de los 60 y 70, ligada en principio a la alta burguesía que se tiraba un mes o dos enteros entre septiembre y octubre y hacían negocios unos con en su estancia. Eran personajes como de novela o de serie televisiva. En los 80 los balnearios caen en declive y se mantienen para una masa social reducida; en los 80 los apoya el IMSERSO y toman auge como tratamientos termales para artritis, artrosis y dolores de espada, de febrero a octubre.
“Los nietos de Nicasio viajaron a ver qué se hacia en otros balnearios europeos y lograron transición del Archena a balneario moderno en hoteles nuevos con gracia, sin perder el toque anterior de los antiguos, donde se respeta el estilo de suelos y frisos romanos o la decoración alhambrista. Nos hemos abierto a mayor público y se han incorporados nuevas tecnologías para el funcionamiento y la promoción”, señala Vilaseca. “El control y la supervisión de la inspección oficial es continua y de eso nos alegramos; Archena fue de los primeros en organizar un sistema anti-legionella eficaz. La higiene es exigente y perfecta.
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