La novela, considerada por la crítica como fundadora de la ciencia ficción en Galicia, había sido ganadora del Blanco Amor en el año 92
L.M.A.
Madrid, 18 de marzo de 2019 “SUEÑOS ELÉCTRICOS” de Ramón Caride, vuelve a los escaparates, ahora en castellano. La Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia acogió esta tarde la presentación en Madrid de la nueva edición. La novela, escrita en gallego en el año 92, había sido ganadora del premio Blanco Amor, cuando el biólogo, escritor y profesor Caride tenía solo 35 años. En "Sueños eléctricos" el prolífico autor, con obras en diversos géneros, plasmó un mundo distópico cuyos habitantes están diseñados por expertos en genética y la crítica la consideró como la novela fundadora de la ciencia ficción gallega.
En el acto intervinieron: el coordinador de Actividades Culturales de la Casa de Galicia, Ramón Jiménez, quien lo hizo en nombre del delegado de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia, José Ramón Ónega; el profesor, escritor y crítico literario, Vicente Araguas; el escritor Jesús Manuel Marcos; y el presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión, Basilio Rodríguez Cañada, además del autor, Ramón Caride.
Jiménez, recordó que no es la primera vez que Caride visita la Casa, pues lo hizo hace diez años dentro del Ciclo Estacións poéticas-biloxías que coordinaba Araguas, pero lo más curioso es que la novela que ahora presentamos en la edición en castellano, 27 años después de aquellos Soños eléctricos, con traducción de David Martín Fidalgo y Uxía Caride Blanco, “fueron una premonición de lo que auguran mundos distópicos de sometimiento y control férreo del individuo”, mucho antes de que se concibieran los teléfonos móviles y las redes sociales. Así que “el control preconizado por Ramón Caride tiene el mérito de un Orwell”. Sueños eléctricos es un título “con un aire a las ovejas eléctricas que soñaban quizá los androides de Philip K. Dick, de donde surgió la película, ya de culto Blade Runner en los años ochenta, que tanto nos electrizó a todos, así que sospecho que con esa buena elección el autor sabe bien de lo que escribe”, dijo.
Por su parte, Rodríguez Cañada, habló de la buena relación del grupo Sial Pigmalión con los autores y las letras gallegas lo que le ha llevado a materializar una ya muy significativa cantidad de libros alumbrados en los últimos veinte años. “No son pocos los títulos de poesía, ensayos y novelas en nuestro catálogo salidos de plumas gallegas, yo diría que en torno a una cuarta parte”, aunque para completar el panorama “nos faltaba un género con tantos y tan entusiastas lectores como es el de ciencia ficción y con uno de los autores gallegos contemporáneos más reconocidos por la crítica y el público, Ramón Caride Ogando”.
Xesús Manuel Marcos, escritor nacido en o Caurel que ha destacado en la expresión más oscura y profunda de lo rural a través de sus relatos y novelas y que se ha adentrado en el género fantástico con algunos de sus títulos más relevantes, en este acto nos introdujo en los aspectos más comunes de toda sociedad distópica para mostrar el universo que ha creado Ramón Caride en su novela “un lugar desolado, post-apocalíptico y deshumanizado a donde todos tememos que llegue nuestra civilización. El control, el bien común, la mutilación del arte son temas que ya podemos vivir hoy en día, sin esperar a tiempos futuros”, concluyó.
Para Araguas, “Caride no solamente escribe bien sino que sabe dosificar lo que cuenta, para que entre suavecito, aun tratándose de una historia compleja”. Es una fábula de un mundo futuro, en la línea de la que aún no había mostrado Cormac Mc Carthy, en The Road. Explicó que es un mundo que tiene que ver con una “Era Nueva”, en la que había nacido el protagonista, un hombre polivalente que ejerce de cantante visionario de un grupo sicodélico que evoca al David Bowie de La Space Oddity (aquella maravilla que destrozaron los Hermanos Calatrava, recordó). El protagonista, es un personaje con un toque de mesiánico, acompañado de una especie de María de Magdala, prostituta glamurosa que responde al nombre de Lumia (y lumi significa lo que significa), y no se limita a cantar sino que contrapone su errar al de un asesino, Xandor- F, controlado por una inquisición al uso del “Big Brother” orwelliano, y a su vez introducido en la mente de su antagonista, en un juego de muñecas rusas o cajas chinas. “Un juego laberíntico cual la historia narrada por Ramòn Caride”.
Para finalizar, el autor señaló que Sueños Eléctricos es una novela que pretendió ser remota en el tiempo, pero a la que la aceleración histórica la ha dotado, inexorablemente, de un sentido casi profético. “La estructura urbana vertical reproduce fielmente una sociedad clasista acaso trasnochada, a la que algunos pretenden devolvernos. El eterno retorno del tiempo mítico devorando la linealidad del tiempo histórico occidental...”. Sobre ella escribió Domingo Tabuyo: "Hasta que Sueños Eléctricos no se asomó a las librerías, uno tenía la sensación de que el futuro y la fantasía científica nos quedaban muy lejos”. Ya no.
El acto contó con la interpretación de Brasi, músico, activista cultural, renovador pedagógico, y miembro de los gruposWishky in the bar y de Lume de Viqueira, quien homenajeó a David Bowie, como banda sonora evocadora de la novela Sueños Eléctricos.
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