miércoles, 27 de enero de 2021

Berta Dávila. "Carrusel", novela sobre la salud mental, publicada por Barrett



L.M.A.

28/1/21.-  Madrid.- “Carrusel”, novela de Berta Dávila, Premio de la Crítica española de narrativa en lengua gallega y Premio de Novela Manuel García Barros ha sido traducido al castellano y publicado por la editorial Barrett.

    «Si te demoras en beberlo se escapan las vitaminas. Esas cosas. Bromeó con nosotras: "Si no bebéis el zumo, no vais a crecer". Ocho años más tarde, solo yo sigo aquí. Y he crecido».

    Una historia íntima y personal, llena de sensibilidad, y es que pocas escritoras como Berta Dávila son capaces de tratar temas tan duros como las enfermedades mentales y la pérdida de una forma tan natural y poética.

    Una escritora que atraviesa un tiempo convulso a nivel personal, y también un bloqueo creativo, emprende un viaje de búsqueda por sus recuerdos familiares y, en especial, por aquellos que comparte con su tío Carlos, que padece la misma enfermedad mental que ella. Esta reconstrucción de su vida la ayudará a descifrarse a nivel íntimo y literario y a enfrentarse a su experiencia con la maternidad y con la pérdida de seres queridos.

    «Es una de esas veces en la que las cosas que pueden complicarse se complican absurdamente y, sin ningún ruido, se llevan por delante la vida que soñamos».

    Así, con un tinte vintage, como una foto analógica, conoceremos a nuestra protagonista, perdida en el recuerdo, que con una memoria muy clara pone palabras a lo que muchas personas no saben siquiera expresar, saltando de un recuerdo a otro, dando vueltas y vueltas como los caballos de un carrusel, como los pensamientos de esta escritora sin nombre que necesita tenerlo todo bajo control, incluso su propio texto, donde no hay afirmación sin su razonamiento correspondiente. 

    A la orden del día, cobra especial relevancia el diagnóstico, la enfermedad, e incluso la negación de la misma, como si fueran uno solo, porque como ella misma dice «Durante mucho tiempo ignoré que el tratamiento no es la puerta de salida de la enfermedad, sino solamente la elección de afrontarla». Así como la vergüenza, egoísmo y culpabilidad de la que viene acompañada, algo que hemos podido ver mucho más de cerca tras las diversas crisis del COVID- 19. 

    En 2019 alrededor de 450 millones de personas en el mundo se veían afectas por un problema de salud mental que dificultaba gravemente su vida. De esta forma, la OMS informaba que en España, un 9% de la población se ve afectada por algún problema de salud mental, y que el 25% lo tendrá en algún momento de su vida, dando pie a la siguiente cuestión, y es que más de la mitad de las personas con algún trastorno mental con necesidad de tratamiento, no lo reciben o no reciben el adecuado. 

    Si todo esto lo trasladamos a 2020, el año de la pandemia, el confinamiento, el bombardeo mediático, las dificultades económicas, el estrés o el miedo, las cifras se disparan siendo la salud mental una de las más afectadas, destacando las tasas de ansiedad y depresión, precisamente en unas fechas en las que se ha perturbado o paralizado los servicios esenciales en cuanto a salud mental en el 93% de los países.

    «Nunca he metido las manos en otra tierra que no fuese el idioma, pero en ellas hay surcos que hablan del tiempo y de la humedad, surcos de familia, porque las arrugas prematuras de mis manos son idénticas a las de mi madre y a las de mi abuela».

    En contraposición, otro hilo conductor de la obra es el amor, con todos sus matices, cercano para muchos y revelador para otros, que se centra especialmente en su faceta familiar. Raíces, tabúes, herencia e independencia, el ciclo de nunca acabar.

    Una obra cruda y poética, que bien podría ser una biografía de cada uno de nosotros desde el capítulo cero al nueve, los cuales finalizan de forma precisa y reflexiva, superándose con el siguiente, calándote sin saberlo con cada palabra, para cerrar el libro con un nudo en la garganta. 

    El broche final se lo pone la original portada de la ilustradora sevillana Marina Fernández, que remata el trabajo de Berta Dávila como autora y traductora.

    «Ignoro si mi tío y yo somos impares e imposibles de dividir, pero sé que las líneas de nuestras manos se obstinan en confluir y que, en cualquier caso, somos consecutivos, como el número dos y el tres, los únicos primos que sí se tocan».

1 comentario:

Emilio Porta dijo...

"En 2019 alrededor de 450 millones de personas en el mundo se veían afectadas por un problema de salud mental que dificultaba gravemente su vida. De esta forma, la OMS informaba que, en España, un 9% de la población se ve afectada por algún problema de salud mental, y que el 25% lo tendrá en algún momento de su vida" A este paso, desde luego, el 25 por ciento se quedará corto. Estaría bien examinar la salud mental de los que dirigen el mundo y "piensan" por los demás. La Historia está llena de enajenados que han dirigido países e Imperios: desde Calígula a Hitler, pasando por Stalin y algún que otro presidente norteamericano, y no me refiero a Trump, sino algo anteriores. Lo malo es que siempre quedan en la cuneta millones de víctimas inocentes. Tantos políticos con egos desnortados...